De mirada tímida y amable, Mina El Hammani accede a posar brevemente para el lente de Saltar Intro, durante la presentación de la segunda temporada de “Historias para no dormir”, en la XIV edición del FesTVal celebrada en Vitoria-Gasteiz, en setiembre pasado.
Con la promesa de volvernos a encontrar, conversamos con la actriz de 28 años, vía telefónica, de este nueva entrega del clásico del terror español que protagoniza junto a Álvaro Morte, y que llega a Prime Video el 28 de octubre pero también de sus retos como productora, sus admiración por el cine latinoamericano y un tema que está latente en ella, la búsqueda de una identidad propia, tanto a nivel profesional como personal.
-En Perú te conocemos por “Élite” sobre todo y también por “El internado” y el 28 de octubre llega el estreno de la segunda temporada de “Historias para no dormir”. No has parado en estos últimos cinco años.
Es que es muy ambiguo decir ‘no has parado’ porque al final como actor, lo que el público ve es que se repone una serie que se ha grabado hace cuatro meses y yo, de repente, he tenido mi parón de cinco meses en el que he dicho ¿Y ahora qué hago con mi vida? Me voy a Estados Unidos, a aprender inglés, armo mi propia productora para seguir trabajando y desarrollando proyectos que a mí me parezcan interesantes. Pero sí, ha sido una montaña rusa. Desde hace cinco años, desde que se estrenó “Élite” es verdad que no he parado a nivel laboral y personal. Creo que a nivel psicológico hay algo por lo que deberíamos de repente frenar y preguntarnos ¿Qué es lo que has pasado? ¿Dónde has estado? ¿Qué has vivido?
Yo he pasado también por situaciones personales muy trágicas (la muerte de su padre), entonces necesitamos frenar y sobre todo pensar en uno mismo porque esta profesión es maravillosa pero te come.
-Has dicho en alguna entrevista que desde la partida de tu padre lo que digan los demás de manera negativa no te afecta como antes, en relación a los que critican o cuestionan tu origen. ¿Cómo vives ese duelo actualmente?
La verdad que sigo pensando igual. Lo que pasa es que es humano que te afecten ciertos comentarios aunque ahora ya no me afectan tanto como antes. En cuanto al duelo es algo que uno no sabe en qué momento lo está pasando. Yo, entre comillas, tuve la suerte de pasarlo encima de un escenario, estaba haciendo una obra de teatro sobre Edipo, fui al entierro y al día siguiente ya estaba ensayando. A mí eso me sanó, desde algún lugar o creo que así fue. En los momentos en los que he estado de parón después de hacer “Edipo” ahí ha habido mucho más pensamiento de decir, vale, la pérdida de mi padre es real. Entonces hay que hacer una gestión y hay que ser coherente y sobre todo no esquivarlo. Lo que he intentado es no esquivar lo que ha pasado directamente, pero bueno, la verdad que es duro. Es un legado, sobre todo honrar a mi padre con lo que hago y desde lo que hago y desde el amor que le tengo y desde lo que él a mí me ha dejado porque yo soy parte de él. Entonces hay que honrar a los nuestros y a los que no están.
-En esa misma línea, retrocedamos 10 años en el tiempo, a cuando tenías 19 y empezabas en el mundo de la actuación; atravesabas momentos de incertidumbre por no tener trabajo, por no saber cómo pagar tus cosas ¿Qué has aprendido como persona en esta última década? ¿Qué le diría esta Mina de 2022 a esa chica de 2012?
Disfruta al 100 por 100. No te quedes con nada que decir ni con nada que hacer porque creo que hay que experimentar con absolutamente todo. Siempre con el respeto a la persona que tengamos al lado, no vamos a meternos en el camino de los demás. Pero sobre todo le diría que disfrute y que ahorre mucho... que no pierda la esencia, que viva lo que le toque vivir a sus 19 años.
“Élite” fue un boom. “El internado” no llegó tanto a ese techo de éxito. ¿Es algo que te preocupa, de si tiene éxito esta o tal cosa? ¿Qué piensas del éxito?
No, yo creo que el éxito es muy relativo. Sí que es verdad que hubo mucha gente que vio “El internado” pero también en el momento en el que se estrenó “Élite” hacía mucho tiempo que no se hacía una serie de adolescente. Por ejemplo, en España llegó 10 años después que se hizo “Física o Química”. Yo creo que vino en el momento indicado y justo con una plataforma que en ese momento era un gran boom. Y luego “El internado” ha tenido sus sus matices muy interesantes pero que ha llegado con la capacidad que ha podido llegar.
-Has sido parte también de una producción mexicana llamada “Hernán” ¿Te interesaría actuar en el mercado latino?
