Estados Unidos ahora apunta a lo más alto en la estratégica relación entre Rusia y Venezuela. El martes, el Departamento del Tesoro prohibió a las empresas estadounidenses hacer negocios con Rosneft Trading SA, la filial en Ginebra de la petrolera estatal rusa que es señalada de ser el “salvavidas” del presidente Nicolás Maduro en sus esfuerzos por eludir las sanciones que pesan sobre su Gobierno.
Estados Unidos también sancionó a Didier Casimiro, presidente de la junta directiva de Rosneft Trading y vicepresidente de la compañía matriz, a quien identificó como un actor “clave” para el sector petrolero venezolano.
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“Rosneft Trading S.A. y su presidente negociaron la venta y el transporte de petróleo venezolano”, dijo en un comunicado el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven T. Mnuchin.
En concreto, las sanciones impiden el acceso de Rosneft Trading al sistema financiero estadounidense y determinan la congelación de activos en este circuito financiero, además de prohibir transacciones con ciudadanos estadounidenses y se suman a las restricciones ya impuestas contra funcionarios venezolanos y contra la petrolera estatal venezolana, PDVSA.
¿Por qué Rosneft Trading está en la mira?
Rosneft Trading fue registrada en Ginebra en el 2011. Apoya a su casa matriz en la ejecución de sus operaciones en el extranjero, especialmente las relacionadas con distribución, comercialización, procesamiento y transporte de petróleo y sus derivados.
Un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos le dijo a la agencia AFP que “una abrumadora cantidad del petróleo del gobierno de Maduro que ha estado evadiendo las sanciones fue transado a través de Rosneft Trading”.
El funcionario puso como ejemplo que en enero la empresa rusa facilitó el envío de 2 millones de barriles hacia África Occidental y explicó que las sanciones han sido evadidas camuflando el origen del petróleo comerciado, ya sea cambiando de barco y también ocultando el origen de los envíos.
Estados Unidos acusa a la subsidiaria de Rosneft de apuntalar el sector petrolero venezolano y de participar en “trucos” y transferencias de barco a barco para evadir las sanciones.
La agencia AP sostiene que Rosneft ha contratado petroleros que intentan ocultar su cargamento apagando sus dispositivos obligatorios de posicionamiento y realizando peligrosos trasvases de cargamento de barco a barco en la costa de África occidental y otros lugares lejanos.
Cabe precisar que Rusia gestiona el 70% de las transacciones petroleras venezolanas redirigidas desde que el gobierno de Donald Trump ilegalizó la compra de crudo venezolano por parte de estadounidenses.
Rosneft también colabora con PDVSA en la gestión de varios campos petrolíferos, a los que tuvo acceso cuando compañías estadounidenses fueron expulsadas tras la campaña de nacionalizaciones emprendida por el fallecido Hugo Chávez.
La gigante rusa participa en Venezuela en los proyectos Petromonagas (40%), Petromiranda (32%), Petroperijá (40%), Boquerón (26,67%) y Petrovictoria (40%).
También posee el 100% del proyecto gasístico de exploración de los yacimientos Mejillones y Patao, el 100% de la empresa de servicios petroleros Precision Drilling y el 51% de la empresa Perforosven.
Además, Rosneft dio a PDVSA 6.500 millones de dólares por adelantado para el suministro de petróleo.
En noviembre pasado, cuando presentó los resultados de los nueve primeros meses del 2019, Rosneft informó que PDVSA había reducido su deuda con la petrolera rusa a 800 millones de dólares durante el tercer trimestre. A principios del año pasado, la deuda ascendía a 2.300 millones de dólares.
Se espera que el reembolso de la deuda quede saldada hasta finales de este año.
¿Es el fin de la alianza estratégica entre rusos y venezolanos? Richard Nephew, investigador sobre energía en la Universidad de Columbia, le dijo a la AP que al eludir a la matriz de Rosneft y señalar solo a una de sus muchas filiales, es probable que el impacto de las medidas estadounidenses en el apoyo ruso a Maduro sea moderado.