Celia Capira llevaba seis días pidiendo una mejor atención para su esposo en el hospital Honorio Delgado Espinoza de Arequipa cuando el presidente Martín Vizcarra llegó junto a una comitiva para inspeccionar el nosocomio, el último domingo. Para la mujer de 33 años y tres hijas menores de edad, esa era la mejor oportunidad para que el mandatario escuche las dificultades que atraviesan los pacientes con COVID-19 y les ayude a encontrar una solución. Sin embargo, la visita tuvo protestas y terminó sin que Vizcarra pueda ingresar. A Celia solo le quedó correr detrás de la camioneta que llevaba al presidente para hacerse escuchar. Lo hizo unas cuadras hasta que no pudo correr más. Hoy, su esposo falleció.
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“Los pacientes están en carpas con el frío, sin oxígeno, faltan médicos, medicinas, ayer ni siquiera había agua en todo el día en el hospital. Queríamos que el presidente vea la verdad. Primero nos dijo que sí iba a entrar, pero retrocedió, dio vuelta atrás. Fue indignante”, dijo ayer a El Comercio. Ella permanecía desde el martes pasado en la puerta del hospital junto a los familiares de otra veintena de pacientes que esperan una cama.
Lo ocurrido el domingo en Arequipa es uno de los episodios más controversiales desde que el mandatario recorre regiones por la pandemia. Aunque en otros casos se han reportado reclamos por deficiencias en la atención de casos COVID-19, es la primera vez que Martín Vizcarra se retira sin completar una visita.
Esta situación ocurre mientras el gobernador regional, Elmer Cáceres Llica, es denunciado por tercera vez ante la fiscalía por ineficiencia en la atención de los casos de coronavirus en Arequipa.
Pacientes trasladados una noche antes
Martín Vizcarra llegó a Arequipa acompañado de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti; la presidenta ejecutiva de EsSalud, Fiorella Molinelli; y la directora de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Amalia Moreno Vizcardo. La agenda incluía la entrega de un nuevo Centro de Aislamiento Temporal en Cerro Juli y la inspección del hospital temporal instalado en el patio del Honorio Delgado. La primera actividad se realizó sin contratiempos y se entregó el centro con 200 camas, cada una conexión a oxígeno, para pacientes leves y moderados. Los problemas surgieron en el hospital Honorio Delgado, cuya administración depende del gobierno regional.
En dicho lugar lo esperaba un grupo de médicos, enfermeras y familiares de pacientes que protestaban contra la gestión de Cáceres Llica. Celia Capira se encontraba entre ellos. “El gobernador tampoco nunca se ha acercado al hospital y nosotros estamos las 24 horas”, agregó a este Diario.
En medio de la protesta, varios familiares denunciaron que los pacientes habían sido “escondidos” para que el mandatario no los vea. Esto aumentó la indignación al considerar que se pretendía mostrar al Jefe de Estado una visión engañosa de lo que ocurre en el centro médico. “Cáceres Llica incapaz” y “Basta de mentiras”, eran frases que más repetían los familiares y médicos.
Según informa la colaboradora de El Comercio en la región, Zenaida Condori, hasta el sábado los pacientes permanecían en afueras del hospital, en carpas y autos que acondicionaron para pasar las noches. Pero el mismo domingo, el ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, que permanentemente vista Arequipa para coordinar gestiones con las autoridades regionales, dispuso el traslado de unas 18 personas a uno de los módulos del hospital temporal que está construyendo el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS) del Minsa en el patio del hospital principal.
Eloy Soto, presidente del cuerpo médico del Honorio Delgado, logró conversar con el presidente Vizcarra y con Pilar Mazzeti, en la puerta del hospital. Su principal pedido era que el gobierno central intervenga ante los problemas de gestión de Cáceres Llica. “Los colegas se compran cada uno su propio EPP (equipo de protección personal), esta es la situación”, dijo. Luego de varios minutos en medio de la aglomeración, el mandatario se retiró. Antes de irse, recordó que el Minsa transfiere el dinero a los gobiernos regionales y son estos los que se encargan de los hospitales de su jurisdicción.
El gobernador sí estuvo presente en la entrega del centro de aislamiento de Cerro Juli, pero al Honorio Delgado no se acercó.
Carpas que desbordan
Arequipa vive uno de los momentos más duros de la pandemia y el recuento de casos no coincide entre lo que informa el Ministerio de Salud (Minsa) y la Gerencia Regional de Salud (Geresa). Según el ministerio, en la región hay 10.318 personas contagiadas y 555 muertos. Sin embargo, la gerencia regional da cuenta de 32.336 infectados y 702 fallecidos. Mientras tanto, el número de pacientes que requiere ser hospitalizado sigue superando la capacidad disponible del hospital Honorio Delgado, que desde que inició el estado de emergencia se convirtió en un centro exclusivo para casos COVID-19.
Eloy Soto informó que al menos hasta el domingo había 28 pacientes esperando en las carpas a que se desocupe una cama. El problema se agudiza porque hay menos personal disponible debido a contagios y algunos no tienen pagos, según denuncia Soto. En Cuarto Poder, dijo anoche que hay capacidad para 100 camas que aún no han sido entregadas por el Gobierno Regional de Arequipa. “Esto es incapacidad de nuestras autoridades, tanto de la dirección general de la gerencia regional y del gobierno regional”, agregó.
Además, el presidente de la Federación Médica de Arequipa, René Flores Figueroa, ha denunciando abandono de parte del gobernador regional. Dijo que desde el inicio de la pandemia se ha reducido la entrega de Equipos de Protección Personal (EPP) a los trabajadores de salud exponiéndolos a que varios de contagiaran con el virus.
Accidente de tránsito
La accidentada visita del presidente concluyó con otro accidente, pero vehicular. Una de las camionetas de la PNP que integraba la comitiva sufrió un choque cuando se dirigían hacia el aeropuerto de la ciudad.
La unidad se estrelló contra las rejas de un centro comercial, en la avenida Aviación. Producto del choque, tres personas resultaron heridas. Los dos policías y un militar fueron trasladados a la clínica San Juan de Dios.
Antes de la visita del Honorio Delgado, el presidente había adelantado que la región contará con 700 camas adicionales distribuidas entre el Cerro Juli (200), el mencionado nosocomio (200), el hospital Goyeneche (100), un centro en Cerro Colorado (100) y el Colegio de Abogados (100). Esta mañana, sin embargo, las carpas y los autos con pacientes conectados a balones de oxígeno volvieron a la puerta del hospital.
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