Me interesa muchísimo. Creo que hay demasiado talento en Latinoamérica del cual me gustaría empaparme mucho y estoy súper abierta a trabajar fuera. De hecho, tengo un representante en México porque me apetece mucho trabajar ahí, también en Perú, porque hace dos años fui jurado del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y yo quedé encandilada con las películas que hacen. Me parecía que en ese mercado había algo ahí donde podría tener una pequeña identidad como Mina. La forma en cómo se cuenta, cómo se dice, en qué formato, cómo se desarrolla la calidad humana que hay en Latinoamérica, la visión que tiene esa mirada de sobrevivir, de avanzar y de no quedarse atrás a mí me parece algo admirable.
-Cuéntame de tu etapa de productora. Sé que surgió como una búsqueda propia de poder hacer, en tus propias palabras “lo que te de la gana”
Desde muy jovencita sabía que quería dedicarme a esto y me he dado cuenta ahora que el origen te marca o te encasilla desde un lugar donde el propio artista no quiere que lo encasillen. Eso más viene desde las productoras, desde arriba. Entonces como yo sabía que quería hacer miles de personajes, siempre la productora ha estado muy en mi pensamiento. Y fue cuando estaba rodando “Élite” donde se me ocurrió el nombre de la productora “Quiet Productions”, de respirar, de estar aquí, en el momento.
Y cuando tuve el nombre como que la idea se me hizo más realista pero vino la pandemia y fue en este tiempo donde tuve esa sensación de que el futuro era el futuro y que yo no podía estar pensando en él constantemente como lo venía haciendo. Tenía que vivir el presente es lo único bueno que me ha dado a mí la la cuarentena y la pandemia. Entonces lo que hice fue quedar con un amigo mío que es guionista y director, él me presentó a su amiga que ahora es mi socia y en ese mismo año, rodamos mi primer corto como directora y montamos la productora. Ahora mismo estamos haciendo otro corto sobre la salud mental protagonizado por personajes maduros que también necesitan su sello en la industria porque parece que solo hay momentos para darles papeles interesantes a mujeres que hayan pasado los 45 años. Y perdona, ¿Por qué una mujer de 45, 60, 70 años no puede trabajar continuamente?
Lo que tenemos ahora entre manos de aquí a dos años es hacer un largometraje. Obviamente eso implica muchísimo más trabajo que un cortometraje, pero tengo muchas ganas de avanzar y de crear perfiles donde no se esté cuestionando todo el rato el origen del personaje o catalogándolo o encasillándolo por el mero hecho de ser latinoamericana o china que parece que solo puedes hacer ciertos personajes. Es un poco lo que queremos erradicar o por lo menos lo estamos haciendo desde mi productora.
-Volvamos a “Historias para no dormir”, que ya llega pronto, ¿Qué esperar de este capítulo llamado “La pesadilla” que protagonizas con Álvaro Morte?
Para mí, participar de una serie de esta categoría ha sido un privilegio. La serie se hizo en el 67, la creó Chicho Ibañez y en España es muy conocido y la gente le tiene muchísimo, cariño, por toda esa cultura del terror que dejó. Para mí ha sido muy gratificante también reencontrarme con este proyecto. Cuando se estrenó la primera temporada yo la vi y me encantó el formato.
Me encantaron los actores, el nivel técnico. Dije ¡Wow!, me gustaría estar ahí y por suerte divina me encontré con un personaje maravilloso que había escrito Alice Wellington (directora del capítulo).
-¿Se puede hablar algo de la trama?
Es la historia de una chica que está en una aldea en Galicia... es una mujer que todavía no ha generado su propia identidad, no porque ella no quiera sino por los miedos de las familias, del miedo al que dirán. Hay como varias tramas en este capítulo y la trama del personaje de Lua tiene esa sensación de no saber en qué momento puede identificarse y poder mostrarse a la vida como ella misma. Luego aparece Álvaro Morte, que es el policía del pueblo y tienen ahí como un tipo de química que todavía no se sabe por dónde va a ir. Y luego pasan pues unos sucesos bastante extremos en la aldea y ahí se generan muchos matices que a día de hoy, a nivel social, yo creo que están latentes y presentes.
-¿Cómo fue trabajar el género terror? ¿Fue fácil preparar tu personaje?
Para mí ha sido fácil porque Alice (la directora) lo ha puesto fácil, el equipo lo ha puesto fácil. Hemos invertido muchísimas horas, y la verdad a mí me gusta trabajar así, ensayando mucho. Además, lo he podido disfrutar mucho a nivel profesional estando en mi casa y trabajando ese personaje sobre todo para que sea lo más realista posible porque siempre parece que cuando haces algo de terror, se va a la fantasía y el propio actor tiene que sostener ese personaje para que no se nos vaya. Esta historia, sobre todo, creo que es necesaria contarla y debatirla. Y luego, trabajar con Álvaro Morte y Bore Buika ha sido maravilloso. Me lo he pasado súper bien, sí que es verdad que al principio había un poco de respeto porque claro, yo los conozco mucho a ellos a nivel profesional, pero de repente están con las bromas, te miran de tú a tú y eso es muy importante en esta profesión.
La primera temporada de "Historias para no dormir" de 2019 está disponible en Prime Video, así como las tres primeras temporadas originales de 1966.
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