Un investigador británico ha descubierto una nueva especie de insecto “increíblemente raro”, tanto que su pariente más cercano fue visto por última vez en 1969.
Alvin Helden, de la Universidad Anglia Ruskin, encontró la nueva especie de chicharra, a la que ha llamado “Phlogis kibalensis”, durante un trabajo de campo con estudiantes en la selva tropical del Parque Nacional de Kibale, en el oeste de Uganda. Su descripción se publica en la revista Zootaxa.
La nueva especie tiene un distintivo brillo metálico y pertenece a un género llamado Phlogis, explica una nota de la universidad.
Antes de este descubrimiento, el último avistamiento registrado de una chicharra de este “extraño género” se produjo en la República Centroafricana en 1969.
Las chicharras están estrechamente relacionadas con las cigarras, pero son mucho más pequeñas: el macho de la nueva especie “Phlogis kibalensis” solo mide 6,5 milímetros. Tiene, al igual que la mayoría de chicharras, órganos reproductores -masculinos- con una forma única, en este caso parcialmente a modo de hoja.
Las chicharras se alimentan principalmente de la savia de las plantas, que succionan directamente del floema, y son presa de invertebrados como arañas, escarabajos y avispas parásitas, así como de aves.
“Encontrar esta nueva especie es un logro único en la vida, sobre todo porque su pariente más cercano se encontró por última vez en otro país hace más de cincuenta años. Supe que era algo muy especial en cuanto lo vi”, resume el científico.
Las chicharras de este género, y de la familia más amplia, tienen una apariencia muy inusual y rara vez se encuentran.
“De hecho, son tan increíblemente raras que su biología sigue siendo casi completamente desconocida y no sabemos casi nada sobre Phlogis kibalensis, la nueva especie hallada, incluidas las plantas de las que se alimenta o su papel en el ecosistema local”, apunta Helden.
“Queda mucho por averiguar, no solo sobre esta, sino también sobre muchas otras, incluidas las numerosas especies que aún esperan ser descubiertas. Es increíblemente triste pensar que algunas se extinguirán antes de que seamos conscientes de su existencia”, añade.