Ni bien entrados los primeros minutos del episodio, tenemos a un padre espetándole a su propio hijo una frase tan atroz como desternillante: “You wanna suck my dick?”. Mejor dejarla así, sin traducción, para no herir susceptibilidades. El enunciante es Logan Roy (Brian Cox) y el aludido es su caprichoso hijo Roman (Kieran Culkin), protagonistas de uno de los tantos duelos verbales que hacen de la serie de HBO “Succession” una obra maestra de la ofensa y la diatriba.
El esperadísimo inicio de su tercera temporada (aplazado por la pandemia) nos ubica en un punto crítico para la multimillonaria pero disfuncional familia Roy, dueña del conglomerado de medios Waystar. Al cierre de la entrega anterior, Kendall Roy (Jeremy Strong) había decidido delatar al patriarca Logan en el caso criminal que enfrenta la compañía. Su objetivo: tomar las riendas de la empresa y, al mismo tiempo, deshacerse de la carga paterna que lo ha agobiado de por vida.
En ese impulso parricida de Kendall es que “Succession” encuentra el caldo de cultivo para combinar la ambición desmedida por el poder y los dilemas familiares. Y aunque el contraste entre la personalidad temible del viejo Logan y la del inseguro Kendall pueda dar a entender que hay un vencedor seguro en la lucha desigual, la trama gana en sorpresa e impacto justamente cuando los papeles se invierten.
Porque buena parte del encanto de “Succession” está en la intriga de ver cómo un personaje tan débil e impredecible como el heredero Kendall Roy puede haber puesto en jaque el imperio de su padre. El papel de Jeremy Strong (que le valió un más que merecido Emmy interpretativo) es el de un ‘yuppie’ lleno de disfuerzos, una sombra balbuceante y nerviosa que, tras tantos y sucesivos fracasos, actúa con la irresponsabilidad y el riesgo del que no tiene nada que perder.
Pero no es el único en una posición parecida: ver inmersos en tensas discusiones a personajes como Roman, Tom o Greg –un trío que con sus torpezas confieren la justa cuota de comicidad a esta sátira agria– confirma que, hasta cierto nivel, cualquier giro puede tener lugar en el complejo entramado de cálculos y pugnas que es “Succession”.
Por lo demás, este primer capítulo es promisorio en muchos niveles. Para empezar, porque se perfilan bastante bien nuevos ingresos como el del personaje de la abogada Lisa Arthur (Sanaa Lathan), y se sabe que en los siguientes episodios también tendrán participación actores como Adrien Brody y Pip Torrens.
Las implicancias legales por la difícil situación de Logan Roy también expanden el alcance de la serie más allá del escenario mediático: da la impresión de que irrumpirán con más fuerza las alusiones al FBI, al Departamento de Justicia e incluso a la Casa Blanca. De hecho, la secuencia en la que Gerri Kellman (J. Smith-Cameron), la consejera de Logan, hace una llamada intentando tener llegada al Presidente de los Estados Unidos debe de ser uno de los mejores momentos del episodio. Una lección sobre la puesta en escena del soborno no dicho, de la amenaza velada y de los silencios.
También está perfectamente articulado el desarrollo de la acción en tres escenarios: el de Logan y su equipo viajando a Sarajevo, el de Shiv buscando alternativas de solución, y el de Kendall preparando su gran golpe. Una triangulación que favorece el ritmo narrativo, y que utiliza muy bien el recurso de las conversaciones telefónicas –siempre los teléfonos son importantes en “Succession”– como un mecanismo de diálogo a medias, de estrategia, secretos y complot.
Nuestro destacado final, como no podía ser de otra manera, es para el guion de Jesse Armstrong, el creador de la serie. Un verdadero torrente de intercambios ingeniosos, ataques afilados y hasta reflexiones profundas que no ceden al efectismo de la simple pirotécnica verbal, sino que quedan plenamente justificadas en boca de unos personajes detestables y al mismo tiempo fascinantes. En algún momento “Succession” reclamará su amplio lugar en una eventual antología de las grandes frases de la televisión estadounidense. Como diría Logan Roy: “Aquí trabajamos con saliva y adrenalina”.
El dato
“Succession” estrena nuevo episodio cada domingo a las 8 p.m. en HBO y la plataforma HBO Max.
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