JUAN PABLO ROBLES
Son muchos los videojuegos inspirados en películas o viceversa cuyos resultados no son los esperados. Abundan los claros ejemplos. En cuanto a las adaptaciones cinematográficas, tenemos “Mario Bros” (1993) y “Street Fighter” (1994). En el caso de los juegos, tenemos malos ‘crossover’ como Dragon Ball Evolution (PSP), Jumper (Wii) y The Fight Club (PS2). Es icónico el caso del juego basado en la taquillera “E.T., el extraterrestre”, que fue un desastre y llevó a la quiebra a Atari.
Esta semana llegó al mercado Rambo, un juego que se basa en la popular saga de acción que narra la historia de John Rambo, soldado veterano de guerra, que tiene problemas para reinsertarse en la sociedad. Hay versiones para Xbox 360, PS3 y PC.
Fue desarrollado por Reef Entertainment, con la intención de aprovechar la fama mundial del personaje. Lamentablemente, el resultado no fue el esperado.
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SIN ACCIÓNLa principal razón por la que la mayoría de videojuegos inspirados en películas no funciona es el poco tiempo que tienen los estudios para su lanzamiento. Por lo general deben salir al mercado en simultáneo. Sin embargo, en este caso, esa no fue la razón.
Rambo es un juego de disparo en primera persona (FPS) sobre rieles: el jugador solo mueve el arma en las situaciones de acción, pero en las siguientes secuencias el movimiento es automático.
La calidad gráfica es baja: parece que estuviera hecho para consolas como la Play Station 2 (de hace dos generaciones). Los detalles visuales en algunas estructuras son sencillos e incluso llegan a molestar, porque quitan sensación de realidad.
Los controles dejan mucho que desear. No se han trabajado de forma correcta los movimientos. En la mayoría de casos, la mira no es precisa y, cuando el jugador intenta disparar a un objetivo específico, la bala sale para otro lado. Imperdonable.
Pero tiene puntos a favor. Entre ellos, el juego se trabajó con la voz de Sylvester Stallone, aunque no se trata de diálogos especiales para el juego, sino que han utilizado los de las películas.
CONCLUSIÓNRambo es un decepcionante estreno por la gran expectativa creada a través de los tráileres. No lo recomendamos. El precio del juego es 60 dólares y está catalogado para adultos por la violencia que tiene.
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