César Acuña Peralta, el ex candidato presidencial que fue excluido de las elecciones del 2016 por entregar dádivas, se muestra en muy pocas ocasiones ante la prensa. Sin embargo, su nombre y el de la Universidad César Vallejo (UCV) –su universidad– han vuelto a sonar en todos los medios desde el censo nacional 2017.
Los criticados convenios que firmó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) con la UCV y el auspicio que la universidad dio al censo fueron parte de las razones por las que Aníbal Sánchez puso su cargo a disposición, renuncia que fue de inmediato aceptada por el Gobierno.
En medio de estos cuestionamientos, el líder de Alianza para el Progreso publicaba en Twitter fotografías de él bailando en una de sus actividades en la UCV de Lima este. Luego de su participación en la contienda electoral, César Acuña se ha dedicado a la universidad, su principal empresa.
Richard Acuña Núñez, parlamentario y segundo vicepresidente del Congreso, nos confirma que su padre está participando “constantemente” en todas las actividades de la UCV. “No está en campaña, está en el sector privado”, precisa.
El dueño de la UCV ha realizado diversos viajes. Según su reporte de movimientos migratorios, desde que fue excluido de la campaña registra 18 viajes al exterior, la mitad de estos hacia España. En este país europeo tenía hasta octubre del año pasado un proceso penal por el pregunto plagio en su tesis doctoral de la Universidad Complutense de Madrid. Este caso fue archivado por prescripción. Fue una de sus primeras victorias judiciales.
Acuña Núñez dice que, además de las actividades empresariales, su padre está trabajando en el partido que lidera. “Ese es el temor. Están viendo sombras. Él está tranquilo”, agrega a este Diario.
Una serie de decisiones judiciales en las últimas semanas le han dado un respiro legal a uno de los candidatos más cuestionados de la última campaña presidencial.
—La buena racha—Hace algunos días, El Comercio publicó que una jueza de la Corte de Lima resolvió a favor de César Acuña en el proceso por el plagio del libro del catedrático Otoniel Alvarado. La magistrada no se ha pronunciado sobre el delito (si se cometió o no el plagio), sino sobre la prescripción. Un tribunal en segunda instancia podría enviar este caso –que se dio a conocer durante la campaña– al archivo final.
Pocas semanas antes, fue absuelto del proceso penal que marcó con más fuerza su vida política, el caso llamado Plata como Cancha. Una grabación en la que se escuchaba ofrecer víveres presuntamente a cambio de votos fue el origen de la denuncia. Sin embargo, una jueza en La Libertad consideró que la fiscalía no pudo comprobar los delitos contra el derecho de sufragio y la fe pública en las modalidades de inducción al voto y falsedad genérica, respectivamente.
“El tiempo nos está dando la razón. Y esa es la tranquilidad que tenemos: el presidente del partido jamás obró mal”, asegura Richard Acuña, quien no se animó a asegurar que su padre será el candidato presidencial para el 2021. “Es el líder, pero es muy prematuro decirlo”, acotó. Lo cierto es que el camino está más limpio.
—Los procesos que se archivaron en un año—Agosto 2016Caso ViteriArchivadoSala de Apelaciones de TrujilloDelito de negociación incompatiblePena: 5 años de prisión Octubre 2016Caso Tesis DoctoralPrescritoJuzgado de Instrucción N° 42 de MadridDelito contra la propiedad intelectualPena: 6 meses a dos años Setiembre 2017Caso Plata como CanchaAbsueltoJueza María Rubio de la Corte de TrujilloDelito contra el derecho de sufragio y la fe públicaPena: 5 años Setiembre 2017Caso Panetones Don CésarArchivadoJuez Alberto Cruzado de la Corte de TrujilloDelito de negociación incompatiblePena: 4 años y ocho meses Octubre 2017Caso Libro de Otoniel AlvaradoPrescritoJueza María Sandoval de la Corte de LimaDelito contra los derechos de autorPena: entre 4 y 8 años de cárcel
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