Washington (Agencias)
El Gobierno de Estados Unidos aseguró hoy que sus agencias de inteligencia analizan la autenticidad de un video de yihadistas que muestra la decapitación del periodista estadounidense James Wright Foley, secuestrado en Siria en noviembre del 2012.
“Hemos visto un video que afirma ser el asesinato del ciudadano estadounidense James Foley por el Ejército Islámico (EI)”, indicó Caitlin Hayden, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca en un comunicado.
Hayden precisó que “la comunidad de inteligencia está trabajando tan rápido como es posible para determinar la autenticidad del vídeo”.
“Si es verdadero, estamos horrorizados por el brutal asesinato de un periodista estadounidense inocente, y expresamos nuestras profundas condolencias a su familia y amigos”, agregó la funcionaria de la Casa Blanca.
En el video, difundido hoy a través de los foros yihadistas, Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno de Estados Unidos de ser el culpable de su ejecución por su reciente intervención en Iraq, antes de ser degollado ante la cámara por un encapuchado que habla en inglés.
Foley, un periodista independiente de 40 años de edad que vivía en Rochester, Nueva Hampshire, desapareció en el norte de Siria hace casi dos años mientras realizaba un trabajo para la agencia noticiosa France Press y GlobalPost, compañía de medios de comunicación ubicada en Boston. El automóvil en el que viajaba fue detenido por cuatro extremistas en una zona en disputa y desde entonces no se tenían noticias suyas.
Philip Balboni, director y cofundador de GlobalPost, dijo que se había informado a la compañía que el FBI se encuentra en proceso de evaluar el video para determinar su autenticidad. “Pedimos sus oraciones por Jim y su familia”, afirmó.
Varios altos funcionarios estadounidenses al tanto de la situación dijeron que el Estado Islámico amenazó recientemente con matar a Foley para vengar los ataques aéreos efectuados las últimas dos semanas contra extremistas que avanzaban sobre la montaña Sinjar, la represa en Mosul y la capital kurda de Erbil.
Ambas áreas se encuentran en el norte de Iraq, que se ha convertido en un frente crucial para el Estado Islámico, ya que sus combatientes entran y salen de Siria por ahí.
Desde el 8 de agosto, las fuerzas armadas estadounidenses han atacado más de 70 blancos del Estado Islámico, incluidos retenes, vehículos y alijos de armas. Se desconoce cuántos extremistas han perdido la vida en dichos bombardeos.