En la búsqueda de la equidad, la representación importa. Desde inicios del 2022, la Comisión de la Mujer Industrial tuvo un norte claro: reducir la brecha de género. “Esta es una iniciativa importante de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), que da a las mujeres una oportunidad de participar en el desarrollo de la industria con igualdad de oportunidades. Somos 13 directoras divididas en diferentes rubros”, comenta Magali Simon, actual presidenta de esta comisión.
Trabajo femenino
Ella pertenece a la industria textil y de la confección, donde ha visto el incremento del reconocimiento del trabajo de la mujer y también lo que se necesita para continuar creciendo. “La mujer es un elemento muy importante en este sector, por el aporte que damos. Por otro lado, la escasez de ofertas de enseñanza no ayuda a mejorar las técnicas en este sector. Por eso, mi enfoque consiste en que haya más capacitación para que el Perú también sea reconocido por su diseño exportable al mundo”, acota. Simon está enfocada en organizar actividades dirigidas al empoderamiento de la mujer y en resaltar casos de éxito. “Este año se inició mi periodo como presidenta, y mi objetivo no es tomar las decisiones sola, sino que las directoras en conjunto aportemos para destacar e inspirar a las siguientes generaciones”, afirma.
Momento histórico
Este año, Pola Guanilo se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de primera vicepresidenta de la SNI, desde que este gremio empresarial se fundó, hace 128 años. Este es un hito importante para el que ella está preparada. “Vivo de hacer industria en el Perú, sé lo difícil que es y todos los problemas que se presentan. Por ello, es importante para mí que exista un espacio para personas como yo, que creen en industrializar y transformar”, enfatiza Guanilo.
A través de su nuevo cargo, espera apoyar a todo el que intente hacer industria en el Perú. “Mi visión es forjar un camino más claro, equilibrado y más justo”. Guanilo recuerda haber sido la única mujer trabajando en una planta de producción, situación opuesta a lo que ocurre en su propia empresa. “Muchas mujeres trabajan con nosotros, y no porque tenga una preferencia de género. Elijo a quien califique para el puesto, y casi el 95% del personal son mujeres. Muchas veces la empresa se convierte en un trampolín para que ellas crezcan y sean agentes de cambio”.
Desde el gremio, Guanilo aboga por la unión. “Tenemos que fomentar la unidad de la mujer industrial y prepararla para los cambios que el Perú requiere”.
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