A finales de enero, mientras las tropas rusas se amontonaban en la frontera con Ucrania y muchos aún dudaban si Rusia se atrevería a invadir, la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, estimó “muy poco probable” que su país solicitara sumarse a la OTAN.
Explicó que la medida tendría un impacto muy sustancial y que las sanciones serían “extremadamente duras”.
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Pero tras la decisión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de invadir Ucrania, con el pretexto de “pacificar” el país, su visión ha dado un giro drástico.
Este miércoles, Finlandia lanzó un debate que podría resultar en que la nación nórdica solicite unirse a la alianza en cuestión de semanas.
La vecina Suecia dio un giro similar, cuando el gobernante Partido Socialdemócrata, que siempre se opuso a sumarse a la OTAN, reveló que está reconsiderando su posición tras el ataque de Rusia.
“Cuando Rusia invadió Ucrania, la posición de seguridad de Suecia cambió fundamentalmente”, explicó el partido dirigido por la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, en un comunicado este lunes.
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Moscú ha dejado claro que se opone a cualquier ampliación de la alianza.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, advirtió que el bloque “no es ese tipo de alianza que garantiza la paz y la estabilidad, y su mayor expansión no traerá seguridad adicional al continente europeo”.
La semana pasada, Peskov amenazó que Rusia tendría que “reequilibrar la situación” con sus propias medidas si Suecia y Finlandia se unieran a la OTAN.
Y en febrero, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, advirtió sobre las “consecuencias políticas y militares” si los países se unían al bloque.
“Dentro de unas semanas”
Pese a las múltiples advertencias rusas, Robert Dalsjö, analista de asuntos político-militares del Instituto Sueco de Investigaciones para la Defensa, afirma que Finlandia está determinada a unirse a la OTAN y ha comenzado un proceso rápido y organizado para lograrlo.
“Ya no se habla de meses, sino de semanas, y Suecia está tratando de seguir a Finlandia en el proceso”, le dice el experto a BBC Mundo.
El diario sueco Svenska Dagbladet reportó este miércoles que la primera ministra de Suecia estaba decidida a enviar una solicitud para unirse a la OTAN y que su gobierno planeaba presentar la petición en la cumbre de Madrid que la alianza militar espera celebrar a finales de junio.
Este informe se reveló el mismo día en que las mandatarias de Finlandia y Suecia se reunían en Estocolmo, la capital sueca, para discutir asuntos de seguridad regional tras la invasión rusa de Ucrania.
Después de la reunión, Sanna Marin, confirmó que su país decidirá si solicita unirse a la OTAN “dentro de unas semanas”.
“No daré ningún tipo de cronograma sobre cuándo tomaremos nuestras decisiones, pero creo que sucederá bastante rápido”, puntualizó.
Semanas antes, Marin justificó su cambio de opinión respecto a la OTAN asegurando que “Rusia no es el vecino que pensábamos que era”.
Fin de la neutralidad
Tradicionalmente, en Finlandia y Suecia siempre hubo una fuerte oposición generalizada a unirse a la OTAN.
Los suecos simplemente querían seguir ejerciendo su famosa neutralidad, mientras que, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Finlandia se vio en la necesidad de convencer a la Unión Soviética de que no era una amenaza para esa potencia y adoptó una postura de “finlandización”.
En el pasado, Rusia ya había invadido Finlandia en varias ocasiones e incluso la anexó como un ducado autónomo desde inicios del siglo XIX hasta 1917. La última invasión fue en noviembre de 1939, pocos meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, en la que se llamó la Guerra de Invierno.
Pero la resistencia militar a la invasión y luego la llamada “finlandización” le permitió al país permanecer libre de la dominación soviética y del comunismo.
Finlandia se mantuvo neutral en términos militares y de política exterior, sin sumarse a la OTAN pero tampoco al Pacto de Varsovia, pese a que Moscú quería que se incorporara a su alianza.
En el espejo de Ucrania
En ambas naciones, el apoyo público a una membresía de la OTAN ha aumentado drásticamente en los últimos meses.
Aunque antes la mayoría dudaba o simplemente se oponía, ahora cerca del 60% de los finlandeses y alrededor del 50% de los suecos ahora la apoya, según varias encuestas.
Para Robert Dalsjö, el cambio se debe a que “la agresión de Putin contra Ucrania” le ha dado a la gente un indicio de lo que Rusia es capaz de hacer en países vecinos.
Dalsjö explica además que muchos en Finlandia y Suecia se han visto en el espejo de Ucrania y temen que les pase lo mismo si Rusia decidiera atacar a sus países.
“Ucrania ha estado recibiendo apoyo militar, económico y moral, pero ningún país (de la OTAN) irá a la guerra por otro que no es miembro”, explica el experto sueco.
