El candidato presidencial de Victoria Nacional, George Forsyth, cuestionó a sus rivales electorales que buscan acceder al Ejecutivo “para obtener monopolios o para indultar a su papá”, y consideró que la corrupción es el principal problema que tiene el Perú.
“En el fondo a los mismos de siempre solo les interesa llegar a la Presidencia para enriquecerse, sacarle provecho al Estado, para dejar de pagarle las deudas a la Sunat, para obtener monopolios o para indultar a su papá”, sostuvo durante su participación en el Foro Anticorrupción organizado por la Contraloría General de la República.
MIRA: Ollanta Humala sobre Verónika Mendoza: “Muchas de las anotaciones de las agendas en general se las he dictado a ella”
“El problema de la corrupción puede parecer lejano, pero es el verdadero enemigo de todos los peruanos y particularmente afecta más a los más necesitados”, señaló.
Forsyth consideró que el Perú “tiene recursos, pero el problema es que se los roban” y lamentó que 7 millones de ciudadanos no tengan acceso al agua potable en el país. Dijo creer que dejar vivir a la población sin servicios básicos “no es digno”.
MIRA: Luis Solari se une al equipo de De Soto: “No confío en los candidatos que están en los extremos” | Entrevista
“Todos los problemas del Perú son culpa de la ‘mismocracia’, de los políticos de siempre y la mejor aliada siempre ha sido la maldita corrupción. Son 7 millones de compatriotas, uno de cada cinco peruanos que no tiene agua o desagüe en sus casas, ¿creen que sus vidas pueden tener dignidad así? No es digno, es inhumano”, manifestó.
“No entiendo cómo pueden dormir tranquilos los políticos de siempre cuando por su culpa hay más de un millón de niños con anemia”, remarcó.
Redes-forsyth
TE PUEDE INTERESAR:
- Fact-checking: George Forsyth y su frase sobre la necesidad de que los delitos de corrupción sean “de lesa humanidad e imprescriptibles”
- Debate de El Comercio: Representantes de cinco partidos evaluaron a candidatos presidenciales y se lanzaron pullazos | VIDEO
- “A ver, qué propones”, la crónica sobre el debate de El Comercio, por Fernando Vivas