El Ñuro, una caleta de pescadores ubicada en la provincia de Talara, fue elegida para que albergue el parque submarino Arrecife Encantado. Allí se instalarán arrecifes artificiales y un campo de esculturas submarinas. La idea, según el biólogo Yuri Hooker Mantilla, jefe del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, es proteger el área marina de la pesca ilegal de arrastre y atraer fauna.
Hooker es el impulsor de la propuesta que, además, cuenta con el apoyo de los ministerios del Ambiente y de Energía y Minas, Prom-Perú, la Dirección de Capitanías de Puerto, la empresa Savia, Spondylus Escuela de Buceo, BPZ y otras entidades.
“Sabemos que en esa zona, entre El Ñuro y Cabo Blanco, no hay formaciones rocosas. Allí vamos a colocar esculturas marinas de mármol”, confirmó el reconocido biólogo.
Hooker Mantilla sostuvo que tiene como ejemplo el parque submarino de Cancún, en México. El proyecto ya está diseñado y ahora se trabaja en el procedimiento administrativo.
“Queremos que el parque submarino esté listo en diciembre de este año”, agregó el especialista.
PROTEGER EL LITORALHooker Mantilla explicó que, paralelamente al proyecto del parque submarino, han presentado ante el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) varios expedientes para proteger el área comprendida entre Cabo Blanco y Los Órganos, los arrecifes de Punta Sal, isla Foca y el banco natural de Máncora.
Sin embargo, uno de los problemas que les ha dificultado el avance de los expedientes elaborados es que aún no se ha recibido el consentimiento de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, pues en todas esas áreas existen numerosas concesiones petroleras.
“Nosotros les hemos dicho que la protección de esas zonas marinas no es incompatible con sus actividades, pero ellos aún no han respondido. Lo ideal sería que el Estado llegue a un acuerdo con las petroleras”, dijo.