Francisco Encina, politólogo de 35 años cuestionado por su mal trabajo en la organización de la Convención Constituyente de Chile. (Captura de YouTube).

Redacción EC

La nueva Constitución de está entre algodones: el cambio significa un nuevo norte para el país, por lo que cualquier atisbo de problemas genera zozobra.

En ese contexto, esta semana se pidió la cabeza de Francisco Encina, quien hasta ayer ejerció como secretario ejecutivo de la Secretaría Administrativa de la .

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¿Su pecado? No poder instalar las mesas para que se realice la constituyente.

Así lo explica el portal : “debido a la bochornosa suspensión de la primera sesión de la Convención Constitucional, donde gran parte de los constituyentes apuntaron a Francisco Encina, por no tener las condiciones mínimas que permitieran el correcto desempeño de los constituyentes”.

En términos prácticos, el lunes que pasó se debió llevar a cabo la primera sesión de trabajo de la Convención, pero por problemas técnicos, se suspendió.

A partir de eso fue inevitable detener los dardos hacia Encina, de 35 años.

Exactamente, ¿cuál era su papel?

En una para el mismo medio, él respondió:

“Hoy lo que tenemos que hacer es presentarle todo el apoyo administrativo, técnico y financiero a la Convención para su instalación. Y obviamente cuando exista la figura de un presidente, mi rol va a ser entenderme con ellos y prestarles todo el apoyo”.

Y agregó que, al ser 155 personas las que integran la Convención, su rol se complejizaba porque tenía que ver cómo hacer que los “que piensan distinto y quieren cosas distintas”, “se sientan cómodos”.

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Elisa Loncón, constituyente mapuche, fue electa presidenta de la Convención Constitucional de Chile. (EFE).

MÁS QUEJAS

El papel de Encina ya había sido cuestionado antes. La web recuerda que, pocos días después de la elección de los miembros de la Convención, “los representantes de los pueblos originarios pidieron” su renuncia.

“La petición de su salida hecha hace algunas semanas se debió a lo que consideraron como la falta de voluntad para acceder a que la machi Francisca Linconao e Isabella Mamani, representante del pueblo aymara, acudieran a la ceremonia de instalación del organismo con sus asistentes directos en su condición de autoridades ancestrales”.

El reclamo cayó en saco roto, pero luego cobró mayor relevancia cuando el lunes y el martes de esta semana la Convención no llegó a sesionar. A ello se le añadió otra queja, que recoge :

“A ello se sumó la publicación de la licitación a Street Machine Corp. S.A. por poco más de $430 millones de pesos [más de 574 mil dólares] por ‘producción de eventos’ para la convención, monto que terminó provocando molestia entre la mayoría de los constituyentes y también de la opinión pública”.

También se conoció el de Encina: 7 millones 426 mil pesos, un poco más de 9 mil dólares.

En ese contexto, “errores en la instalación de la infraestructura y las medidas sanitarias de seguridad para el trabajo de los constituyentes”, Encina su cargo a disposición.

Quien ha tomado la posta es Catalina Parot, exministra de Bienes Nacional de la primera gestión de Sebastián Piñera.

“Estoy consciente de la tremenda responsabilidad que esto significa, ser un facilitador de todas las condiciones financieras, administrativas y de toda índole que considere y necesite la Convención Constitucional”, .

Sin embargo, la tempestad todavía no se ha superado.

Hay quienes plantean que la Convención Constituyente debería tener una comisión propia de Presupuesto y Administración Interior, que no la haga depender la Secretaría Administrativa.

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