Este derivado de rojo se usa en el Perú, con matiz humorístico o despectivo, para designar a marxistas o comunistas criollos. (El terminal de origen griego -imio no es un sufijo castellano, pero aparece en cultismos como neodimio o praseodimio, que designan determinados elementos químicos). Se usa también, como su equivalente, el nombre propio Rogelio, que mantiene los tres primeros fonemas de rojimio y se documenta igualmente en España.