¿Te cuesta decir “no” para determinadas situaciones en el trabajo, o incluso en tu vida personal; y sigues aceptando nuevas responsabilidades? Muchas veces no nos sentimos cómodos porque pensamos que podemos quedar mal con nuestros líderes o equipos, o que esto puede afectar nuestra carrera. A veces no encontramos la forma adecuada de decirlo. Todos en algún momento nos hemos visto en situaciones similares: nos cuesta decir que NO. ¿Por qué es importante qué sepamos cómo y cuándo hacerlo?
Definitivamente el decir “sí”, puede impulsar positivamente nuestra carrera, abrirnos nuevos retos y oportunidades, invitar a la colaboración. Nos ayuda a crear un ambiente en el que nos podamos sentir seguros de intentar, fallar, aprender e innovar. Sin embargo, es importante encontrar el balance adecuado entre el “sí” y el “no”. Decir “sí” constantemente puede llevarnos a estar mentalmente agotados y estresados. Saber decir “no” en determinadas situaciones nos ayudará a enfocarnos en nuestras prioridades y objetivos.
Esto no significa que seamos vistos como personas negativas o poco colaborativas. Es clave identificar cuándo y cómo decir “no”. Les compartimos algunas sugerencias que nos pueden ayudar tanto en nuestra vida profesional como personal.
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¿Cuándo decir NO?
Cuando ese proyecto o iniciativa no está alineado a nuestras prioridades y las del equipo. Será más sencillo decir “sí” o “no” si tenemos claro dónde necesitamos enfocarnos y cuáles son nuestras prioridades para alcanzar nuestros objetivos en tiempo y forma.
Cuando lo que se nos pide no coincide con nuestros valores o con lo que creemos. Si estamos frente a un dilema, no podremos tomar buenas decisiones. Es importante cuestionarnos si esta propuesta es realmente lo que queremos y si lo que se nos está solicitando nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos o ideales. Si no está alineado, digamos “no”.
Cuando nos sentimos comprometidos y no queremos quedar mal. Muchas veces caemos en este tipo de situaciones por evitar el conflicto o simplemente por querer quedar bien con nuestros líderes, equipos, familiares o amigos. Esto puede ocasionar a largo plazo un impacto en nuestros objetivos, una demora en la toma de decisiones e incluso afectar nuestro liderazgo y crecimiento profesional.
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Cuando nos encontremos en una situación en la que lo urgente prevalece sobre lo importante. Es crucial entender el sentido de urgencia de lo que se nos pida y como esto puede impactar sobre lo que es realmente importante por hacer.
Cuando identificamos que hay alguien más que puede hacerlo y podemos delegar aquello que se nos esté pidiendo. Incluso es importante no tomar responsabilidades que corresponden hacerlas a alguien más. Definamos los límites y seamos flexibles con nosotros mismos y los demás, tanto en el trabajo como en nuestra vida personal.
¿Cómo decir “NO”?
Cuidemos la forma. El lenguaje es clave ya que impactará la manera en cómo nuestras respuestas serán percibidas. Por ejemplo, el decir “no puedo” nos ayudará a dejar claro que no es viable en este momento. Es importante ser honestos con nosotros mismos y con quien hace el requerimiento. Que quede claro que no es un “no quiero”, sino más bien un “no puedo”.
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Tratemos de dar una breve explicación. Esto ayudará a la contraparte a entender el porqué de la decisión, y que no se interprete que no nos importa. Por ejemplo, “No puedo aceptar este proyecto ahora ya que tengo que lanzar el nuevo producto en unas semanas”.
Busquemos dar opciones. Con el fin de ayudar, ofrezcamos alternativas. Por ejemplo, ayudemos a buscar algún otro equipo que lo pueda realizar o incluso brindar herramientas de apoyo para quien solicita esta tarea.
Decir NO de viva voz. Sobretodo en estos tiempos de virtualidad es mejor tratar de decir “NO” de viva voz. Esto puede ser a través de una llamada telefónica o una video conferencia. A veces los mensajes de texto no se leen con la misma intención con la que los escribimos y pueden ser mal interpretados. El tono y forma es crucial al decir “NO”.
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El secreto para lograrlo estará en ser conscientes de las veces que nos cuesta decir “no” tanto en nuestra vida profesional como personal. Es común caer en la tentación del “sí” y más aún si somos de aquellas personas que nos gusta estar en todo y, por lo tanto, caemos en el multitasking. No perdamos el foco en lo que es importante y prioritario para nosotros o nuestros equipos.
Raphaela Berckemeyer y Claudia Vallejo son coaches ejecutivas certificadas por la Universidad de Columbia, NY. Más de MotusV2B: empresa de coaching y consultoría de liderazgo en Motusv2b.com / @motusv2b