El amor duele, literalmente. Eso está estudiado. La opresión que se siente en el pecho, justamente a la altura del corazón, cuando una relación de pareja se termina no es nada figurativa. Sucede que los seres humanos interactuamos con el mundo por medio de lo que sentimos y aquello es procesado por el cerebro.
De ahí que cuando se produce una falla emocional este lo registre tal y como si fuera un golpe real. Un trauma tan concreto como la fractura de un brazo. Sobreponerse a esa situación, sufriendo lo menos posible en el trayecto, ha sido un anhelo colectivo desde que el sol alumbra este planeta. Y lo cierto es que el remedio más efectivo del que se tenga registro es el paso del tiempo.
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Eso no significa, empero, que no podamos recurrir al empleo de métodos o herramientas que nos ayuden a amortiguar el impacto afectivo. Uno de ellos es provisto por la psicología clínica y se llama hipnosis terapéutica (HT). Ahora, si crees que esto tiene que ver con un hombre en smoking que, sobre un escenario, le ordena a gente inconsciente a treparse encima de las butacas o de llorar como un niño buscando a la mamá, estás equivocado. Tienes que seguir leyendo.
La hipnosis terapéutica, para empezar, sirve de tratamiento para diversos problemas, males o incomodidades. El psicólogo clínico por la Pontifica Universidad Católica del Perú y especialista en el tema, José Carlos Elías, le explica con detalle a Somos las características de esta dinámica que con frecuencia se practica en Europa: “Las más antiguas intervenciones curativas en las personas se han dado a través de la hipnosis. Con el tiempo y el entendimiento cada vez más contemporáneo que tenemos de la medicina y de cómo funciona la mente, esto se fue dejando de lado. Incluso se la ha satanizado asemejándola a todo proceso hipnótico que se pueda ver en la televisión o las películas. Nada más alejado de la realidad. La hipnosis terapéutica, y subrayo la palabra ‘terapéutica’, es un método clínico”.
Elías esgrime que, desde la psicología, se le dice trance hipnótico a un estado de hiperconcentración focalizada. “Es un estado mental en el que entramos muchas veces en el día sin darnos cuenta. Siempre uso estos ejemplos: ocurre cuando uno está muy metido en su trabajo, pasan las horas y uno no se da cuenta; o cuando vas manejando un carro y haces los cambios de forma automática; incluso cuando ves la escena triste de una película y te pones a llorar cuando racionalmente sabes que eso no está ocurriendo en la vida real”. ¿Cómo se logra arribar a ese estado? A través de una profunda conversación conducida por el terapeuta. Nunca, pero nunca, se pierde la conciencia.
“En la HT se necesita que el paciente esté consciente de todo lo que sucede porque yo necesito hablar con él. No se precisa de un trance sumamente profundo para que pueda dialogar con el no consciente de alguien y conseguir respuestas. Mas sí un estado puro de concentración”, aclara Elías. “El método permite, pues, llevar al consciente algunos elementos y emociones que están marcadas en el no consciente y que no nos dejan avanzar”.
Añade que esta practica se utiliza, además, para mejorar la calidad de vida de personas que padecen dolores debido a enfermedades crónicas; o en quienes sufren de depresión, ansiedad y crisis de autoestima. Otros le encuentran utilidad en la búsqueda de cambiar hábitos como fumar, beber o comer en demasía.
¿Y cómo lo hace?
En una corta serie de sesiones que pueden durar dos horas, la HT también puede ayudar a superar un corazón roto debido a la infidelidad de una pareja sentimental. “El trabajo consiste aquí en cuestionar a la mente no consciente de un paciente por qué el interés o fijación en elegir muy bien, como compañeros o compañeras, a personas que saben que van a traicionar ese pacto de amor y confianza. De ese no consciente saldrá, probablemente, pasajes de vida o momentos decisivos en los que este no ha conseguido ser feliz y que han condicionado decisiones posteriormente”, afirma el también miembro del staff de especialistas de Foreplay.
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Y continúa: “¿Por qué hay quienes se quedan atrapados en esas dinámicas, con esas personas? Quizá en nuestra mente no consciente ha quedado registrado que esos son los aprendizajes que tenemos que vivir y no nos abrimos a la posibilidad de que existen otras maneras. Es como estar en una relación denominada ‘tóxica’. Cuando uno está enamorado de alguien que eventualmente será infiel simplemente no se da cuenta por más señales que hayan de que eso va a pasar. La HT te permite, entonces, ver la situación desde otra perspectiva, hacer nuevas asociaciones que te hacen darte cuenta por qué no puedes ser feliz”.
El hipnoterapeuta concluye señalando que solo desde ahí se aborda el proceso de soporte de sanación en el caso de una ruptura por infidelidad, dado que no podemos controlar las acciones y decisiones de terceros. “El poder superar un fracaso, ya sea amoroso o de cualquier índole, está en nosotros. Y todas las herramientas que nos sirvan para ese propósito, bienvenidas sean”.//
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