Pocas series de televisión han tenido como personaje principal a una persona con el espectro autista. Quizás una de las más famosas es “The Big Bang Theory” (2007), sin embargo, el personaje de Sheldon Cooper nunca fue diagnosticado como tal, e incluso en algunos capítulos menciona que pasó varios exámenes y salió “normal”, a los que sus amigos responden con sarcasmo. Una serie en la que el protagonista sí menciona que se encuentra dentro del espectro autista es “The Good Doctor”, ficción de Amazon Prime que se estrenó en el 2017, mismo año en la que se estrenó la serie “Atypical” en Netflix. Esta última rompió estereotipos sobre cómo es una persona con autismo.
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Tras tres temporadas exitosas, sin llegar a convertirse en una serie juvenil tan famosa como “Por trece razones” o “Stranger Things”, “Atypical” logró conquistar un público joven y no tan juvenil que disfrutaba de las series dramáticas, romances adolescentes y buenas historias. Esta ficción creada y escrita por Robia Rashid estrenó su última y cuarta temporada en Netflix, y con esto cierra la historia de un chico que intenta hacer una vida normal a pesar de la sobre protección de sus padres y que a nuestro pesar no vivimos en un mundo inclusivo.
Como se recuerda la primera y segunda temporada narra cómo Sam (Keir Gilchrist) interactúa en la secundaria, mientras sus padres intentan dejar de ser sobre protectores con él. Además, se muestra la lucha interna de Doug Gardner (Michael Rapaport) por entender a su hijo. Su hermana menor Casey (Brigette Lundy-Paine) y su mejor amigo Zahid (Nik Dodani) son sus grandes aliados y quienes suelen darle consejos, a veces poco útiles, para enfrentar la vida.
En la tercera temporada, se muestra el inicio de la vida independiente de Sam. Si bien el siempre trabajó en una tienda de tecnología para tener dinero propio, en esta temporada se explora cómo debe manejar su ansiedad y establecer nuevos vínculos en la universidad.
En esta última temporada, Sam tendrá nuevos retos y sueños, pues a medida que uno crece empieza a entender cuál es su misión en la vida o qué es lo que realmente quiere hacer el resto de ella. El joven, que ya no es un adolescente porque ya está por cumplir 21, encontrará una nueva meta vinculada a su más grande pasión: los pingüinos.
LO BUENO
La última temporada de “Atypical” inicia con el pie derecho. Como en las anteriores, Keir Gilchrist hace una buena interpretación de un joven con autismo. Logra que la audiencia entienda que tiene un proceso de comunicación diferente, pero que al final, a pesar de los modos, funciona y logra comunicar lo que quiere, siente y piensa.
Si bien las primeras temporadas fueron criticadas porque no incluían a personajes que realmente se encontraran en el espectro autista, en la tercera y cuarta temporada, solucionan eso. Hay un grupo al que Sam puede recurrir y que lo entienden, pues si bien Zahid, Paige y Casey, hacen su mejor esfuerzo, es necesario tener a más amigos en su entorno.
La actriz Brigette Lundy-Paine, quien da vida a la hermana menor de Sam, Casey como siempre hace un gran papel en la ficción. Es capaz de mostrar sus luchas internas. Ahora, ella está cerca de culminar la escuela y debe hacer todo lo posible para poder ingresar a la Universidad de California junto a su novia Izzie (Fivel Stewart).
La trama continúa siendo interesante, el guión permite que el televidente disfrute de las ocurrencias de Sam, Zahid y de los gritos de Paige cada vez que algo no sale como ella quiere. Además, se pone un reflector en la historia de los padres de Sam, quienes ahora tendrán que vivir con la idea de su hijo ya no es un adolescente y que deben continuar su vida, y sobre todo arreglar su matrimonio.
LO MALO
En general los cinco primeros episodios están bien interconectados y se nota que van hacia una misma dirección. Sin embargo, hubo una escena en la que se sintió forzada el mensaje positivo que quisieron brindar.
Algunos de los protagonistas empiecen una revolución en contra de las etiquetas de vestimenta, sin embargo, no profundizan en el tema, y solo termina siendo una escena en la que hombres usan falda y las mujeres pantalón. Creo lo hicieron con una buena intención, pero terminó sintiéndose forzada.
EN CONCLUSIÓN:
Es una serie con la que es muy fácil conectar. Gilchrist realiza un buen trabajo en esta ficción. Además, los personajes secundarios tienen historias que suman a la serie y que mantienen nuestro interés. En mi humilde opinión, es una de las mejores series de Netflix, pues no necesita de estrellas famosas para impactar de forma positiva en la audiencia. Es una ficción para ver en familia, un domingo por la tarde, o una capítulo tras una larga jornada laboral para sonreír antes de ir a dormir.
LA FICHA:
Sinopsis: Se centra en la vida del chico de 18 años Sam Gardner (Keir Gilchrist), quien tiene un trastorno del espectro autista.
Personajes: Jennifer Jason Leigh Keir Gilchrist Brigette Lundy-Paine Amy Okuda Michael Rapaport
Temporadas: 4
Episodios: 10
Duración: 30 minutos
Calificación: ★★★★
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