El verbo encantar, emparentado con cantar, viene del latín incantāre ‘recitar una fórmula mágica, hechizar’. Su participio adjetivado encantado, -a tiene el sentido coloquial de “distraído o embobado constantemente” (DRAE 2014). Pero en el castellano del Perú y varios otros países de la América hispana esta voz se ha sustantivado en plural (encantados) para designar un “juego infantil en el que un participante persigue a los demás, quienes al ser alcanzados quedan inmóviles hasta que alguien los libere” (DiPerú, 2016). Véase un ejemplo de internet: “Jugar a encantados era uno de los pasatiempos favoritos”.