El símbolo “@” parece un invento moderno, pero su origen se remonta al Imperio Romano. Hoy, lo usamos en Internet para correos electrónicos y redes sociales, aunque su historia es mucho más antigua y sorprendente.
El símbolo de la arroba apareció por primera vez en un documento búlgaro en 1345, y más tarde en 1536, como una unidad de medida en una transacción entre Sevilla y Florencia.
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Derivada del árabe “ar-rub”, su palabra se usó para definir un cuarto, el símbolo venía a referenciar un ánfora, la unidad de medida que se utilizaba en el Imperio Romano haciendo alusión a que sus vasijas permitían una capacidad cercana a los 25 centilitros o, lo que es lo mismo, un cuarto de litro.
Con el tiempo, la arroba cruzó el Atlántico y en el mundo anglosajón se popularizó como una unidad comercial, representando el precio por unidad. Aunque no figuraba en máquinas de escribir europeas, fue incluida en algunas versiones americanas para uso comercial.
Finalmente, en 1971 Ray Tomlinson, el creador del correo electrónico, eligió este símbolo para el nuevo medio de mensajería , ya que no interfería con otros protocolos de ARPANET, el sistema precursor del internet moderno.
De hecho, los teclados de las primeras computadoras ya contaban con el símbolo de la arroba, ya que su diseño fue heredado de las máquinas de escribir, las cuales, como mencionamos, ya lo utilizaban. Así, la arroba hizo su recorrido desde las transacciones comerciales de vino hasta transformarse en el símbolo digital que hoy es fundamental en correos electrónicos y redes sociales.
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