Vivimos inmersos en una cultura obsesionada con lo grande. Los televisores son cada vez más anchos, los celulares ya no caben en los bolsillos, los autos parecen tanques, y hasta las casas son reemplazadas por altos edificios. A contramano de esta tendencia, lo diminuto puede ser visto de alguna forma como un acto de rebeldía. Una resistencia. Fue una idea que pasó por la cabeza de Alberto Briceño en 1970, cuando decidió innovar en un campo de la producción de libros que no había sido explorado.
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La idea le llegó por una necesidad, mientras estudiaba ingeniería y debía arreglárselas para mantener a su familia. Así nació el impulso de hacer unos ‘microlibros’ con mensajes espirituales que él mismo fabricaba y vendía en el Jirón de la Unión. Ese fue el origen de su editorial Los Libros más Pequeños del Mundo, que vendió más de 40 mil ejemplares en la última feria del libro. Hoy licencia a autores como Pepo o Quino para ediciones en miniatura de “Condorito” y “Mafalda”.
Desde su casa, rodeado de sus minilibros, el señor Briceño rememora el viaje de vida que ha hecho en todo este tiempo. “De mi primer libro pequeño, ‘Palabras que guían’, vendí más de 3 millones de copias. Y una vez, en un terminal terrestre de Guayaquil me compraron 472 ejemplares en un solo día. Yo pensaba que no iba a vender ninguno”, recuerda. Con el tiempo, Alberto amplió su catálogo y fundó una editorial que abarca más de 600 títulos en diversos campos del conocimiento, desde psicología y economía hasta cuentos clásicos para niños y espiritualidad.
Su empresa, que comenzó como un esfuerzo individual, se ha convertido en un negocio familiar, con su hija Ludy Briceño a cargo de las gestiones. Han participado en las ferias más importantes del mundo, como Guadalajara y Barcelona, y hasta tienen fotos con los reyes de España, cuando estos eran príncipes. Sus colecciones albergan clásicos de la literatura peruana, como César Vallejo, y entre sus rarezas figura una edición de la Biblia de apenas un centímetro de alto.
Un mundo en miniatura
Dicen que la necesidad es la madre de la creación y la oportunidad, y es un poco lo que le pasó a Teresa Chu, quien en la pandemia debió cambiar de rumbo laboral, transformando su estilo de vida. Tuvo que dejar su trabajo, que consistía en viajar en un crucero, para cuidar a un familiar, y como forma de obtener un sustento en esos tiempos difíciles, emprendió el viaje hacia lo diminuto. Empezó a elaborar pequeños accesorios en cerámica para los conocidos muñecos Lemax, muy populares entre las personas de recursos que buscan adornar sus casas en diciembre con villas navideñas. Teresa armaba pequeñas carretas con frutas, hechas de palitos de chupete; o puestos de comida y platos con toque peruano a escala. Esa fue la génesis de su proyecto: Colibrí: Arte en Miniatura.
Con el tiempo, su idea evolucionó de las villas navideñas a otra fiebre todavía más grande en este pequeño mundo: el de los Sylvanian Families, pequeños animalitos de juguete populares en todo el mundo. Esto abrió nuevas oportunidades para sus manos artesanas, que ahora elaboran ropa a pequeña escala para que los conejos puedan vestir. “Las mamás me dicen: ‘Oye, quiero esto para que coma mi Sylvanian, para que mi hija juegue con su Sylvanian’”, comenta Teresa, explicando cómo han ampliado su mercado. Hoy en día, el grueso de su trabajo se centra en ser estilista de estos pequeños.
Teresa recibe el apoyo de su sobrina, Luisa Velarde, quien también tiene su propio emprendimiento en miniatura llamado Arte a Mano. Ella se especializa en trabajos en cerámica, y su creación más impresionante son los reposteros en miniatura, donde se pueden apreciar desde tortas y ‘cupcakes’ de un centímetro hasta una selección de panes y comida criolla, como causas y tamales. Al final, lo que elabora son insumos para que los coleccionistas puedan crear escenarios. Sus compradores son de todo tipo: desde aquellos que quieren crear un set para sus Barbies hasta jóvenes que desean realizar un escenario para sus figuras de Marvel. Hay opciones para todos.
Libros más pequeños del mundo
La editorial Los Libros más Pequeños del Mundo está en algunas librerías seleccionadas, pero puede consultar su catálogo en www.minibooksperu.com.pe o revisarlo en su red social IG: @minibooksperu. Este año han lanzado más de 15 títulos nuevos.
Colibrí: Arte en Miniatura
Teresa Chu elabora a mano prendas de vestir para los pequeños conejos Sylvanian, con mucha precisión en los detalles. La puede encontrar en su IG: @miniaturas_byteresachu o todos los sábados en la Feria del Juguete (Av. Brasil 210).
Arte a Mano
El trabajo en cerámica de Luisa Velarde es ideal para pequeños muñecos, desde Barbies hasta figuras Lemax y Sylvanians. A ella también la pueden encontrar en la Feria del Juguete (buscar el toldo 22) o en su IG: @arteamanolizjo.