“Sería fantástico”
Ivo Daalder, especialista en seguridad europea y presidente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago, está seguro de que todos los países de la OTAN recibirán con las manos abiertas las solicitudes de adhesión de Finlandia y Suecia.
“Sería fantástico que se unieran. Son los aliados más cercanos de la OTAN y lo han sido por muchos años, le dice a BBC Mundo el experto estadounidense.
“Además, se han sentado junto a otros miembros de la OTAN en su sede, en Bruselas, en todas las reuniones importantes de la alianza”.
Daalder, quien fue exembajador de Estados Unidos ante la OTAN de 2009 a 2013, añade que los finlandeses saben que las circunstancias han cambiado y que compartir una frontera de 1.340km con Rusia los vuelve más vulnerables.
Funcionarios de defensa estadounidenses han dicho que la invasión de Ucrania por parte de Moscú ha sido un “gran error estratégico” que probablemente forjará la ampliación de la OTAN.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., la semana pasada ya se habían llevado a cabo conversaciones entre los líderes de la OTAN y los ministros de Relaciones Exteriores de Finlandia y Suecia.
Los expertos esperan que los vecinos nórdicos presenten una solicitud próximamente y que Washington la apoye, lo que haría que el número de miembros de la alianza militar llegue a 32.
Más gasto en defensa
La OTAN se formó en 1949 para contrarrestar la amenaza de la expansión soviética, aunque desde la caída del muro de Berlín se han unido varios países de Europa del Este que antes eran comunistas.
Los miembros acuerdan acudir en ayuda mutua en caso de un ataque armado contra cualquier otro miembro.
La invación rusa de Ucrania no solo ha impulsado el apoyo hacia la OTAN en Finlandia y Suecia, sino que también ha hecho que Helsinki y Estocolmo aumenten su gasto en defensa.
El lunes, las autoridades finlandesas anunciaron un nuevo plan para asignar 14 millones de euros (US$15 millones) para comprar drones para el ejército.
Y el mes pasado, los funcionarios suecos dijeron que aumentarían el gasto en defensa en tres mil millones de coronas (US$317 millones de dólares) en 2022.
Finlandia comparte una frontera de 1.340 km con Rusia y tras los crecientes rumores de que Helsinki y Suecia planean unirse a la OTAN, han surgido reportes de que Moscú comenzó a mover equipos militares hacia su frontera con Finlandia.
Pero funcionarios estadounidenses desestimaron que no habían visto nada que confirmara estos informes.
“Rusia tiene las manos atadas”
Al exembajador de la OTAN, Ivo Daalder, no le cabe duda de que la alianza transatlántica se beneficiaría con la ampliación,
“Los finlandeses y los suecos tienen capacidades militares significativas. La OTAN ganaría dos aliados que ayudarían a defender el territorio de los otros miembros de la OTAN”, explica.
Si bien muchos temen que Rusia ataque a sus vecinos nórdicos tan pronto como hagan oficial su deseo de unirse a la alianza militar, Daalder afirma que ambos ya están protegidos por ser miembros de la Unión Europea.
A finales de marzo, el canciller alemán, Olaf Scholz, apuntó que Suecia “puede contar” con otros países europeos para que acudan en su defensa en caso de un ataque ruso, a pesar de que el país no es miembro de la OTAN.
Tras una reunión en Berlín junto a la primera ministra sueca Magdalena Andersson, Scholz señaló que la UE había incorporado una cláusula de asistencia mutua en su tratado y que la cláusula sería “tomada muy en serio” si había un ataque contra Suecia.
Una derrota para Rusia
Para Robert Dalsjö las amenazas del Kremlin solo muestran “la frustración y el descontento” de Rusia.
“Rusia tiene las manos atadas porque sus fuerzas están en una salvaje guerra en Ucrania, así que no estaría en la capacidad de ejecutar ninguna retaliación contra Finlandia o Suecia”, explica.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, prometió la semana pasada que la alianza encontraría soluciones para Finlandia y Suecia durante el “período intermedio”.
“Encontraremos formas de abordar las preocupaciones que puedan tener con respecto al período entre la aplicación potencial y la ratificación final”.
Ambos países han recibido garantías del secretario general de la OTAN, así como mensajes de apoyo de varios miembros, como EE.UU., Reino Unido, Alemania y Francia.
Y mientras Helsinki y Estocolmo deciden si se unen a la alianza militar occidental, los expertos concuerdan en que la guerra en Ucrania ya ha resultado en una derrota para el Kremlin.
En lugar de dividir a la OTAN y acabar con la posibilidad de una ampliación, parece haberle dado un gran impulso.
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