Debido a “una amenaza creíble” de que Al Qaeda ha diseñado una bomba invisible para los sistemas de detección, Estados Unidos elevó la seguridad en los aeropuertos del mundo que tienen vuelos directos al país norteamericano, informó el secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson.
Por lo pronto, el Reino Unido ya reforzó la seguridad en sus aeropuertos, en medio de temores por el regreso de yihadistas europeos de Iraq y Siria y el desarrollo de explosivos más difícilmente detectables.
Las autoridades británicas no dieron detalles sobre las nuevas medidas de seguridad, pero el indicador británico del grado de amenaza terrorista permanecía en “sustancial” -el tercero de cinco- y no fue cambiado.
“Tomamos estas decisiones basándonos en las evidencias de las que disponemos y trabajando con nuestros aliados”, explicó a la televisión Sky el primer ministro británico, David Cameron.
La inteligencia estadounidense ha recogido indicios de que los fabricantes de bombas de Al Qaeda en Yemen han viajado hasta Siria para enlazar con la filial de Al Qaeda en ese país, conocida como el Frente al Nusra, explicó un funcionario de la unidad de contraterrorismo que habló a condición de mantener el anonimato. Además, añadió que las mejoras en materia de medidas de seguridad llevan más de un mes en agenda.
La rama de Al Qaeda en la Península Arábiga lleva mucho tiempo obsesionada con el derribo de aviones mediante explosivos ocultos. Sus intentos, que por el momento han fallado, pasan por reclutar a atacantes suicidas con explosivos diseñados para ser escondidos en su ropa interior o generar explosivos camuflados en cartuchos de tinta de impresora listos para volar en aviones de carga.
El año pasado, estadounidenses y voluntarios de otras naciones occidentales viajaron a Siria para unirse a la lucha contra el gobierno de Bashar al Asad. El temor de Estados Unidos es que alguien con pasaporte estadounidense u occidental y, por tanto, sujeto a menores y menos estrictos controles de seguridad, pueda introducir una bomba de ese tipo en un avión norteamericano.
El funcionario de contraterrorismo se negó a describir la bomba. Sin embargo, otros compañeros sí expresaron con anterioridad su preocupación ante la posibilidad de encontrar explosivos no metálicos implantados quirúrgicamente dentro del cuerpo de un viajero, en otras palabras, diseñados para ser indetectables en cacheos o arcos de seguridad.
Esta preocupación por la seguridad no está relacionada con los nuevos episodios de violencia en Iraq, dijo una fuente del contraterrorismo de Estados Unidos que no pudo revelar su nombre.