El exmandatario boliviano y presidente del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, denunció este jueves una “campaña política de guerra sucia” con la finalidad de proyectar una “supuesta injerencia política” del oficialismo en la justicia y así “desestabilizar” al Gobierno del presidente Luis Arce.
“Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que la derecha golpista, responsable del golpe de Estado, masacres, corrupción y violaciones de Derechos Humanos ha puesto en marcha una campaña política de guerra sucia y falsedad con tal de conseguir impunidad”, señaló Morales en el primero de una serie de tuits.
Mira: La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez dice que sentencia en su contra fue “por orden” de Evo Morales
Después de conocerse la sentencia de un tribunal ordinario de 10 años de prisión contra la expresidenta interina Jeanine Áñez, juzgada por el caso “golpe de Estado II”, organizaciones como el Consejo Nacional de Defensa de la democracia (Conade) anunciaron movilizaciones de protesta contra esa decisión judicial.
A esto se suma el pedido de algunos líderes de la oposición como los expresidentes Carlos Mesa, Jorge Quiroga y el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, para que el proceso contra Áñez se anule tras las observaciones que realizó hace algunos días el relator especial para la Independencia de Jueces y Abogados de Naciones Unidas, Diego García-Sayán.
“Estos políticos que perdieron la elección después de saquear al Estado y asesinar a nuestros hermanos, denuncian una supuesta “injerencia política” en la justicia, pero son ellos los que presionan, amenazan y atacan a jueces para evitar responder por sus crímenes ante la justicia”, enfatizó Morales.
Los opositores bolivianos calificaron como “contundente” la posición de García-Sayán que abogó por un “juicio de responsabilidades” a favor de Áñez “al margen de cómo surgió su mandato” y algunos pidieron que los organismos internacionales que reconocieron el Gobierno de Áñez también se pronuncien del mismo modo.
Morales acusó a “algunos senadores de la extrema derecha de EE.UU.”, “políticos racistas del parlamento europeo” y “expresidentes fascistas” de haber juntado fuerzas para “difundir comunicados mentirosos” que buscan perjudicar a las que consideró fueron las “víctimas del golpe” o la crisis política de 2019.
El ex jefe de Estado aseguró que esa acción “pretende desestabilizar” al Gobierno que preside Arce y convocó a los sectores afines del oficialismo “a frenar este ataque”.
Justamente, en la víspera, luego de la lectura la sentencia contra Áñez, que determinó su culpa por los delitos de resoluciones contra la Constitución e incumplimiento de deberes, un grupo de líderes sindicales se declaró en “estado de emergencia” ante lo que consideró una nueva articulación de la “derecha golpista”.
El proceso y la sentencia contra Áñez, que cumple detención preventiva desde marzo del año pasado, nuevamente ha exacerbado la polarización política en el país.
El Gobierno y el MAS han acusado a Áñez, mediante el proceso “golpe de Estado II”, de “autoproclamarse” presidenta durante la crisis de 2019 y violar los reglamentos del Parlamento tras la renuncia de Morales, su vicepresidente y otras autoridades en línea de sucesión.
La defensa de Áñez, por su parte, sostuvo que, como segunda vicepresidenta del Senado en ese momento, actuó según las leyes ante un “vacío de poder”.
Contenido Sugerido
Contenido GEC