Los constantes avances en tecnología de pesca han supuesto alcanzar el pico mundial de capturas y suponen una amenaza mayor para el futuro del pescado y del marisco salvaje que el cambio climático, según un estudio que hoy publica la revista “Nature Communications”.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El estudio, liderado por el investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de Barcelona Eric Galbraith y en el que han participado las Universidades de California (EE.UU.) y de Québec (Canadá), confirma que el cambio climático representa una gran amenaza para la pesca mundial, pero pone de relieve que la mejora continuada de la tecnología pesquera podría representar una amenaza aún mayor.El estudio de los problemas ambientales a gran escala, como la pesca global, suele estar dividido entre los científicos naturales, que estudian los aspectos físicos, químicos o biológicos, y los científicos sociales, que analizan la dimensión humana.Este nuevo estudio incluye tanto los aspectos naturales como los sociales, con lo que los autores han podido calcular cómo los factores climáticos, económicos y tecnológicos se suman a escala global cuando son observados durante muchas décadas.Según explicó Galbraith, la investigación utiliza un nuevo modelo de ecosistema biofísico, basado en principios metabólicos simples y limitado a los registros de captura de peces proporcionados por los gobiernos de todo el mundo.“Cuando reunimos todas las ecuaciones para el modelo y las comparamos con los datos, nos llamó la atención que los avances en la tecnología pesquera son la mejor explicación al incremento histórico de las capturas de peces en el siglo XX”, puntualizó David Carozzi, investigador de la Universidad de Québec, en Montreal.Según el estudio, el resultado de la mejora constante de la tecnología en la pesca hace que en un primer momento las capturas aumenten ya que los pescadores extraen una cantidad cada vez mayor de pescado, pero en un determinado momento los peces son tan escasos que ya no puede reproducirse a la misma velocidad a la que son capturados.A partir de este momento, la pesca queda estancada con un exceso de pescadores y barcos de pesca -acumulados durante los años de bonanza- de manera que, junto con una tecnología en crecimiento continuado, se ve abocada al colapso, advierte el estudio.“La pesca mundial es simplemente la suma de muchas pesquerías individuales, y nuestros resultados sugieren que podríamos haber superado el pico máximo en la captura mundial”, señaló Daniele Bianchi, de la Universidad de California.“Aunque hay algunas excepciones locales, el panorama general es que las novedades en tecnología pesquera significarán menos pescado y marisco salvaje para el consumo humano si no se introducen mejoras en la regulación de la pesca”, resume Bianchi.“Aunque muchas personas son conscientes de que la tecnología fue un factor importante en el agotamiento de las pesquerías en el pasado, no ocupa ahora un primer plano en las discusiones sobre los riesgos futuros”, argumenta Galbraith.El estudio también demuestra que, incluso con el peor escenario de emisiones de CO2, las capturas mundiales de peces podrían mantenerse a niveles actuales a lo largo del siglo XXI si se detiene la pesca excesiva.“Las nuevas tecnologías son una espada de doble filo porque pueden empeorar las cosas al permitir capturar demasiado pescado, pero el seguimiento de barcos pesqueros mediante satélite y el rastreo genético de peces pueden ayudar a la regulación. Es un desafío continuo para la sociedad controlar el potencial de destrucción que surge de las nuevas tecnologías, y darles un uso constructivo”, concluye Galbraith.
Fuente: EFE