En el último tramo de la campaña, al menos cuatro candidatos presidenciales siguen apelando al ataque directo contra uno o más de sus adversarios. ¿Qué enfoques han adoptado los aspirantes a Palacio para afilar sus críticas y cuál es la lectura política detrás de cada una?
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En diálogo con El Comercio, el politólogo Paolo Sosa explicó que, hacia el final de una campaña, se suelen advertir dos tipos de ataques entre candidatos. Uno va más orientado a restarle credibilidad al rival del mismo espectro ideológico y otro pretende marcar distancia absoluta de uno o más contrincantes. En el primer caso, es evidente la intención de ‘robar’ votos, mientras que en el segundo, se opta por un intento de quitarle votos al candidato más fuerte sin necesariamente capitalizarlos.
“Cuando se lanzan pullas, por ejemplo, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga y Keiko Fujimori, se están disputando a un mismo electorado de derecha o centro-derecha y, entonces, el ataque entre ellos tiene muchísimo sentido. Pero, cuando Verónika Mendoza critica a candidatos con los que no tiene coincidencias ideológicas, el ataque tiene un fin distinto. Sabe que no necesariamente les va a quitar los votos, pero sí puede intentar dispersar los votos de esos candidatos para restarles la poca ventaja que cada uno guarda”, señaló Sosa.
La también politóloga María Paula Távara coincide en este punto de vista.
“Uno debería esperar que el ataque no abonara demasiado. Sin embargo, se entiende que ahora mismo los candidatos se estén valiendo de los diversos medios posibles para no solo conseguir votos, sino quitar votos en dirección a otra parte, sin importar que ellos mismos se los ganen. En ese sentido, despertar temores, aprovechar malos mensajes o contradicciones de sus contrincantes sí les puede ayudar de una forma u otra”, indicó.
Verónika Mendoza contra De Soto y el recordatorio de su vacuna
Mendoza ha aprovechado en criticar abiertamente a Hernando de Soto (Avanza País). La candidata tomó la vacunación secreta de De Soto en Estados Unidos y su reciente propuesta de abrir las vacunas al sector privado para dirigirle calificativos y cuestionamientos éticos.
“Está también el candidato, a mi juicio el más conchudo de todos, que con su plata se ha ido a los Estados Unidos a vacunarse con una vacuna comprada por el Estado gringo y viene aquí a decirnos que si él es presidente, no va a comprar la vacuna. Así, en nuestra cara pelada, nos ha dicho”
Mendoza en conferencia de prensa desde el Callao, el martes 6 de abril.
“Quien se ha ido a Estados Unidos para vacunarse primero no tiene autoridad moral para fiscalizar. Si empieza primero mintiendo al pueblo peruano, ¿con qué cara luego va a garantizar que se vacune la gente de manera ordenada?”
Mendoza desde Iquitos el 27 de marzo.
Para Sosa, los ataques de Mendoza a De Soto son de corte clásico: una candidata de izquierda que reta moralmente a un candidato de derecha. “Es más, yo no lo enmarcaría como un ‘ataque’ propiamente, sino más bien como una movida por diferenciarse del candidato. Lo que hizo De Soto con su propia vacunación fue, claramente, un error personal, pero que inevitablemente está vinculado a algo programático”, dijo. El politólogo añade que el candidato de Avanza País está muy expuesto a los ataques en esta contienda porque ha acumulado errores, contradicciones y un mal control de daños, propios de su poca experiencia política.
Keiko Fujimori acusa de ‘pirateo’ a De Soto y también le recuerda su vacuna
María Paula Távara señala que Hernando de Soto -pese a su aparente popularidad entre nichos de votantes, como los sectores socioeconómicos altos- “tiene un voto que no necesariamente es tan ideológico o tan marcado por ciertas posturas políticas”. Por ello, considera que todos los candidatos que se disputan el empate técnico buscarán ‘golpearlo’.
Es el caso de Keiko Fujimori (Fuerza Popular), quien le disputa votos en el espectro de la derecha. Fujimori ha cuestionado que De Soto se atribuya “logros” del gobierno de su padre y también ha tomado el caso de su vacunación en el extranjero.
“Con referencia al candidato De Soto, lo hemos escuchado en las entrevistas y en el debate atribuirse los logros del Gobierno de mi padre. Yo le pediría que deje de piratear los logros de Alberto Fujimori. Él fue solo un asesor”
Keiko Fujimori en diálogo con la prensa en Tumbes, el martes 6 de abril.
