“Es insostenible su presencia dentro del Gabinete”, declaró de modo enfátivo el director de Proética, Samuel Rotta, luego de que El Comercio revelara que el actual ministro de Trabajo, Iber Maraví, aparece vinculado a atentados de Sendero Luminoso en la región Ayacucho, entre 1980 y 1981.
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La Unidad de Investigación de este diario, reveló que Maraví aparece vinculado a atentados de Sendero Luminoso en la región Ayacucho, entre 1980 y 1981, junto a los terroristas Arturo Morote, Hildebrando Pérez Huarancca y Edith Lagos, quien fue abatida en setiembre de 1982 durante un enfrentamiento con las fuerzas policiales.
En diálogo con El Comercio, Samuel Rotta remarcó que se debió realizar una evaluación previa tanto con el titular de Trabajo, como de otros ministros del Gabinete actual.
“De hecho era unos de los miembros del Gabinete que ya tenía cuestionamientos previos. Lo que ahora ha salido, alimenta esa necesidad de recambio”.
“[¿Debe renunciar al cargo?] Por eso mismo, por sus antecedentes, son evidencias fuertes como para no mantenerlo en el cargo. Debieron haber hecho antes estas indagaciones, debió haberse aplicado filtros más exigentes, no solo en su caso, sino en buen parte del Gabinete. Queda claro que no lo hicieron y ahora el gobierno está en la necesidad de tomar en consideración estos correctivos en la brevedad posible”, puntualizó.
Además, consideró que “sería mucho más saludable” que el propio ministro de Trabajo presente su renuncia “ante estos hechos e informaciones”.
“Como lo mencioné anteriormente, el propio ministro ya sabía perfectamente de sus antecedentes o ya debería haber sabido, y aun así aceptó el cargo. [Que renuncie él mismo] Dudo que ocurra. En cualquier caso, el presidente Castillo debe hacer un cambio en las decisiones del gabinete”, agregó.
Indicó que la elección de un ministro no debe “pasar por alto este tipo de características: que no tengan cuestionamientos”.
Transparencia
El Comercio también consultó a Ivan Lanegra, secretario general de Transparencia, quien señaló que es responsabilidad “del gobierno” la presencia de los ministros porque “son ellos responsables de la decisión de la elección de un funcionario público”.
En relación a los antecedentes mostrados por la Unidad de Investigación de El Comercio, mencionó que “si hay una mala acción en la gestión, una forma de responder es renunciar”.
“Esa situación tiene que ver con la evaluación del perfil de la persona, una mala evaluación a quien le corresponde es quien lo designó. Eso es independiente de la voluntad de retirarse que es algo que puede ocurrir, pero es responsabilidad de la persona que lo designó. El problema recae ahí en un problema con los antecedentes de una persona que debió ser considerado antes de la designación”.