Inflación, fuga de divisas, dolarización, eliminación del Banco Central. La economía dominó el primer debate presidencial para las elecciones del 22 de octubre en Argentina, entre los candidatos Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda).
Milei, economista de corte neoliberal, propuso reducir drásticamente el gasto público, dolarizar a la economía, simplificar el sistema tributario, privatizaciones para “sacarnos a las nefastas empresas públicas” y el cierre del Banco Central, al que acusa fomentar el alza de precios.
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“Con este conjunto de reformas, Argentina en 15 años podría estar alcanzando niveles de vida similares a los que tiene Italia o Francia; si me dan 20 Alemania, y si me dan 35, Estados Unidos”, dijo Milei durante el debate.
Durante el encuentro realizado en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, en el norte del país, el candidato de La Libertad Avanza fue el blanco principal de los otros cuatro aspirantes a la presidencia de Argentina.
En referencia a la represión militar
de la última dictadura en Argentina (1976-1983), Javier Milei afirmó sin ofrecer evidencias que la cifra de desaparecidos fue de 8.753 y no de 20.000.
El oficialista Sergio Massa cuestionó las propuestas de Milei al asegurar que con su plan de dolarización Argentina terminará sufriendo los problemas de “Zimbabue, Ecuador y El Salvador”, que adoptaron el dólar como moneda.
“Obviamente de la crisis se sale con equilibrio fiscal y acumulación de reservas, pero no rifando nuestra moneda y poniendo otra bandera en el Banco Central”, dijo Massa.
Por su parte, la centroderechista Patricia Bullrich sostuvo que “de todos los países del mundo, hay tres países sin Banco Central, y son paraísos fiscales”. También cuestionó que “sin dólares no se puede dolarizar”, en alusión a la merma de divisas que sufre la economía argentina desde hace meses.
De acuerdo con las últimas encuestas, Milei, Massa y Bullrich son los tres candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones, aunque haría falta una segunda vuelta para definir quién será el presidente de Argentina, y esta se realizaría el 19 de noviembre.
Para ganar en primera vuelta en Argentina hay dos opciones. La primera es que el candidato más votado debe obtener al menos el 45% de las preferencias. Mientras que la segunda posibilidad es conseguir al menos el 40% de votos más una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre su rival más cercano. Si no se da ninguna de ellas, los dos aspirantes con más apoyo se enfrentarán en un balotaje en noviembre.
En este punto, cabe preguntarse quién ganó el debate del domingo y quién perdió.
Los de mejor y peor desempeño en el debate
Un análisis del diario Clarin concluye que si el resultado del debate se analiza por la capacidad para transmitir propuestas, la triunfadora de la noche sería Myriam Bregman o Sergio Massa. Pero si se evalúa el oportunismo para meter golpes de efecto, en ese punto Patricia Bullrich mostró destreza. Mientras que si el análisis se concentra en la posibilidad de conseguir nuevos votos, Juan Schiaretti habló para un público que no lo respaldó en las primarias. En cambio, si el debate sirvió para consolidar apoyos, Javier Milei difícilmente los pierda tras este primer encuentro con sus rivales.
El diario La Nación también hizo su propio análisis de resultados, para lo cual invitó a destacados analistas políticos, periodistas y economistas.
Para el politólogo Joaquín Morales Solá, ninguno sumó un voto más, pero tampoco lo perdió. “Cada uno cumplió el papel que más o menos viene desempeñando en esta tediosa campaña electoral. Javier Milei fue el más sólido cuando se trató la cuestión económica, aunque por momentos hizo abuso de términos demasiado técnicos; el candidato libertario fue superficial, en cambio, cuando se abarcaron asuntos que no eran los económicos”, indicó.
Sobre Patricia Bullrich, Morales Solá dijo que estuvo algo incómoda en casi todos los temas, como si hubiera temido equivocarse en un momento crucial para su carrera política. Mientras que de Sergio Massa dijo que “tiene un envidiable dominio escénico, aunque no pudo evitar hacer casi explícita su alianza con Milei. Gran parte del debate se dio solo entre ellos”.
“Juan Schiaretti pasó inadvertido. No puede negársele a Myriam Bregman, en fin, su coherencia en el anacronismo. Nadie cambió nada”, finalizó Morales Solá.
Por su parte, el periodista e historiador Carlos Pagni indicó que el candidato más completo fue Juan Schiaretti, “cuyas posibilidades de llegar a la presidencia son quiméricas”.
Según un promedio de las encuestas
de intención de voto al 29 de setiembre, Javier Milei lleva la delantera con 35,3%; seguido por Sergio Massa, 30%; Patricia Bullrich, 26%, Juan Schiaretti, 3,4% y Myriam Bregman, 2,6%.