“Lo que vemos es a un candidato que, quizás por las encuestas, está un poco sobrado o sobradazo. Yo le pediría un poco de humildad al señor Hernando de Soto. Ha sido asesor de mi padre, pero uno de muchísimos que ha tenido mi padre. (...) Y, en el tema económico, es importante señalar que quien se encargó de ver todo el tema para enfrentar la hiperinflación fue el señor Hurtado Miller. Él dirigió ese equipo. (...) [De Soto] no puede atribuirse logros que no le corresponden”
Keiko Fujimori en entrevista con RPP, el miércoles 7 de abril.
“Me ha preocupado mucho la declaración de Hernando de Soto, señalando que las vacunas se van a entregar a través del libre mercado, que se ponga un precio y que el precio sea el que el mercado señale. Esto para nosotros no es una posibilidad, y considero que es una barbaridad frente a la tragedia sanitaria por la que estamos atravesando. (...) Como él ya pudo recibir la vacuna, no tiene la mirada ni la percepción de la necesidad de los miles de peruanos que sí están esperando la vacuna de manera gratuita”.
Keiko Fujimori en entrevista con RPP, el miércoles 7 de abril.
Forsyth y el mensaje de la “mismocracia”
Antes de caer enfermo de COVID-19, el candidato George Forsyth (Victoria Nacional) destacó nuevamente el mensaje que ha venido impulsando en toda su campaña: la contraoferta que él representaría frente a los políticos “de siempre”.
Tanto María Paula Távara como Paolo Sosa sostienen que este enfoque de ataque de Forsyth pudo haber funcionado al inicio de la carrera electoral, pero que ahora ya perdió brillo por su constante repetición.
“Creo que el argumento de la ‘mismocracia’ se le desgastó. Y, considerando lo ocurrido en el debate presidencial, cuando las candidatas Mendoza y Fujimori lo confrontaron sobre su anterior alcaldía en La Victoria y su supuesta falta de lealtad a su electorado de entonces, el mensaje se terminó de caer. Usarlo ahora ya no tiene eficacia y, como vemos, ya ni provoca reacción de ningún contrincante”, comenta Távara.
“Creo que su discurso está muy visto. Empezó muy temprano con la ‘mismocracia’ y ya se le agotó. Precisamente, lo que se necesita en el último tramo de una campaña es la novedad para reforzar en lo posible la intención de voto. El mensaje le pudo beneficiar al inicio o le puede seguir beneficiando con los votantes que se mantienen fieles, pero la estrategia ya es cansina para otros y no necesariamente convence en estos pocos días decisivos”, refiere Sosa.
“Si dejamos que los mismos de siempre continúen en el poder, estaremos condenando a nuestras familias a un futuro desolador”
George Forsyth, 1 de abril, desde Cajamarca
“Los ciudadanos se deben haber decepcionado en el debate de López Aliaga, Lescano, Keiko y Verónika. Es evidente que no han dado la talla y el diferenciador se ve reflejado en el sentimiento que vemos en las calles”
George Forsyth, 1 de abril, desde Cajamarca
“Los peruanos estamos cansados del populismo, y encima ridículo, como si los peruanos no supiéramos pensar”
George Forsyth, 1 de abril, desde Cajamarca
Pedro Castillo contra Verónika Mendoza y los políticos “oportunistas”
El candidato presidencial Pedro Castillo (Perú Libre) ha optado por criticar a Verónika Mendoza, a quien vería como un blanco para arrebatarle algunos votos ideológicos.
“No solamente cierta candidata [Verónika Mendoza ], sino el resto [de candidatos] que solo aparece en campaña. ¿Cuándo ha aparecido? ¿Cuándo han ido a una lucha de los trabajadores, de los médicos, de los enfermeros, de los agricultores? Toda esta clase política sale a hablar y parece que ahora vivimos en un paraíso. No les falta agua, no les falta luz”.
Castillo en el programa Agenda Política, de Canal N, el domingo 4 de abril.
“No me importan las opiniones de gente que no conoce la realidad del país, de gente que agarra un tintero, una pluma y desde un pupitre cree que el Perú se diseña así. Yo no necesito disfrazarme de paisano para llevarle una propuesta a mis hermanos. Yo soy chacrero, soy rondero, soy agricultor y soy maestro a mucha honra”.
Castillo en entrevista con RPP del martes 6 de abril.
