Sus videos casi se pueden oler y hasta saborear. Waldir Maqque (Pisac, 1997), no le tiene miedo a ninguno de los retos que sus seguidores le proponen en TikTok. Cocinar ‘ratatouille’, hamburguesa, una causa rellena, pollo a la brasa o helado en una cocina a leña, al aire libre, no es un impedimento para él. Con buen humor, técnica y mucho cariño, el ‘tiktoker’ graba el paso a paso de las recetas, pero, sobre todo, da una cátedra audiovisual de la importancia de los insumos andinos dentro de la cultura gastronómica.
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“Trabajo en cocina hace 9 años, desde que salí del colegio. Un día dije: ¿por qué no hacer cocina en el campo? Es lo que yo sé. Entonces comencé a grabar los videos y me empezó a ir muy bien”, nos cuenta por teléfono. Waldir, además, tiene un emprendimiento, se trata de un hospedaje de turismo vivencial, y está implementando su propio restaurante. Sin duda, el éxito del canal está logrando sus frutos.
Para él, tener un canal de TikTok y otras redes sociales “es una forma de difundir nuestra cultura gastronómica. Cocinar al aire libre, a leña, hacer la comida con un sabor ahumadito, es lo que he visto siempre. No tiene mucha difusión, ni en la tele ni en las redes sociales”. Con sus videos, puede mostrar la cultura de su lugar de origen, su cocina y todo lo que ha aprendido en su comunidad de Viacha, donde nació. En ellos, exhibe los productos que cultiva, recién recolectados del campo o del huerto. Su objetivo es fomentar que la gente prefiera nuestra comida en lugar de alimentos en vasados. Sus frases característicamente encantadoras, como “qué riquito está”, y su peculiar “turún turún tarán tarán” al ‘batir’ en la ‘licuadora del inca’, como Waldir llama al batán, han logrado conquistar los corazones de sus seguidores.
A solo una hora de distancia de la comunidad de Waldir se encuentra Soledad Secca, conocida como Solischa (comunidad de Occopata, 1998), una creadora de contenido cuyo propósito es difundir su cultura. Su enfoque abarca aspectos tra - dicionales, el idioma, la vestimenta y, por supuesto, la gastronomía. “Voy a crear una sección con recetas de comida”, nos cuenta Solischa desde Cusco. En sus redes sociales, comparte mucho contenido sobre papas: su crianza, selección y cosecha, en una tradición comunitaria en la que parti - cipan grandes y niños. Y no falta espacio para la huatia a la hora de almorzar. El público se engancha con su forma de narrar la tradición, en español y quechua.
Solischa comenzó en Facebook y expandió su presencia a otras redes sociales. En este momento, se encuentra concentrada en la elaboración de su tesis en la carrera de Antropología. “Mi carrera me ha ayudado. Me ha brindado una perspectiva más amplia de mí misma, de mi realidad y de la sociedad”. A pesar de no haber estudiado cocina formalmente, ha aprendido de las enseñanzas de su abuelita. Pronto, compartirá este conocimiento a través de recetas que utilizan ingredientes autóctonos de su región. Lo que Solischa logra es fortalecer la identidad de sus seguidores y aumentar la valoración de los recursos que la naturaleza les ha proporcionado desde tiempos ancestrales.
La belleza de la piedra
Situado en Carabayllo, ‘El señor de las piedras’ nos recibe en su restaurante TaitaRumi. Él se llama Abel Zavaleta, es ingeniero agrónomo y los videos en los que trabaja y pule las piedras del río Chillón han dado la vuelta al mundo. Con estas rocas crea de forma artesanal hermosas vajillas, morteros, batanes, ajiceros y más accesorios que utiliza en su restaurante. Las sillas y las mesas también son elaboradas en piedras. Es una pasión que nació al querer mostrar toda una experiencia nueva alrededor de las piedras, pues ellas son la principal herramienta de sus pachamancas. Servir las carnes recién salidas del horno, los camotes y las papas, en un plato de barro no le convencía del todo, por lo que Abel decidió un buen día crear sus propios platos.
“La pachamanca me apasiona desde niño. Era el único que ayudaba a mi mamá a prepararla”, dice. Aprendió la técnica de su madre, Marcelina Ortiz, afuera de su casa, donde se encuentran los hornos. Marcelina trajo esta tradición de Huancavelica, su lugar de origen. Gracias a su formación como ingeniero, Abel ha perfeccionado la preparación de este plato con resultados sabrosos. Servirla sobre piedra es un toque distintivo que hace toda la diferencia.
En TikTok, comparte tutoriales sobre su arte y narra sus propias experiencias: los sueños de un hijo de migrantes que empezó a construir cosas significativas. Según él, el secreto detrás del éxito de sus videos virales es lograr que las personas se identifiquen con su historia. Sin embargo, Abel explica el propósito de su trabajo: “Es una reacción ante la discriminación. Quiero que los niños y jóvenes se sientan orgullosos de sus raíces andinas”. La comida y las redes sociales son solo un medio, el propósito real es conocer y respetar nuestra cultura. //
BONUS: Una ucraniana en Perú
La fascinante comida peruana, con todas sus variedades y sabores sorprendentes, no solo impulsa a los peruanos a compartir sus recetas y procedimientos en las redes sociales. En Perú tenemos a una ucraniana enamorada de nuestros potajes y se llama Angélica Lishchanchyna. Le encanta visitar La Parada donde ha probado el tocosh, recomendar menúes de precios populares y compartir sus recetas de platos peruanos y ucranianos desde sus cuentas de TikTok e Instagram, @ucrainka_pe.
“Siempre me ha gustado cocinar, a los 14 ya sabía hacerlo”, nos dice Angélica. Su esposo es peruano y tiene un hijo de 1 año y 9 meses. Es abogada de profesión y en Ucrania estudiaba en la Academia de Policía, sin embargo, hace cuatro años está en nuestro país y ahora estudia gastronomía. “En Perú, donde la comida es todo, despertó aún más mi interés en la cocina, por eso hice una página de comida y sobre mi vida en este país”. Además, visita restaurantes enamorándose de este delicioso país en cada bocado.
-El restaurante de cocina andina, TaitaRumi, está ubicado en Calle José María Arguedas 667, El Progreso, Carabayllo. Referencia: Plaza de Armas El Progreso. Para seguir los trabajos en piedra de Abel Zavaleta, vea su cuenta de TikTok @taitarumi.
-En la comunidad de Waldir Maqque, Viacha, en Pisac, Cusco, a unos 3.794 m.s.n.m., se cul - tivan entre 400 y 500 variedades de tubérculos al año; sin embargo, no siempre se difunden ni se consumen. Conozca las recetas de Waldir en @waldir.maqque, en TikTok
-Las cosechas de papa de la comunidad de Occopa - ta, donde vive Solischa, son para consumo propio, para venta en el mercado y también se ofrecen por sus redes sociales. Hacen envíos a todo el Perú. Si - gue a Solischa en TikTok en @solischa_20.
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