En Chilca, el cielo y el mar parecen uno solo cuando los hombres van en busca de respuestas. Sus orillas son, tradicionalmente, lugar de encuentro con energías que nos es difícil clasificar. Hace casi seis años, un pequeño grupo llegó hasta allí para conversar con quien llaman el “Padre Astral”. Querían compartirle los sonidos que emitía la traducción de mensajes divinos escritos por un supuesto elegido, 50 años atrás, y transmitir todo por la FM. Bajo un cielo lleno de acertijos, estas personas se dispusieron a comunicarse con el universo, o con quien sea que mande allí. Huanchaco fue parte de esa comitiva. Hoy, una instalación suya, inspirada en aquella “noche mágica” –según sus propias palabras– ha sido elegida por el Museo Reina Sofía de Madrid para ser parte de sus exposiciones en la primera mitad del 2023.
MIRA TAMBIÉN: El drama de los ucranianos desplazados por la guerra que sueñan con volver a casa | CRÓNICA
Aquel grupo, donde había otros artistas y músicos, llegó a Chilca atraído por un suceso ocurrido en la década del 70, cuando el chileno Luis Soto Romero aseguró que se había comunicado con Dios. Según él, entre las revelaciones estaba llamar “hijos” por primera vez directamente a los pueblos latinoamericanos. También dijo que los mensajes se le dictaron telepáticamente para ser escritos por él en 4 mil rollos de papel, llamados los los “Rollos del Cordero”. En estos incluía dibujos, comentarios filosóficos, descripción de problemas sociales y políticos de aquel entonces, defensa del veganismo, cuidado del medio ambiente y hasta recomendaciones para la construcción de ovnis que, en los dibujos, se asemejan a las células humanas.
EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO
Soto Romero llegó al Perú en plenos días de tensión entre Velasco y Pinochet. Fue recibido por Antonio Córdova Quezada, quien lo vio como un enviado divino, guardó los rollos y fundó Alfa y Omega antes de que Soto Romero desapareciera para siempre. ¿Qué es Alfa y Omega? Según ellos mismos, “la Divina Revelación no es religión; tampoco es política; porque no viene a dividir ni a confundir a nadie; viene a unificar a la humanidad en una sola Verdad Universal; en un solo Creador”.
Fernando Gutiérrez, Huanchaco, grabó aquel intento de contacto del 2016 en Chilca y convirtió la experiencia en una peculiar obra artística. “Fuimos allí e instalamos una antena FM y un transmisor. Un grupo argentino que también acudió, Vlubä, tenía un moderno software capaz de “traducir” las palabras escritas en los Rollos del Cordero –de los que hice una selección personal cuando Córdova Quezada me los facilitó temporalmente– para convertir los textos en ondas sonoras que serían transmitidas hacia el universo a través de la antena. La pregunta central de la noche fue ‘¿Estás ahí?’”.
Los chirridos producidos por el escaneo de los rollos telepáticos que hacía el software se mezclaron con el impetuoso viento de la playa y el sonido de las olas. Fue la coronación de una liturgia particular en la que, según Huanchaco, se ejecutó ritualmente la partitura sonora en que habían convertido lo que los adeptos de Alfa y Omega llaman “Biblia latinoamericana”. Los ecos de ese mensaje siguen viajando por el universo y se convertirán pronto en una exposición. “En estas teorías se mezcla lo cristiano con la visión prehispánica. Puedes sentir por primera vez que se empieza a generar un tejido común. A mí me interesa porque, finalmente, es un texto y una obra que habla sobre la construcción de nuestra identidad y es también un material histórico, algo que se escribe en un momento político muy duro, con las dictaduras y el antimperialismo yankee”, afirma Huanchaco.
Aquella noche chilcana mantuvieron la transmisión durante casi 40 minutos, pero no consiguieron su objetivo. Poco después, sin embargo, vieron en televisión la noticia de un enigmático “humanoide” detectado en Pachacámac instantes después de que terminaron de transmitir. “¡Lo logramos!”, se dijeron. Siempre hay más preguntas que respuestas. Después de todo, hay fe más allá de las estrellas. //
La grabación completa de aquella ceremonia y las transcripciones de los rollos –mensajes y dibujos incluidos–, hechas con tinta azul en máquina de escribir por Huanchaco, forman parte de la instalación que se expondrá en Madrid.
Cuándo: entre el 28 de marzo y el 28 de agosto del 2023.