La primera vez que Antoine Mathelot visitó nuestro país fue hace una década, por un intercambio en la Pontifica Universidad Católica del Perú. Economista de profesión con diplomado en Aguas Residuales, vio que podía replicarse una práctica que ya se hacía en Bélgica, su país natal: que las 2.3 millones de unidades agropecuarias (de las cuales crían al menos una especie ganadera 1.8 millones, encontrándose el 68% en la sierra, 19% en la selva y 13% en la costa) según el censo de Censo Nacional Agropecuario (CENAGRO) 2012, aprovechen sus residuos para generar energía.
Cinco años después, Antoine regresó ya con la misión de aplicar esa tecnología en las regiones del país. Así nació Tereo -suma de las pronunciaciones de terre (tierra) y l’eau (agua)- un emprendimiento para el sector agropecuario y agroindustrial bajo el diseño e instalación de biodigestores adaptados a la necesidad de cada comunidad mediante el tratamiento de los residuos. “Es el símbolo de nuestro compromiso para mejorar y nutrir la tierra; proteger el agua y así contribuir a ambos recursos”, agrega el gerente general.
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Para entender cómo funciona, hay que ver al biodigestor como si fuera un estómago. Este recipiente cerrado debe ser alimentado una vez al día con residuos orgánicos (frutas, verduras, aguas residuales, estiércol de animal). En su interior se desarrollan bacterias de manera natural para que fermenten el alimento (materia orgánica). “Como si dejaras un juego de naranja en una botella bastante tiempo al sol, lo abres y hay como un gas de que se fermenta”, explica Antoine. Después de esto se genera un biogás y, al estar conectado con una cocina, quien lo use puede preparar su comida; permitiendo que los ganaderos ahorren en consumo de leña o gas (en caso compren balón). Además obtiene biol (fertilizantes naturales) que no dañan el medioambiente, son efectivos y de bajo costo.
Para ello, primero realizan un diagnóstico: van al lugar, ven qué usa la persona o familia para cocinar y cuántos animales hay en el lugar. Desarrollan la propuesta adaptada al contexto y se entrega un plano de una zanja a excavar. Una vez lista, instalan el biodigestor hecho de geomembrana traída desde México. “Lo llenamos de estiércol y agua de acuerdo con la mezcla recomendada. Luego viene la etapa de inoculación (damos base a este estómago grande para que tenga bacterias adaptadas para producir gas de manera continua). Ese proceso -donde no hay que alimentarlo- dura tres semanas”. El biodigestor inflado, es decir, que ya tiene las bacterias, se alimenta con una dosis predeterminada: puede ir desde los 20 hasta los 400 kilos.
“Nos tomó tiempo que la gente confíe. Vea que funciona, que es rentable (puede tardar hasta dos años en ver los resultados) y que se animen a invertir en ello”. Tereo ha trabajado en diversas regiones del país (Lima, Arequipa, La Libertad, Amazonas, Cajamarca, entre otros). El proyecto más reciente es en San Sebastián de Quera, Huánuco, donde 60 familias se van a beneficiar del biodigestor gracias al financiamiento de ISA REP (RED DE ENERGÍA DEL PERÚ) tras ganar el desafío de innovación abierta ‘Comunidades Productivas’.
Esta solución les permitirá a las familias participantes incrementar de forma responsable la producción de sus pastos y cultivos, y mejorar su sistema de control de plagas. Todo ello, en pro de empoderar personal y económicamente a las comunidades.
“Ese tipo de modelos donde hay empresas grandes o corporaciones que aportan económicamente para ayudar la adquisición de esa tecnología a campesinos nos interesa mucho porque quien la recibe, ahorra y genera un biofertilizante que lo ayuda a incrementar la rentabilidad de sus cultivos. (…) Nos apasiona es viajar, conocer el sector rural peruano y las agroindustrias, que está creciendo muchísimo en esta tierra que es tan fértil. Buscamos que vean sus residuos no como un desecho, sino como un fuerte valor con el que puede generar energía y así proteger al medio ambiente”, concluye. //
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DATO
“Gracias a unos aliados como ISA REP, unas empresas que apuestan por la tecnología, nos hemos hecho conocer. Ahora tenemos un crecimiento de más de 55% por año. Incluso este año vamos a seguir creciendo”, señala el gerente general de Tereo. Para más información, puede visitar https://www.tereosolutions.com/