Desde que fue designado el lunes por el presidente Pedro Castillo como su asesor, el exalcalde de Lima Ricardo Belmont ha realizado tres transmisiones en vivo a través de sus redes sociales, donde ha contado detalles de su nombramiento y explicado el rol que tendrá en el gobierno de Perú Libre, al cual le quiere quitar la etiqueta de “comunista”.
“El asesor es el que te dice, como el médico, mira este es el diagnóstico que tengo yo, pero el que aplica la medicina eres tú. Mis espartanos están felices, se sienten representados”, refirió Belmont.
Según el reglamento de Organización y Funciones del Despacho Presidencial, los consejeros presidenciales “no tienen atribuciones políticas, normativas, administrativas, ejecutivas, ni administran recursos presupuestales”. Precisa que están obligados a “guardar reserva respecto a la información privilegiada a la que tiene acceso”.
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La misma norma señala que el cargo “no genera vínculo laboral de ninguna naturaleza con el Despacho Presidencial”.
El analista político Jeffrey Radzinsky consideró que la designación de Belmont como asesor constituye “un error”, porque son más los pasivos que tiene que los activos y no contribuirá a la “construcción de consensos” en el mismo Ejecutivo.
“El presidente Castillo ha demostrado no tener figuras políticas a las cuales recurrir, Belmont es alguien que viene con más críticas que reconocimientos. Una muestra de ello es que no le fue nada bien en las municipales [de 2018] y las propias declaraciones que ha tenido en contra de este gobierno. Pero también tiene coincidencias con Perú Libre, como lo es el tema de la familia”, manifestó a El Comercio.
Radzinsky, director del Grupo Fides, también afirmó que Belmont puede convertirse en un nuevo vaso comunicante entre el mandatario y el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, a quien también es cercano desde hace tres años.
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“Hay más de un vaso comunicante entre el partido y el presidente, está el ministro del Interior [Luis Barranzuela], y una serie de congresistas que no terminan con alinearse con un liderazgo, y el exalcalde podría ser uno más, él tiene cercanía con Perú Libre y con Cerrón desde el 2018, no es algo de esta campaña”, finalizó.
El congresista Jaime Quito (Perú Libre) dijo que la designación de Belmont como asesor del mandatario no le genera ni una preocupación ni tampoco es “una alegría” para su agrupación.
“Me preocupa más el Gabinete, y como bancada no hemos conversado sobre ese tema [si apoyamos o no ese nombramiento]”, expresó en breve comunicación con este Diario.
El tercer llamado
Belmont justificó su decisión de aceptar ser consejero de Castillo Terrones, a quien había cuestionado duramente hace una semana (vaticinó que acabaría “preso” o “rico y fugado”), al contar que el jefe de Estado lo llamó hasta en tres oportunidades para ofrecer ese cargo. Y le firmó un compromiso denominado “las vigas maestras”, los lineamientos de su partido Obras, que está en proceso de reinscripción.
“Miren señores, saben por qué estoy cambiando, porque el presidente me llama por tercera vez y me firmó las vigas maestras, hasta que no firmó, no tenía nada de qué hablar”, refirió.
El asesor dijo que aún no ha conversado “mucho” con el presidente respecto a qué es lo que quiere para su administración, pero remarcó que le dará sus ideas sobre lo que atravesó en la Municipalidad de Lima durante dos períodos entre fines de los ochentas e inicios de los noventa.
“Si tú no has jugado en la cancha, no puedes ser consejero, cómo puedes aconsejar si nunca has subido al ring”, añadió.
El exalcalde de Lima adelantó que una de sus tareas será apoyar a Castillo Terrones a que su gobierno sepa comunicar lo que quiere.
“Lo que yo quiero ahora es apoyar al presidente para que sepamos comunicar lo que queremos, para desvirtuar la idea de que este es un gobierno comunista, que este es un gobierno de terrucos”, expresó.
Incluso, dijo que para ser “transparentes”, le “encantaría” transmitir en directo determinadas reuniones que tenga con el jefe de Estado y las conversaciones que pueda tener con los ministros de Estado.
“A mí me encantaría que determinadas reuniones [con Castillo] sean grabadas y que el pueblo sepa lo que estoy diciendo en vivo y en directo. Pero que a mí me guste, no quiere decir que el presidente lo va a hacer […] Le voy a pedir al presidente que me autorice a grabar todas mis intervenciones, cuando sean con ministros o tengan que ver con el Estado, no quiero nada bajo la mesa”, subrayó el ex conductor de televisión.
Belmont señaló que se debe cambiar la percepción que tiene un sector de la ciudadanía respecto al Ejecutivo: “[hay que] quitarle la idea a la gente de que le van a quitar la casa, los negocios, de que los van a hacer quebrar, eso no va a ocurrir”.
Uno de los ejes
El nuevo asesor presidencial reveló que la noche de lunes, los representantes de más 3.500 radios y televisión del interior del país lo llamaron para reunirse con él, a fin de acceder a publicidad estatal. “El dinero, ya se lo he dicho a Castillo, tenemos que dárselo a aquellos que promueven la unión de los peruanos y no la división”, complementó.
Belmont aseguró que en la actualidad el gobierno enfrenta “una lucha mediática” y reiteró que el dinero del Estado solamente será para aquellos medios que “contribuyan a hacer patria”.
El exalcalde de Lima ha referido que su trabajo como asesor se limitará a acudir a Palacio de Gobierno una o dos horas, cada vez que Castillo lo convoque, y en paralelo continuará con el proceso de reinscripción del partido Obras, con el que tentó la Presidencia en 1995. El objetivo de Belmont sería participar en las elecciones regionales y municipales del próximo año. Sin embargo, solo tiene hasta el 5 de enero, cuando vence el plazo, para lograr que la reinscripción de su organización política.
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Belmont fue candidato a la alcaldía de Lima del partido del lápiz en las elecciones de 2018, cuando la agrupación se llamaba Perú Libertario. La ex autoridad edilicia utilizó un discurso xenofóbico durante la referida campaña, como cuando denunció que más de un millón de venezolanos, a pesar de que el Reniec había precisado que solo 26 extranjeros tenían derecho al sufragio en aquellos comicios.
También recibió un llamado de atención del Ministerio de la Mujer, después de que refiriera, en la misma campaña, que su esposa le “agarra la ‘cosita’”, al presentarla en un mitin en San Juan de Lurigancho.
Y durante la pandemia, Belmont ha cuestionado la existencia del COVID-19, se ha opuesto a las medidas restrictivas dictadas por el gobierno para evitar la propagación del virus y ha promovido el desacato de estas, al asistir a la playa sin utilizar mascarilla, y ha asegurado que las vacunas pueden causar esterilidad, lo cual es falso.
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