Recién a las 5:45 p.m., los ministros de Estado que acudieron a Huancayo pudieron retirarse ayer del coliseo Wanka, donde se efectuó la tan esperada mesa de diálogo con representantes de los grupos de transportistas y agricultores del país. Fuera de este recinto, manifestantes recorrían las calles exigiendo, entre otras cosas, la presencia del presidente Pedro Castillo.
Pero a pesar del caos ocurrido en el sexto día del paro de transportistas de carga pesada, y la ausencia del mandatario, el Ejecutivo logró firmar una tregua de cinco días con algunos de estos gremios, para así levantar el bloqueo en las vías. No obstante, la tensión en Huancayo persiste; es más, para este lunes 4, un grupo de transportistas convocó a una paralización nacional en todas las modalidades. Además, pequeños grupos de comunidades de Junín desconocen los acuerdos firmados ayer. Todavía no se ha solucionado esta crisis.
Un día más de violencia
Al mediodía arribó a Huancayo un equipo formado por los ministros de Justicia y Derechos Humanos, Félix Chero; de Energía y Minas, Carlos Palacios; de Economía y Finanzas, Óscar Graham; del Interior, Alfonso Chávarry, y de Desarrollo Agrario y Riego, Óscar Zea. Ellos se unieron a los ministros Roberto Sánchez (Comercio Exterior y Turismo) y Alejandro Salas (Cultura), quienes ya se encontraban en la región desde el viernes.
Alrededor de la 1 p.m., mientras se instalaba la mesa de diálogo, manifestantes trataron de ingresar a la fuerza al estadio Wanka, por dos de sus puertas principales. Imágenes muestran que sujetos prendieron fuego a una de las entradas en las afueras del lugar.
Los manifestantes se dispersaron por las calles, pero fueron contenidos por la Policía Nacional, a través del uso de gases lacrimógenos, los cuales fueron usados en reiteradas ocasiones ayer.
La mesa de diálogo se reanudó como a la 1:30 p.m. Sin embargo, los actos de violencia –en menor intensidad que los ocurridos el 1 de abril– continuaron a lo largo de la tarde. Se reportaron nuevos ataques a las instalaciones de la Municipalidad de Huancayo y el Gobierno Regional de Junín. Asimismo, Canal N informó que unos sujetos trataron de saquear una pollería, ubicada en la intersección de la calle Real y jirón Huánuco, pero fueron interceptados por efectivos de la policía.
Vladimir Cerrón, líder del partido Perú Libre, denunció a través de redes sociales que durante este caos manifestantes apedrearon su casa en Huancayo.
“El lumpen proletario, como clasificara Marx, ha ido a violentar mi casa. He alcanzado al comandante general de la PNP, Gral. Vicente Tiburcio Orbezo, la identificación de los 10 delincuentes, espero sea diligente en su captura”, publicó Cerrón.
A pesar de estos altercados y marchas, que pedían a gritos la presencia del presidente Pedro Castillo, el mandatario se encontraba realizando actividades en San Martín, desde donde aprovechó para disculparse por haber dicho que el paro de transportistas está liderado por dirigentes “malintencionados” y “pagados”.
“De estos tropiezos, estos movimientos que se están dando por justas causas y razones, quiero aclarar al país y a los compatriotas que cuando me dirijo al pueblo peruano y en algunas de esas declaraciones ha habido un malentendido y las tengo que aclarar pidiendo disculpas o perdón al pueblo, las tengo que hacer mil veces, lo haré porque jamás tengo malas intenciones”, sostuvo Castillo.
El cardenal y arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto, expresó que el presidente Castillo debe ir a la ciudad andina “y no solo pedir disculpas”. Se prevé que el jueves 7 haya un Consejo de Ministros descentralizado en Huancayo, supuestamente con la presencia del mandatario.
Una jornada de pactos
La violencia no impidió que se llegue a un acuerdo parcial entre ciertos grupos de transportistas, agricultores y el Ejecutivo.