En general, Pagni consideró que el debate fue muy pobre. “Cuestiones cruciales de la esfera pública fueron ignoradas. Tres ejemplos: la corrupción, que está tan conectada al problema de la inseguridad y el narcotráfico; la relación de la política con la justicia, y las relaciones exteriores. Son temas que se podrían haber abordado más allá de las áreas formales en que se organizó el diálogo. En definitiva, hay buenas razones para que los que no fueron a votar el 13 de agosto (fecha de las primarias) lo hagan el próximo 22. Pero es difícil que el espectáculo de anoche esté entre ellas”, sostuvo.
José del Rio, especializado en periodismo económico y de negocios, dijo a La Nación que el debate no dejó un ganador absoluto. “Ni mucho menos, un perdedor”.
“Sergio Massa mantuvo el tono y la forma para defender situaciones indefendibles. Javier Milei logró escapar al formato televisivo y transmitir una calma poco habitual para buscar votantes afuera de su pecera. Patricia Bullrich encontró su momento cuando le preguntaron por el Caso Maldonado, pero no se la vio cómoda en las respuestas sobre economía”, dijo Del Rio.
Gail Scriven, prosecretaria general en La Nación, se preguntó si alguien cambió su voto después del debate. “¿Algún indeciso se terminó de definir? Si esa es la medida del éxito, el cruce entre los candidatos, en el que faltaron las propuestas reales, pareció arrojar una respuesta decepcionante. Todos jugaron a no arriesgar, y el resultado fue una noche sin grandes sorpresas ni revelaciones”, dijo.
En cuanto a las oportunidades perdidas por los candidatos, manifestó que Javier Milei podría haber sacado una pequeña luz de ventaja: “Su gran objetivo era no perder el control, mostrarse equilibrado, pero sin dejar de ser Milei. Sus gestos socarrones y su acalorada reacción a las críticas fuera de micrófono fueron la excepción en una noche en la que se mostró contenido y en la que incluso evitó mencionar la dolarización”.
Para Scriven, Sergio Massa tenía todas las de perder, la economía, la corrupción y el escándalo del “yategate” (donde está involucrado el kirchnerista Martín Insaurralde) lo convertían en blanco fácil. Pero sus rivales desaprovecharon oportunidades de oro para atacarlo.
El periodista Martín Rodríguez Yebra indicó que “hay partidos que se ganan con un empate. Sergio Massa tenía todo para perder. Al trauma de despegarse de sí mismo para hablar de la economía, se le sumó sobre la hora el escándalo Insaurralde. Se acomodó en el centro, como si no fuera el candidato kirchnerista, y buscó polarizar con Javier Milei. Aguantó las críticas a su gestión e ignoró como quien ve llover las chicanas sobre el yate en Marbella. El bajo vuelo del debate le jugó a favor”.
Sobre Patricia Bullrich, Rodríguez dijo que tuvo un penal -la pregunta directa a Massa- y lo tiró afuera. “Se mostró enérgica, pero le costó horrores la argumentación económica. Se la notó nerviosa por momentos, sin fluidez y leyó más de la cuenta. No logró romper el jueguito de la polarización entre sus rivales al ballottage”.
En cuanto a Milei, explicó que usó un tono solemne para decir lo mismo de siempre. “Su obsesión fue lucir ‘contenido’, con aire presidencial. Jugó a no arriesgar: les habló solo a los que ya compraron su mensaje de la casta y la motosierra”.
Jorge Liotti, editor de la sección Política de La Nación, consideró que el debate fue gris, nunca logró despegar ni cobrar intensidad. “Nadie sorprendió ni aportó novedades. El formato, aun con los derechos a réplica, no contribuyó al intercambio, y los candidatos no exhibieron una gran capacidad retórica. En consecuencia, no pareció haber ganadores nítidos”.
Agregó que “dentro de esa medianía, podría considerarse que Javier Milei no cometió errores, con lo cual puede darse por satisfecho al ser el que lleva la delantera... Sergio Massa polarizó con él para neutralizar a Patricia Bullrich, y no sufrió tanto como se podría haber pensado; apenas un poco en el segmento económico. Jugó a no perder”.
Para el abogado Diego Cabot nadie sacó grandes diferencias. “El formato y la falta de espontaneidad fueron determinantes a la hora de encontrar un claro ganador. Javier Milei, sin el condimento de la interrupción y la explicación larga, pierde brillo. Y así fue, no brilló. Sergio Massa la sacó barata, pero no pegó un contraataque. Patricia Bullrich se lució cuando fue auténtica y no estuvo cómoda en lo que tenía estructurado”.
Los candidatos celebrarán otro debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) este 8 de octubre, dos semanas antes de la primera vuelta.
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