Un nuevo escándalo ronda por el Palácio de Planalto, en Brasilia. La decisión del Gobierno de Jair Bolsonaro de reemplazar al jefe de la Policía Federal le ha costado la renuncia de su ministro más popular, Sergio Moro, de la cartera de Justicia y la apertura de una investigación desde el Tribunal Supremo.
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Además de eso, la figura que Bolsonaro eligió para reemplazar a Mauricio Valeixo ha sido el blanco de los cuestionamientos.
El nuevo jefe de la Policía Federal es Alexandre Ramagem Rodrigues, de 48 años y graduado de derecho de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro que ingresó en el 2005 a dicho cuerpo armado y hasta ahora ocupaba un puesto como delegado de clase especial, además de dirigir la Agencia Brasileña de Inteligencia desde mediados del 2019.
En el pasado, Ramagem estuvo a cargo de la seguridad en Río+20, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible celebrada en el 2012 en esa ciudad, la Copa Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016.
Ramagem, además, lideró el equipo de seguridad de Bolsonaro después de que fuese apuñalado durante un acto de campaña en el 2018. Tras ello, el acercamiento con el flamante mandatario llevó a Ramagem a convertirse en asesor de confianza en la Secretaría de Gobierno.
Según la prensa brasileña, Ramagem también sería amigo de Carlos Bolsonaro, hijo del presidente con enorme influencia en el gobierno. Esta amistad se habría forjado tras la crisis política que decantó en la salida del ministro de la Secretaría de Gobierno, Carlos Santos Cruz, en junio del 2019.
Los cuestionamientos sobre la designación de Ramagem recaen justamente en esta cercanía con la familia de Bolsonaro, justo después de que la Policía Federal identificara a Carlos como miembro de una organización criminal dedicada a elaborar y difundir noticias falsas para amenazar y difamar a diferentes autoridades judiciales opuestas a la agenda política de su padre, según reportes del diario Folha de Sao Paulo y la agencia de noticias Europa Press.
Todas estas sospechas llevaron a que el mismo Moro denunciara a Bolsonaro ante la Fiscalía Brasileña por interferencia política. En la misma línea, el diario O’Globo lanzó un editorial señalando al mandatario de querer “convertir a la Policía Federal en una fuerza policial personal, como si fuera un dictador del tercer mundo”.
Según Folha de Sao Paulo, Eduardo, otro de los hijos del mandatario, también vendría siendo investigado por la Policía Federal por presuntamente pertenecer a la misma organización criminal que Carlos Bolsonaro.
El presidente, por su parte, ha limitado sus pronunciamientos al respecto, salvo por la respuesta que le brindó a un internauta que el domingo cuestionó la designación de Ramagem. “¿Y qué? Conocía a Ramagem desde antes que él conociera a mis hijos. ¿Por eso debe ser vetado? ¿Debo escoger al amigo de quién?”, escribió Bolsonaro.
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Bolsonaro achaca acusaciones de su exministro Moro a ambiciones personales
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