El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, rechazó el viernes los rumores sobre su posible sustitución y se refirió a ellos como “ridículos”.
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Tillerson, que recibió en el Departamento de Estado al primer ministro libio, Fayez al-Sarraj, habló por primera vez públicamente de su supuesta inminente destitución, una medida que en los pasillos del poder de Washington se comenta desde hace meses.“Es ridículo. Provocan risa. Provocan risa”, dijo Tillerson a la prensa.Los medios estadounidenses informaron anteayer que la Casa Blanca había desarrollado un plan para apartar del cargo a Tillerson. Según las informaciones, el actual director de la CIA, Mike Pompeo, pasaría a ser el nuevo jefe de la diplomacia norteamericana y el senador Tom Cotton sería nombrado al frente de la agencia de inteligencia.
La vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, ya había descartado las informaciones como erróneas. Pero su par de la Casa Blanca, Sarah Sanders, evitó decir claramente si el presidente Donald Trump aún confía en su secretario de Estado.Los medios estadounidenses destacaron ayer, citando a fuentes de la Casa Blanca, que las informaciones sobre la futura sustitución de Tillerson se habían difundido intencionalmente desde allí para hacer saber al secretario de Estado que su labor no era del agrado de Trump.Trump y Tillerson tienen opiniones antagónicas sobre el acuerdo de París y el pacto nuclear de Irán; el presidente dijo que “perdía el tiempo” lidiando con Corea del Norte, y el canciller nunca desmintió del todo haberlo llamado “maldito estúpido” en privado. Pompeo, en cambio, está más cerca de Trump y es un “halcón” graduado en West Point.Fuente: La Nación, GDA
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