¿Cómo puedes corregir a tu perro para que se comporte de cierta manera si no sabe lo que esperas de él? La educación de tu engreído debe empezar desde que ingresa a casa, poniéndole límites.
Las reglas claras deben hacerse respetar por toda la familia. De nada serviría que tú no lo dejes subirse a los muebles, si tus hijos lo cargan para que se siente en el sillón y lo acarician. Acciones como estas solo harán que la mascota se confunda y que no sepa si lo que hace es correcto o no.
¡A clases!
No todos los perros aprenden con la misma rapidez, el proceso es reiterativo y es necesario que no pierdas la paciencia.
Recuerda que la corrección debe ser inmediatamente después de que haya realizado la acción no deseada para que la asocie a la sanción. Eso sí, jamás la agredas, eso es maltrato.
Ten en cuenta que en la adultez la mascota ya formó un temperamento y conductas de acuerdo a cómo se le educó desde cachorra. Antes de corregir, analiza también que originó la acción no deseada para que no vuelva a ocurrir.
Recuerda, es mejor educar que reeducar. Con paciencia, persistencia y cariño, todo es posible.