Italia tratará con Francia la migración marítima tras el último naufragio

El ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, viajará este lunes a Francia para reunirse con su homólogo tras el naufragio, ayer, de una embarcación en la costa del sur de Italia, que ha dejado más de 60 muertos.

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Piantedosi hablará con Gérald Darmanin, el ministro de Interior francés, sobre la crisis migratoria en el Mediterráneo y seguridad, confirmaron fuentes del Ejecutivo italiano a EFE.

Dicha embarcación, de madera y con cerca de 200 inmigrantes a bordo que habían emprendido el viaje desde Turquía, se hundió en las costas de Crotone, en la región italiana de Calabria (sur).

De momento, se han recuperado 62 cadáveres y rescatado 81 supervivientes, aunque las autoridades no descartan que el número de víctimas sea mayor.

Entre los fallecidos, 14 son menores, entre ellos varios niños y un recién nacido y 33 mujeres, según el ministerio del Interior.

Los migrantes eran de Irán, Pakistán, Siria y Afganistán, y partieron hacia Italia desde el puerto de la localidad Esmirna, en el extremo occidental de Turquía.

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La ONG Médicos Sin Fronteras, que está ofreciendo asistencia psicológica a los supervivientes, explicó este lunes que muchas de las víctimas en el naufragio procedían de Afganistán, como el caso de una familia diezmada que escapaba del régimen de los talibanes.

Italia y Francia mostraron diferencias a la hora de gestionar la migración en el Mediterráneo.

La tragedia se produjo tres días después de que el Parlamento italiano aprobase un nuevo decreto migratorio, elaborado por el Gobierno liderado por los ultraderechistas Hermanos de Italia, que modifica sustancialmente las operaciones de socorro de los buques de ONG.

Entre otras cuestiones, la norma obliga a pedir el desembarco tras el primer rescate de un grupo de migrantes y asigna puertos lejanos, en ocasiones a cuatro y cinco días de navegación.

El pasado mes de noviembre, Piantedosi paralizó el desembarco en Italia de un buque de salvamento de la ONG francesa SOS Mediterránee, que viajaba con 234 y finalmente pidió atracar en Francia, lo que desencadenó un breve conflicto diplomático.