Semanalmente, la revista BBC Focus resuelve algunas dudas de sus lectores. A continuación, una selección de sus respuestas para curiosos.
¿Hay pruebas de que la equinácea previene la gripe?La equinácea es uno de los suplementos más utilizados por homeópatas y personas que prefieren tratamientos preventivos. Pero a pesar de esto, estudios recientes revelaron que no puede prevenir algo tan simple como una gripe.
Una investigación llevada a cabo por la Biblioteca Cochrane sobre diferentes preparados de equinácea llegó a la conclusión de que la planta no tiene efectos más beneficiosos que un placebo.
Hay evidencia sin embargo de que una vez que se tiene gripe, la equinácea ayuda a que los síntomas duren menos tiempo, en concreto un día y medio menos.
Ahora bien, el mecanismo no se entiende del todo y solo nueve de las 16 pruebas que se hicieron resultaron positivas, por lo que la evidencia no es del todo consistente.
Podría ser que sólo una parte de las plantas o algunas preparaciones tengan algún efecto.
¿Por qué Google tiene mucho más éxito que el resto de buscadores?Antes de Google, los resultados de las búsquedas tenían menos que ver con la relevancia que con quién pagaba por aparecer en un lugar prominente en la lista. Algunas herramientas también conectaban términos de búsqueda con sitios web, basándose en el análisis textual de sus páginas.
Pero los sitios web generalmente manipulaban esto incluyendo términos irrelevantes en sus páginas, sólo para tener un mejor posicionamiento en las búsquedas.
La revolución de Google llegó con la introducción del algoritmo PageRank, que ordenaba las páginas según el número de hipervínculos que las conectasen a otras. También evaluaba los resultados para que pocas páginas importantes tuviesen más relevancia que muchas pequeñas.
La estrategia comercial de Google tomó forma con AdWords, donde los anunciantes pagan para que sus sitios web aparezcan arriba cuando se buscan ciertos términos. Las ganancias provenientes de AdWords impulsaron enormes operaciones de investigación y desarrollo en la compañía, lo que se tradujo en una diversificación y mejora de sus servicios.
¿Cuál es la función del apéndice humano?El apéndice es un órgano que ha sido históricamente considerado innecesario, como su propio nombre indica (un “añadido” a otra cosa).
Concretamente es un tubo delgado del tamaño de aproximadamente medio lápiz que sobresale del ciego, que es la primera porción del intestino grueso.
Charles Darwin pensaba que nuestros ancestros comían más fibra vegetal que nosotros y necesitaban un ciego más grande para digerirla, y por ende el apéndice era una parte útil del intestino que poco a poco fue cayendo en desuso. Los koalas, que comen hojas muy indigestas, tienen un ciego de dos metros de longitud que es esencialmente un gran apéndice.
Es cierto que es posible amputar el apéndice sin consecuencias graves a largo plazo, pero el mismo principio es aplicable a un dedo. Poder sobrevivir sin una parte del cuerpo no significa que dicha parte sea totalmente inservible.
Estudios recientes que compararon los intestinos de 361 mamíferos descubrieron que 50 especies con poca relación entre ellas tenían apéndice. Esto sugiere que este órgano evolucionó de forma independiente al menos 32 veces, por lo que debería tener alguna función.
Ahora se piensa que el apéndice sirve como un refugio de emergencia para la flora intestinal. Su estrecha apertura y retirada posición hace que no puedan llegar allí fácilmente las infecciones bacterianas. Así que después de que la diarrea haya expulsado las últimas bacterias malas del organismo, las buenas pueden salir del apéndice y recolonizar el cólon.
¿Son las galletas adictivas?No realmente. Aunque un estudio de octubre pasado del Connecticut College, en Estados Unidos, demostró que las galletas activan los mismos centros de placer en el cerebro que la cocaína y la morfina (al menos en ratas), esto sólo significa que comer galletas es agradable.
Si las galletas fueran realmente adictivas, habría que comer una mayor cantidad cada vez para obtener el mismo nivel de satisfacción, y dejarlas implicaría tener síndrome de abstinencia.
Estamos programados para buscar comidas dulces y con alto contenido en grasa, y es fácil pasarse cuando estamos estresados, aburridos o deprimidos.
Pero esto queda muy lejos de los hábitos de aquellos adictos a las drogas.