Este sustantivo, probablemente simplificación de recaudo, designa en el Perú el “alimento complementario con que se acompaña la vianda principal de un plato” y el “picadillo de carne con que se rellenan algunos tipos de empanada” (Diccionario de peruanismos, APL, 2016). Sobre la primera acepción, Sergio Zapata afirma en su Diccionario de gastronomía que “el recado hacía las veces de pan en el acompañamiento de los picantes y estaba compuesto de camote, yuca y plátano cocidos. Esta descripción corresponde al viajero francés Julián Mellet y fue tomada de las picanterías limeñas alrededor de 1815”.