Luis Almagro pide no crear “narrativas de polarización y discriminación”: así fue la jornada inaugural de la asamblea de la OEA

El presidente Pedro Castillo y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, participaron el miércoles en la inauguración del 52° período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se desarrollará hasta este viernes en Lima. A propuesta del Gobierno Peruano, el tema principal de la reunión es: “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”.

La jornada de ambos funcionarios comenzó con un encuentro con organizaciones de la sociedad civil, en el que también estuvieron el canciller César Landa, el embajador del Perú ante la OEA, Harold Forsyth, así como representantes de las más de treinta delegaciones de países miembros.

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Dentro de ese diálogo, Almagro remarcó que la pandemia puso en evidencia que la desigualdad es una constante en la región, la cual afecta principalmente a las poblaciones vulnerables.

Intervención de Almagro y Castillo en diálogo con organizaciones

“No se puede continuar excluyendo. No es momento de insistir en crear y construir narrativas de polarización y discriminación, que solo llevan a mayor violencia y que nos distraen de las labores cruciales que tenemos por delante”, afirmó.

También señaló que “ir juntos contra la desigualdad nos exige despojarnos de nuestros prejuicios” y aceptar al que piensa distinto.

A su turno, Castillo expresó que, “además de garantizar los derechos y libertades fundamentales de las comunidades minoritarias, tenemos el objetivo de garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para las grandes mayorías”.

Horas después, Almagro participó en una rueda de prensa junto a Landa y Forsyth, en la que remarcó que, “200 años después de nuestra independencia, todavía seguimos siendo la región más desigual de todas”.

En la misma conferencia, el secretario general adjunto de la OEA, Néstor Méndez, dijo que las decisiones que se tomarán estos días en la asamblea orientarán las actividades y prioridades para la organización en el 2023.

Además, explicó que fue el canciller Landa quien propuso el tema principal de la asamblea y que en la Declaración de Lima –que se adoptará como conclusión del cónclave– se destacará “la importancia de realizar esfuerzos coordinados para luchar contra la desigualdad y la discriminación en todas sus formas y manifestaciones”.

Conferencia de Almagro, Landa y Forsyth

También adelantó que, ante los efectos de la pandemia, se impulsarán medidas para la recuperación y el fortalecimiento de “sistemas de salud inclusivos y resilientes”. Otros temas por desarrollar son la seguridad alimentaria, el liderazgo de la mujer y la promoción de la gobernabilidad democrática.

Por la tarde, Castillo retornó al Lima Centro de Convenciones, sede del evento, para inaugurar oficialmente la asamblea. “Quiero destacar y saludar que esta asamblea, máxima instancia de la OEA, se haya propuesto abordar de manera prioritaria la lucha que nos toca librar: unidos contra la desigualdad y la discriminación”, declaró en su discurso inaugural.

El mandatario consideró que “accionar de manera efectiva contra la desigualdad no pasa solamente por reducir los niveles de pobreza: es imprescindible desarrollar políticas de redistribución”. “Hay suficiente evidencia sobre los peligros que entraña [...] la concentración de la riqueza en manos de unas pocas familias cuando millones no tienen nada”, aseguró.

Discursos de Castillo y Almagro

Luego, destacó que se deben “derribar las brechas de la discriminación, que con frecuencia nuestras sociedades se ven tentadas a negar, encubriendo campañas de odio que, lamentablemente, se han desatado en muchos de nuestros países”.

A su turno, Almagro denunció el machismo y la homofobia, y se refirió al crimen organizado, el narcotráfico, las dictaduras, las vulneraciones de los DD.HH. y la libertad de expresión, entre otras problemáticas, como fenómenos que “afectan nuestras igualdades”.

Finalmente, el diplomático uruguayo afirmó que la democracia “nunca debe ser sacrificada, en ningún altar”, y que “los mandatos constitucionales deben ser respetados”.