“Perra vida”: Francisca Aronsson se destaca (hasta con su acento chileno) en una película demasiado genérica | CRÍTICA

Francisca Aronsson está hasta en la sopa de los amantes de las series y las películas. “Hit” (España) y “LaLola” (México) son algunos ejemplos de las producciones en streaming con actuaciones de la peruana. Su último papel en la película “Perra Vida” (Chile) es una adolescente que se empeña en la adopción de un perro de la calle. Si bien no estamos ante una obra de arte chilena, la cinta se salva del fiasco con las actuaciones de las actrices principales, Aronsson y Daniela Ramírez, y con ese profundo sentimiento canino de la trama que, valgan verdades, siempre es un elemento que mejora las ficciones.

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La actriz chilena Daniela Ramírez es Romina, una abogada divorciada que vive con su hija Javiera (Francisca Aronsson). La adolescente vive molesta con su madre por ser demasiado estricta y gruñona con ella. De alguna forma, Javiera es influenciada por su padre y la joven novia de este para mudarse de la casa de su madre. Es cuando la aparición de Azumi, el perro de apoyo emocional de un alcohólico en proceso de desintoxicación, Alex (Felipe Braun), lo cambia todo. En esa situación, Romina hace lo posible por retener al animal en su hogar, incluso ofrecer el alquiler del can y su amo a escondidas de su hija, y así retrasar su mudanza.

La directora chilena Gabriela Sobarzo y los actores Daniela Ramírez y Felipe Braun inician el proyecto “Perra vida” en 2018, cuando no sabían si sería una serie o una película y cuando las mascotas todavía no eran personajes de la historia, dijo el elenco en una rueda de prensa. El estreno de la película en Prime Video reafirma el temido estilo de comedia del productor chileno Miguel Asensio, a quien la crítica chilena lo conoce tanto por su trabajo en el “El lado oscuro del deseo” (2015) con Keanu Reeves y Ana de Armas como por ser artífice de comedias latinoamericanas frescas sin mayores aspiraciones, como “S.O.S. Mamis” (2020).

¿Cómo decirlo? Es que, a pesar del esfuerzo, hay equipos creativos que trascienden en un reducido o ínfimo periodo de tiempo a causa de su nivel de producción y superficialidad al hacer ficciones. Es el caso de “Perra vida”, que fue la primera preferencia entre los sunoscriptores de Prime Video durante su estreno, pero es más cuestionada por su calidad y su baja competitividad como comedia. ¿Es tan mala que ni con Francisca Aronsson se salva? A continuación, un resumen de sus pro y contras.

LO BUENO

“Perra vida” tiene los dos primeros ingredientes de una comedia romántica. La trama uno suena cómica y predecible. Desarrolla la relación entre Romina (Ramírez) y su hija, Javiera (Aronsson), quien fuerza a su madre a albergar en casa un perro perdido. Cuando el dueño aparece, la madre lo retiene con un discurso de “si te llevas el perro, pierdo a mi hija”.

La trama dos funciona como un paralelismo típico de telenovela latinoamericana, donde los protagonistas, Daniela y el dueño del perro Alex, se enamoran. El mismo cariño nace entre los personajes secundarios, Sofía (Paz Bascuñán) —hermana de Romina, veterinaria y amante a más no poder de los animales— y Claudio (Jorge Zabaleta) —el mejor amigo del dueño del perro que está retraído de la sociedad por culpa de un video viral—. Estos últimos son actores conocidos en el medio chileno, sin mencionar que Bascuñán es, además, la esposa del productor de la película.

Aronsson, por su parte, demuestra el esfuerzo de lograr un perfecto acento chileno. Es una constante en la carrera de la joven actriz por tener el lenguaje neutro para ser más competitiva en las audiciones internacionales. Como Javiera, hace un buen trabajo junto a la bien aplaudida Daniela Ramírez, porque se proponen ser entretenidas y salvan algunas partes graciosas de un guion sin grandes sorpresas.

De ‘yapa’, una aparición interesante de la película es Sergio Chamy, un chileno jubilado de 88 años que fue el personaje principal de la documentalista nominada al Premio Oscar, Maite Alberdi, en su película “El agente topo”. Chamy debuta como actor en “Perra vida” con el personaje del novio pasional de la madre veterana de Claudio y, para sus pocos minutos de fama, pone su chispa sin robarse la atención.

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LO MALO

Sin duda, la directora Gabriela Sobarzo se levantó de la cama un día, pensando en hacer una comedia entretenida, pero se olvidó de los detalles técnicos mínimos que un director debe considerar. “Perra vida”, no solo tiene problemas de desfase de audio y una imagen cinematográfica floja, sino que desborda su simpleza en los chistes y sobrecarga a los actores (y a los ‘perritos’) con el trabajo dramático para ser una cinta un poco más tierna y entretenida.

El tipo de comedia se evidencia desde la primera escena, donde Daniela se cruza con el excremento de un perro doméstico. Se confirma con la caricatura de los amantes de los animales, personificada en Sofía (Paz Bascuñán), una veterinaria que cuida a su mascota como si fuera su hijo. Tal vez, pueden ser momentos simpáticos. Sin embargo, los diálogos sin trasfondo, la banda sonora pop y el drama engorroso de los personajes no hacen más que cumplir su objetivo de horas de visualización.

VEREDICTO

“Perra vida” es una comedia simpática para ver el fin de semana, pero cuidado con tener expectativas de un cine emotivo con dulces caninos y colores saturados. Las buenas actuaciones, en el caso de Aronsson, Ramírez y algunos personajes secundarios, rescatan los momentos de humor para pasar el rato, pero siempre está la opción de picarle a ‘retroceder’ si parece una pérdida de tiempo después de los 5 minutos de visualización.