Entre lo más resaltante, el Gobierno propuso reducir en un 90%, y temporalmente, el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) del combustible. Asimismo, se anunció un proyecto de ley –que será presentado al Congreso– para, por tres meses, exonerar del pago de IGV a la cadena de producción de alimentos de la canasta básica, como el pollo, los huevos, la harina y los fideos.
Para Alonso Segura, profesor de Finanzas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y exministro de Economía, las medidas son adecuadas para momentos extraordinarios, como los que se viven ahora, tanto en el plano nacional como internacional.
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“Estos no son tiempos normales en términos del impacto a los precios. La situación ya era complicada en algunos mercados, en algunos bienes y servicios, a raíz de la pandemia. Pero a esto se sumó el conflicto entre Ucrania y Rusia. El sector energía y otros mercados, como el del trigo y el del maíz, han sufrido subidas importantes. No es una subida por demanda, es un fenómeno exógeno”, declara.
“En ese sentido, lo que se ha anunciado es razonable. Es una medida transitoria, pero hay que tener en cuenta que la subida de precios es muy fuerte. En algo ayudará”, agrega.
El especialista indica que lo ideal sería que la medida relacionada con el combustible fuese focalizada, es decir, que beneficie a los sectores más impactados por el alza de los precios. No obstante, recalca que “hay circunstancias donde se tiene que actuar”; además, puntualiza que es posible ejecutar acciones focalizadas para el GLP.
Sobre la exoneración del IGV en alimentos claves, Segura indica que en el caso del pollo, que es la principal carne de consumo en los hogares, su precio se ha elevado mucho.
“La subida del pollo fue muy fuerte. Esto podría ayudar a bajar la tercera parte de la subida. Y probablemente la medida vaya acompañada de ciertas acciones focalizadas, como la entrega de bonos a algunos hogares. Es importante generar estabilidad, mostrar que el Gobierno está actuando sobre ciertos bienes de consumo, que han podido incrementar su precio en 50% o 70%”, señala.
Respecto al sector agricultura, el Gobierno anunció la aprobación de un decreto de urgencia que permitirá el uso de leche fresca en la producción de productos lácteos, lo que limitará el uso de leche en polvo. Esto beneficiaría a los pequeños productores ganaderos.
Asimismo, el Ejecutivo informó que se incrementará la extracción de guano de isla y su venta a precio social, de 20.000 toneladas a 100.000 toneladas por año. Por otro lado, se planea reducir la venta de este producto para el extranjero, para así darle mayor prioridad a la demanda nacional.
—El 12 de abril entrará en operaciones la refinería de Talara. ¿Esto ayudaría a reducir el precio del combustible?
Petro-Perú produce combustible a partir del crudo que compra. Y este lo paga en dólares a la cotización internacional. No hay una razón técnica que justifique una reducción del combustible. Lo que sí es verdad es que la refinería va a permitir producir productos limpios, con menor contaminación. De paso, se ahorra la importancia de productos como la gasolina de alto octanaje o diésel. Pero esos ahorros van a permitir que Petro-Perú pague toda la inversión.
—¿Qué medidas a largo plazo se pueden ejecutar para evitar una nueva crisis del combustible?
En cuanto se resuelva el conflicto bélico, los precios podrán bajar, pero no será algo inmediato. Pero no se puede determinar cuándo acabará, por eso la medida de reducir el ISC del combustible tiene sentido. Pero no hay que perder de vista las medidas de fondo: ayudar que los vehículos de carga pesada pasen a gas natural. La tecnología ya permite cosas tan buenas como el gas natural licuefactado (GNL), que da una autonomía de 1.000 kilómetros. Además, el gas natural es mucho más barato, es abundante en el país y es más limpio.
—El gas natural a escala mundial también se ha visto afectado...
En los últimos meses, a escala mundial, ha subido el precio de todos los combustibles, incluyendo el gas natural. Sin embargo, este combustible se mantuvo con un precio estable en el Perú. Su precio no subió porque el contrato de Camisea tiene una cláusula de ajuste de precios que solo aplica una vez al año, y esta ya se aplicó en diciembre.