En un cuento de 1965 de C. E. Zavaleta se lee esta frase: “Dicen que Paz Estenssoro escapa o lo queman. En fin, veremos qué pasa mañana. / -Y yo ni la tos...” (Cuentos completos 1, Lima 1997, p. 333). La oscura frase final ni la tos se debe a la reducción de la completa original ni la tos me (te, nos, etc.) da, que expresa absoluta indiferencia ante cierto acontecimiento. De esta manera abreviada, pero semánticamente nada trunca, se conserva en nuestra habla culta familiar.