“Lo primero que uno ve cuando entra al Monumental —me escribe Ángel Cappa una tarde del 2016 por correo electrónico— es la estatua gigante de Lolo. Y lo primero que pasa luego es que todos en el club te cuenten de memoria su historia”. Ocurre en los clubes que son, en sí mismos, la historia de un país: sus futbolistas recuerdan campeonatos, pero sus ídolos evocan identidades. En la ‘U’, en la que conoció Cappa en 2002 y la de todos los tiempos, la figura de Teodoro Lolo Fernández está a la altura de un símbolo patrio.
Por eso la destrucción de la estatua ubicada en los accesos del Occidente, ocurrida hace exactamente un mes a manos (y combas) de un grupo de veinte delincuentes en tres autos y dos motocicletas, ha dejado heridas tan profundas, incurables y ha activado tantos sentimientos en la hinchada de la ‘U’. Por un lado la venganza. Por otro, la resurrección. Si Lolo pudiera elegir un camino sería el último, como le pasó a él mismo el día en que volvió del retiro para anotarle tres goles a Alianza y ese mismo 30 de agosto de 1953, tuvo que dar una vuelta olímpica cargado por sus compañeros. Donde más que caminar, levitaba.
En una reacción que no los libera de este clima de guerra provocado por las disputas políticas en la administración de la ‘U’, el próximo mes de mayo se inaugurará la nueva escultura en memoria del ídolo máximo de la ‘U’. Esa es la información que en estos días se hará oficial. Medirá 3.20m, es decir, tratará de ser tan grande como él.
LEE: El momento en que vándalos entran al Monumental para destrozar imagen de ‘Lolo’ Fernández [VIDEO]
MIRA: El arquero peruano que atajaba sin guantes, recibía 10 dólares de viáticos y fue campeón de la Copa América 1975
LEE: El capitán Héctor Chumpitaz y la historia detrás del día en que posó con la camiseta del Barcelona
***
Digamos algo de arranque, no como ley sino para discusión: el fútbol produce cracks –por natura–, los jugadores construyen líderes —en el mejor caso, capitanes— pero es el hincha, el romántico y su locura, el que no conoce límites, el fuego que determina quién llega a ser un ídolo y quién no. Lolo Fernández lo es y yo soy, pese a nunca haberlo visto jugar, un Lolista, es decir, un fanático de su recuerdo, su estampa y sus goles. Explico esto con la única intención de contar por qué es tan importante restaurar la estatua vandalizada de Lolo —que no es la única en el Monumental, lo conté aquí—: no se trata solo de creer que él será quién ponga la cabeza en ese gol para ganar un campeonato o el pie salvador que libere al equipo de una humillación en la Libertadores. Se trata de que su ejemplo no se pierda, todo lo contrario y su biografía sirva para unir e inspirar generaciones. En el Perú, creo que ya se sabe, los ídolos nunca pueden ser los señores políticos.
Por eso, el proyecto Monumento escultórico del gran Lolo Fernández —así se llama según la ficha técnica— tenía que ser ambicioso. ¿Cuál es la idea? El departamento de marketing de Universitario trazó el mapa a partir de tres hitos: 1) Una estatua de 3.20m de altura, con una base 1.8m, encargadas al artista e hincha de la ‘U’ David Flores (mamut-art.com). 2) Un documental a estrenarse este año, posiblemente en agosto, liderado por el director Joaquín Escandón, de República Producciones. 3) Una agresiva campaña de captación de recursos para un club que vive al día y que, fuera de las discusiones sobre qué se hace con ese dinero, es el único camino para hacer realidad un proyecto así. Los señores de Gremco —que presiden la Junta de Acreedores— tendrán una respuesta de por qué no se usa, por ejemplo, una parte del premio por clasificar a la Copa Libertadores. “En la administración no hay plata para eso, así que todo tiene que ser autogestionable”, dice brevemente Ricardo García Hjarles, gerente del área encargada de que la nueva estatua no quede solo en un papel, un sueño o un tuit. La primera etapa de la campaña, movida por todo lo que ocurrió, vendió cuatro mil boletos en ocho horas: son cuatro mil hinchas los que llevarán su nombre a la base del nuevo Lolo.
No es suficiente.
La obra necesita una inversión de 96 mil soles, según información a la que pudo acceder este diario.
¿Cuáles son las especificaciones técnicas de esta nueva estatua? El escultor que ya tiene 20 días trabajando en esto se llama David Flores. Se enamoró de la ‘U’ de muy pequeño, cuando su padre arequipeño lo llevó a un partido Melgar-Cristal y de fondo el partido estelar con la ‘U’. “Yo nunca había visto ni escuchado el coro de la hinchada de la ‘U’. Eso me atrapó. Esa energía. Esa gente. Eso que emana es incomparable, nunca lo había visto y me marcó”. La imagen —dice— fue elegida a partir de la postal más emblemática del centroforward goleador de la selección en el Sudamericano de 1939, donde Perú salió campeón: Lolo, la redecilla, la camiseta crema vainilla con una ‘U’ de cuero puesta con un imperdible y los brazos a la cintura.
La altura también está decidida, y de hecho, es por esa razón que se inició una segunda campaña de captación de recursos vía Joinnus: 3.20 metros. Nadie está obligado a participar. Nadie está prohibido de criticar. En el fútbol, el corazón va de la mano con la conciencia. La estructura será de acero, el recubrimiento de fibra de vidrio, dos capas de MAT 450 y una capa de WOVEN ROVING 600, además del acabado final con una resina y bronce reconstituido. La base será de concreto armado y granito, de 1.80m donde irán a los lados los nombres de los hinchas que compren un boleto y participen de la campaña. La fecha propuesta de entrega y develación es —con fe— el 20 de mayo, aniversario del nacimiento del ídolo. Contra reloj.
Puede venir un ejército a atacarlo. Igual, será indestructible.
LEE: Lolo Fernández: quiénes eran los Lolistas, la legión de hinchas de todos los clubes que amaban al ídolo