Una mezcla de consternación, indignación y amargura se conjugaron este domingo durante el sepelio del atleta ecuatoriano Alex Quiñónez, asesinado la noche del viernes en la ciudad de Guayaquil (suroeste) por desconocidos que le dispararon junto a un amigo suyo.
Su cuerpo fue velado en el estadio “Folke Anderson” de Esmeraldas (noroeste), su ciudad natal, donde acudieron miles de personas a las exequias.
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Quiñónez, un carismático deportista que se ubicó en el tercer lugar de la prueba de los 200 metros planos del Mundial de Atletismo en Doha 2019, fue reconocido como el velocista más importante que ha tenido el país en su historia.
En Esmeraldas lo conocían con el apodo de “El clon”, porque era muy parecido a su padre, mientras que sus amigos del barrio Unión y Progreso, donde creció, le decían “El Rayo de la Guacharaca”, por su velocidad al correr y su afición al atletismo.
Varios de sus familiares comentaron el malestar que le habían provocado algunas decisiones de autoridades, como el hecho de que en su momento le fuera retirada la pensión que recibía como deportista de alto rendimiento.
También le conmocionó, según sus familiares, la decisión de la Federación Internacional de Atletismo de suspender su participación de los recientes Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Juan Quiñónez, un tío suyo, incluso pidió al Comité Olímpico Ecuatoriano que busque la forma de reparar ese error y restituirle sus derechos, con base en la apelación que presentó en su momento para eliminar la suspensión por un supuesto incumplimiento en un trámite del control antidopaje.
“Honor y gloria en la tumba de un grande. Eres y serás siempre y por siempre Fedesmeraldas”, rezaba una pancarta colocada a la entrada del escenario deportivo por la Federación Deportiva de Esmeraldas.
De origen humilde y con una sonrisa interminable, Alex Quiñónez se convirtió en un ídolo en Ecuador, especialmente en su natal Esmeraldas, donde fue ejemplo para la juventud deportiva de su provincia.
El Municipio de Esmeraldas donó una bóveda para sepultar a Quiñónez, cerca de la tumba del héroe esmeraldeño de la revolución liberal Luis Vargas Torres.
La Federación Deportiva de Esmeraldas ha convocado para este lunes a una marcha por la ciudad para exigir que la justicia encuentre a los asesinos de Quiñónez.
Quiñónez, finalista en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, fue asesinado este viernes por razones que aún se investigan.
El atleta y un amigo suyo, Jojairo Arcalla, fueron asesinados a tiros por desconocidos, en el sector conocido como Colinas de la Florida, un barrio del norte de Guayaquil.
Con registros de 10,09 segundos en los 100 metros lisos y 19,87 en los 200, Quiñónez ha sido el mejor ecuatoriano en la disciplina y su palmarés incluye una serie de títulos como campeón en juegos panamericanos, iberoamericanos, sudamericanos y bolivarianos, entre otros.
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