En una larga jornada de casi ocho horas, el ministro de Trabajo, Iber Maraví, intentó sin éxito convencer al pleno del Congreso de que no tenía vínculos con el terrorismo. La documentación fiscal y judicial que presentó no fue suficiente para disipar dudas de la oposición: incluso antes de que culminase su intervención de réplica tras el debate parlamentario ya había empezado a correr en el Parlamento una moción para censurarlo.
Hasta el cierre de esta edición, el documento promovido por Renovación Popular aún no era presentado, pero ya contaba con 42 firmas (son necesarias 33) de representantes de Fuerza Popular, Avanza País, Alianza para el Progreso, Acción Popular, Podemos Perú y Somos Perú-Partido Morado.
Durante el debate, algunos de los expositores de los mencionados bloques habían pedido a Maraví que renunciara a su cargo.
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La moción señala que durante la interpelación de ayer el ministro no logró desmentir de manera satisfactoria sus presuntas vinculaciones con el Movadef, órgano de fachada de Sendero Luminoso. “En ningún momento se ha deslindado de la ideología marxista, leninista, maoísta que profesa el grupo terrorista ni ha condenado los actos terroristas cometidos por este grupo”, indica el texto.
En este se recuerda que El Comercio reveló a fines de agosto que atestados policiales vinculan al ministro de Trabajo con atentados cometidos por Sendero Luminoso entre 1980 y 1981 en Ayacucho. Asimismo, lo relacionan con los terroristas Edith Lagos, Hildebrando Pérez Huarancca y Arturo Morote.
También se hizo referencia a otro informe de este Diario respecto a una denuncia penal del 2004 contra Maraví por el delito de terrorismo, en la modalidad de instigación. Por tanto, la moción considera que hay “fundados temores sobre su idoneidad para el cargo de ministro de Estado”.
Conocida la postura de la oposición, el legislador de Perú Libre Guillermo Bermejo respondió con un mensaje por redes sociales que ya había adelantado en el pleno ante la anunciada intención de censura. “Ha llegado el momento de responderles con la cuestión de confianza. Podrán tener los votos, pero no tienen la razón. Aquí nadie les tiene miedo”, escribió. Consideró además que la moción no tiene sustento.
Respuestas y dudas
Por una hora y media, Maraví respondió el pliego de siete preguntas de la interpelación. En su exposición, sostuvo que los atestados policiales que lo incriminaron “no son por sí mismos pruebas irrefutables”, que no conoció a los terroristas Morote y Pérez Huarancca, y que si bien este último es padre de su esposa, se casó con ella tras la muerte del mismo. Apuntó que conoció a Edith Lagos como estudiante de secundaria, pero no tuvo algún nexo con ella.
Sobre actos terroristas a inicios de la década de 1980 en Ayacucho en los que se le involucra, Maraví mostró declaraciones de otros involucrados y pronunciamientos fiscales y judiciales que –según afirmó– lo exculparon.
Respecto de la sentencia del 2009 en su contra por actos vandálicos durante una huelga magisterial realizada en Ayacucho en el 2004, replicó que fue anulada y que después el caso se archivó en el Poder Judicial.
También negó que tuviera alguna relación con el Movadef. “A la fecha no cuento con ningún antecedente penal, policial ni judicial”, sentenció. Refirió que los procesos en su contra son “cosa juzgada”.
Ya en su réplica final de casi media hora, tras el debate, el titular de Trabajo reiteró que no tiene vínculos con el Conare-Sutep, ala radical del magisterio vinculada al Movadef. No obstante, admitió que participó en un evento de la primera organización en el 2003 [ver imagen]. “Sí, yo fui vicepresidente. Sí, pues, ¿cuándo me han preguntado eso? ¿Alguna vez he negado que fui vicepresidente de un congreso, de una convención? ¿Y eso es delito?”, reclamó.
Lo cierto es que los argumentos de Maraví dejaron dudas en los parlamentarios, sobre todo respecto al porqué de su presencia física precisamente en lugares en donde se reportaron actos terroristas en Ayacucho.
“Usted se ha encargado de traernos la prueba, nos ahorró el trabajo de tener que presentarla porque evidenció que a lo largo de veintitantos años ha estado usted coincidentemente involucrado en actos atentatorios contra la propiedad pública, en actos vinculados con organizaciones terroristas”, dijo Gladys Echaíz, congresista de Alianza para el Progreso y exfiscal de la Nación. Aseveró también que “en los años 80, los jueces y los fiscales resolvieron en esa forma porque eran amenazados de muerte”.
Cuestión de confianza
En la jornada también se habló sobre la posibilidad de que el Ejecutivo presentara una cuestión de confianza por Maraví, tal como había advertido el primer ministro Guido Bellido, quien acompañó al titular de Trabajo en el Congreso por la mañana.
“De prosperar la censura después de esta interpelación, pediría al presidente Pedro Castillo y al premier que se pida la cuestión de confianza, porque de esa manera vamos a poner orden y respeto a un Ejecutivo y un gobierno para que se continúe haciendo este trabajo”, indicó Jaime Quito, de Perú Libre.
Este tema, sin embargo, parece haber sido abordado sin coordinación en el Ejecutivo. Dina Boluarte, vicepresidenta de la República y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, declaró en Puno que “en el Consejo de Ministros no se tocó el tema de la [cuestión de] confianza” y consideró que el jefe del Gabinete “está adelantando opinión”.
El presidente Pedro Castillo no se pronunció durante el día, salvo por un tuit en el que se refirió a la reunión del miércoles por la noche con una comitiva del Congreso. Ahí señaló que “la cuestión de confianza y la censura forman parte del equilibrio de poderes”.
Hasta anoche, las bancadas de oposición esperaban que el jefe del Estado retirara del cargo al ministro o que este dimitiera.
Especialistas responden
Las posibles salidas
Bruno Fernández, abogado constitucionalista: “Es posible en todo momento que el ministro presente su renuncia al cargo”
La salida está en la cancha del Gobierno, dependerá de qué mensaje quiere mandar. Para reforzar la posición de poder e institucionalidad de la presidencia, Castillo debería ser el principal interesado en que no se presente la cuestión de confianza. Hace varias semanas se supo que el primer ministro había pedido la renuncia de Maraví. Es posible en todo momento que el ministro presente la renuncia y el presidente la acepte. También el Congreso podría volver a interpelarlo, no necesariamente por lo mismo.
José Élice, exministro del Interior: “La mejor salida es que haya concordancia entre el Gobierno y el Congreso”.
Si el pliego interpelatorio satisface a la mayoría del Congreso, ahí quedaría; si no, es probable que se plantee una censura, que tiene su trámite y tiempos. La mejor salida siempre es que haya una concordancia deseable entre el Gobierno y el Congreso. Ha sucedido que sin esperar la censura, los ministros renuncian. Es una opción y se procede a nombrar a otro ministro. Creo que se está extremando el caso de un ministro en particular e involucrando a todo el Gobierno. Lo que se requiere es tranquilidad.