El sábado, los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Joe Biden y Vladimir Putin, conversaron por teléfono para tratar de resolver la crisis de Ucrania. No hubo éxito. Según la Casa Blanca, a Biden no le temblará la mano y sancionará duramente a los rusos si invaden territorio ucraniano; mientras el Kremlin sostuvo que quedaron en seguir dialogando.
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Mientras las negociaciones fracasan, está por terminar el evento que ha significado una tregua: los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 y que durará hasta este domingo 20. Con eso en mente y en paralelo a las exigencias ucranianas de reunirse con Rusia para reclamar por “los desplazamientos de tropas” en la frontera, no está de más observar las características de las fuerzas armadas de cada nación.
El poder nuclear
“La primera gran diferencia es que Rusia es una potencia nuclear”, explica Román D. Ortiz, analista en seguridad. “Rusia tiene miles de cabezas nucleares que utilizaría con carácter estratégico, es decir, montadas sobre vectores de largo alcance, como bombarderos o misiles intercontinentales; y con carácter táctico, montadas sobre misiles de corto alcance”.
Ucrania, por el contrario, no tiene ese tipo de armas porque, en 1994, firmó el Tratado de Budapest. “Como parte de los acuerdos del desmantelamiento de la URSS, Ucrania entregó a Rusia las armas nucleares que quedaron en su territorio, a cambio de que garantizara su integridad territorial, un acuerdo que ahora Rusia está violando”.
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Fuerzas convencionales
“En general, los rusos tienen una ventaja muy grande sobre Ucrania, tanto en calidad como en cantidad”, explica Ortiz. En lo que respecta a las fuerzas aéreas, dice el especialista, los ucranianos tienen una flota “de unos pocos cazabombarderos”, mientras que los rusos manejan una “de las más grandes del mundo”.
En lo que respecta a lo naval, Rusia ha concentrado en el Mar Negro un volumen muy grande de unidades “que, incluso, trajeron desde el Báltico”. “La flota ucraniana fue mayoritariamente destruida después de que los rusos anexionaran Crimea en el 2014″.
La misma lógica se repite en la infantería. En cuestiones de “carros de combate, artillería de largo alcance”, los rusos manejan equipos de última tecnología y están listos para, en caso de guerra, empezar a probar unos nuevos vehículos blindados, los T-14 Armata.
Eso no es todo.
“Este poder se complementa con algunos Smerch, que en algunos casos tienen un alcance de 70 km., y misiles de corto alcance como los Iskander, que tienen capacidad de llevar cabezas nucleares y un alcance de 400 km”.
“La combinación de todas estas fuerzas, le permitiría a Rusia librar una guerra a distancia, es decir, en vez de ingresar al territorio ucraniano, bombardearlo desde las fronteras”.
El clima
El factor del clima también cuenta y tiene que ver con la logística, con las posibilidades de transportar equipos pesados. “Una vez que le hielo empiece a descongelarse con la llegada de la primavera, el suelo se hará más blando y las enormes cantidades de barro atascarán a los vehículos”, dice Ortiz.
Y si se considera que los rusos suelen utilizar vehículos blindados muy pesados, cualquier invasión debería sucederse antes de inicios de marzo, “en el peor de los casos”. De allí que están preparados para una guerra a distancia.
Si cruzan la frontera, lo harán bajo el concepto de Grupos Tácticos de Batallón, respuesta a los problemas con los que se toparon en Afganistán (cuando todavía era la URSS) y durante la guerra de Chechenia.
Ortiz explica que si normalmente se ven vehículos blindados (que parecen orugas) transportando a cerca de 800 hombres apoyados por carros de combate, tanques y artillería, los rusos ahora dotaron a estos batallones de más recursos.
“Le agregan más elementos, como lanzacohetes, sistemas de guerra electrónica, siendo que todas estas unidades operan de manera autónoma, logrando un despliegue más flexible y potente”.
La enseñanza de Crimea
En el 2014, los rusos se anexaron Crimea y ocuparon Donbás, zona separatista prorrusa ubicada al este de Ucrania. En respuesta, las fuerzas ucranianas deciden modernizarse. “Han mejorado en temas de control, de comunicaciones. Ahora manejan más equipos, como radares para guiar a la artillería o misiles antitanques y antiaéreos”.
“Pero siguen siendo una fuerza mayoritariamente terrestre”.
De allí, cuenta Ortiz, que Estados Unidos y el Reino Unido hayan tratado de fortalecerla agregándole dos tipos de capacidades. “Por un lado, misiles antitanques, los Javelin. Y por el otro, con misiles antiaéreos portátiles de corto alcance, los Stingers, muy útiles contra unidades que vuelan bajo y helicópteros”.
A pesar del esfuerzo, la diferencia de recursos bélicos es abrumadora.
Ortiz recuerda: “El jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, Mark Milley, dijo a inicios de este mes y frente al Congreso, que Rusia podría derrotar a Ucrania en 72 horas”.
“Esto no significa que en ese lapso de tiempo la va a ocupar, pero sí que va a controlar Kiev”.
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