“La diferencia [con Verónika Mendoza] es que yo no soy oportunista, yo no soy farsante, no me aparezco cada vez que hay elecciones. Yo estoy cada día con los trabajadores de la calle, con los sindicatos, con profesores y médicos, yo gasto mi zapato. Yo sí soy de izquierda; ella, no sé, mejor que explique quién financia su poderosa campaña”.
Castillo al diario Trome, en una entrevista publicada el miércoles 7 de abril.
El politólogo Paolo Sosa sostiene que Castillo estaría aprovechando en hacerse notar como una opción “de verdadera izquierda”. “Creo que sí puede haber votantes que, de pronto, con las intervenciones constantes de Castillo en medios, vean en él una opción ‘más izquierdista’ que en Mendoza. Hay que recordar que Mendoza tiene electores mayormente de centro-izquierda, pero también tiene -en menor suma- un electorado de izquierda que responde a las alianzas que ha ido construyendo. Entonces, Castillo sí tiene posibilidad de ‘robar’ votos si sigue exponiendo sus discursos y, además, usar el tiempo para atacar a Mendoza”, refiere.
Los “silenciosos” Lescano, De Soto y, últimamente, López Aliaga
De los candidatos con mayores posibilidades, quien menos ha recurrido a los ataques es Yonhy Lescano (Acción Popular). Aunque los utilizó durante el debate de América TV y Canal N contra Verónika Mendoza (Juntos por el Perú), su rival más directa, el aspirante ha regresado a una conducta pacífica.
El politólogo Paolo Sosa lo describe así: “Es un candidato que se ha sentido lo suficientemente cómodo como para no golpear porque eso le abriría un flanco que no le conviene. Su campaña ha estado guiada por esa lógica. Y, además, cuando lo hemos visto ‘pegar’ a un rival, tampoco le ha salido bien”.
La politóloga María Paula Távara anota que Lescano, si bien no ha arremetido contra rivales, sí ha tomado una postura defensiva frente a los medios de comunicación en entrevistas.
“Ahora mismo, los ataques de los otros candidatos no vienen directamente contra él y, sin embargo, su actitud ante los medios ha sido permanentemente reactiva. Lo que está haciendo últimamente es tratar de defenderse de supuestas difamaciones con una agresividad que no lo ayuda porque son cortos momentos que podría aprovechar en lucirse como la opción preferente en la cola”, reflexiona Távara.
Más recientemente, otros candidatos que no han utilizado pullas directas contra rivales son Hernando de Soto y Rafael López Aliaga. Los especialistas coinciden en que De Soto busca enfocarse solo en el final de su campaña para permitirse el posible salto a la segunda vuelta, mientras que López Aliaga ha cedido en su discurso agresivo para no disipar los reflectores tras la mala performance que tuvo en el debate del JNE.
“Considero que frente a esta pésima presentación de López Aliaga en el debate, el candidato de Renovación Popular afectó su propia imagen de ‘mejor gerente del Estado’ y político confrontador solvente. Ese día, comunicó muy mal y se vio una falta de coherencia con la imagen que construyó en campaña”, explica Távara.
El último miércoles, el partido Renovación Popular circuló un comunicado de rechazo a unas recientes expresiones de De Soto con respecto a Jesucristo. “Con una imagen caída, lo que queda es apelar al voto conservador y confesional que, en parte, sí sigue apoyando a López Aliaga”, agrega la politóloga.
Para Paolo Sosa, De Soto ya no buscaría pelea a estas alturas porque necesita afianzarse con los electores. Además, los traspiés que ha tenido en la campaña, acumulados ahora con nuevas frases y rectificaciones suyas, lo colocan en una situación vulnerable.
“De Soto es un candidato muy fácil de atacar porque comete demasiados errores. Él mismo ha cedido los espacios para el ataque. Se contradijo con el tema de los privados y las vacunas, por ejemplo. Pero ha agrupado muchas más contradicciones a lo largo de la campaña. Y también ha demostrado algunas características negativas, como su vanidad. Un candidato que tiene posición expectante en las elecciones, que comete muchos errores y que, además, tiene un electorado muy volátil, es un candidato que invita al ataque”, indica Sosa.
Este jueves, en su último viaje a Juliaca, De Soto aprovechó el baño de popularidad para recordarle a Lescano que lo había desafiado a un debate en Puno semanas atrás. “Yonhy, tu gente está diciendo que te corriste”, exclamó desde un estrado frente a sus simpatizantes. Un golpe esperable y estratégico, considerando la posibilidad de que Lescano, nuevamente, no le responda.