Dinero, ahorro, gastos y trabajo son palabras que no se suelen abordar con los más pequeños del hogar. Sin embargo, la educación financiera es algo que está cobrando relevancia por su importancia en afianzar los conocimientos sobre economía desde temprana edad, lo que asegura un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
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“Hablar de dinero aún está muy arraigado a lo negativo, las deudas, la avaricia, y más. La idea es cambiar ese chip como padres para poder transmitirle a nuestros hijos que el dinero es una herramienta con la que van a tener contacto toda su vida. Tener una buena relación con ello, mientras más temprano sea, mejor”, explica Arantxa Layseca, ejecutiva de márketing y escritora de finanzas para niños.
Arantxa Layseca (@ara.retadora.pe en Instagram) ha escrito dos libros que funcionan como herramienta perfecta para abrir paso a la conversación sobre dinero y economía con los niños y niñas. De manera amigable y con personajes divertidos, la escritora aborda temas como el ahorro, la gestión del capital y los emprendimientos en “Giver y sus amigos” y “Muchi, la vaquita emprendedora” (ambos disponibles en Ibero Librerías). Asimismo, Layseca comparte regularmente tips de finanzas para la vida en Edufina Latam(@edufinalatam), portal que creó especialmente para los más pequeños.
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Para Layseca, poner sobre la mesa esta conversación puede comenzar con tres simples pasos. Primero, es importante detectar cuál es el lenguaje de mi hijo. No todos tienen la misma edad, los más pequeños, por ejemplo, aprenden mejor a través del juego y los cuentos.
“Luego, se pueden emplear actividades como el juego de los tarritos, que es básicamente decorar tres tarritos con etiquetas que digan: gastos, compartir en casa y ahorros. Así, el niño aprenderá a gestionar las propinas que recibe, y tomará decisiones a futuro y no tan en automático”, dice.
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Por último, es importante enseñar que el dinero está asociado al esfuerzo. Para ello, propone destinar una pizarra de tareas del hogar con recompensas, con montos diferentes y empleando colores y stickers para hacerlas más didácticas. “Apliquémoslo siempre desde el lado más empático. Muchas veces, cuando somos adultos, soltamos frases limitantes sobre el dinero que, aunque no seamos conscientes, calan en los más pequeños”, concluye.
Hablar de dinero con niños es más sencillo de lo que parece. En el camino, además, los más grandes pueden amistarse con las finanzas también.