“Sand Land” es un título con muchas expectativas encima, no solo por ser un juego de mundo abierto en un mercado saturado del género, sino también por tener el pedigrí de haber sido creado por el genial Akira Toriyama, padre de clásicos como “Dragon Ball” y “Dr. Slump”, así como figura clave en el desarrollo de sagas como “Dragon Quest”. Esta presión se vió incrementada por la prematura muerte del autor a inicios de marzo, haciendo que muchos de los fans del mangaka japonés se vean más protectores de su legado.
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Afortunadamente para el desarrollador ILCA y Bandai Namco, el juego es una competente adaptación del material original, dejando relucir el genio de Toriyama y proporcionando entretenidos momentos con un sorprendentemente complejo sistema de combate vehicular. Aquí revisamos el juego.
“Sand Land” está basado en el manga del mismo nombre que Akira Toriyama publicó en el 2000 y cuenta la historia de un mundo post apocalíptico al estilo de “Mad Max”, donde sucesivas guerras y desastres climáticos han dejado al planeta como un desolado páramo donde el control del agua se ha vuelto una herramienta de subyugación por parte de los poderosos.
Demostrando el amor de Toriyama por los héroes poco convencionales, el personaje principal de la historia es Beelzebub, príncipe de los demonios e hijo de Lucifer, quien es reclutado por el sheriff Rao - un humano con un oscuro pasado - en la búsqueda de un legendario manantial escondido en el desierto. El trío de protagonistas es cerrado por Thief, un anciano demonio que sirve no solo como chaperón del joven soberano, sino también como la voz de prudencia entre sus más precipitados acompañantes.
El compañerismo desarrollado por los tres sirve como el corazón de la aventura y la evolución de los personajes - o en el caso de Beelzebub maduración-, impulsan esta historia aparentemente simple, pero que no se amedrenta en tratar complicados temas como el prejuicio, la explotación, el trauma y más asuntos que no son ajenos en nuestro mundo actual. Pero a pesar de los puntos sombríos que toca la trama, este conserva un núcleo de optimismo y un espíritu de perseverancia que lo une con otros trabajos del mangaka.
Cabe señalar que el videojuego “Sand Land” no es una adaptación exacta de su versión en tiras cómicas, sino que sirve también como una secuela ideada por el propio Akira Toriyama. Parte de estas adecuaciones - que también se dieron en la reciente versión animada que salió en Star+ - es la inclusión de Ann al elenco principal, una joven con una gran habilidad como mecánica y un misterioso linaje.
Ella se vuelve crucial en el videojuego no solo por su importancia en la historia, sino porque la mayoría del título te verá sobre las ruedas de algún tipo de vehículo, no solo para explorar los amplios espacios de Sand Land, sino también para combatir con sus múltiples amenazas. Se trata de un sistema sorprendentemente robusto de combate vehicular que te permite montarte no solo en el distintivo tanque de la portada del manga, sino en diversos vehículos como carros, motocicletas, aerodeslizadores y hasta robots, cada uno con armamento, estilos de movimiento y habilidades claramente diferenciadas, lo que le da versatilidad a la experiencia.
Estos vehículos también son muestras de la genialidad de Akira Toriyama, sacando a relucir los ingeniosos diseños que creó para otras de sus series como “Dragon Ball”, así que si alguna vez quisiste manejar la motocicleta de Bulma o el carro flotante de Yamcha, esta será tu oportunidad. Es sorprendente la personalidad que han logrado otorgar los desarrolladores a estos vehículos, meticulosamente detallados y animados, convirtiéndolos casi en otros personajes principales en la historia.
Desafortunadamente para el juego, otros de sus sistemas carecen de la misma profundidad. Es así que el combate cuerpo a cuerpo que alguna vez te verás forzado a realizar se basa en simples combinaciones entre golpes rápidos y golpes fuertes sin mucha complicación, aderezado de tanto en tanto con la posibilidad de usar un par de habilidades más poderosas. Mientras tanto, algunas secuencias te obligarán a infiltrarse en bases militares y pueblos con algunos rudimentarios sistemas de sigilo. No es que pida la complejidad de “Devil May Cry” o “Metal Gear”, pero se nota dónde los desarrolladores pusieron sus mayores esfuerzos.
Otro problema es la poca variedad de enemigos, con mucha de la fauna presentándose como dos o tres variaciones de media docena de especies animales. Los enemigos humanos están felizmente otorgados a más versiones gracias a que también pueden conducir vehículos, pero la inteligencia artificial de los oponentes también deja algo que desear y la mayoría del combate - al menos en el nivel Normal - se puede resolver girando alrededor del oponente mientras lo bombardeas con artillería pesada.
El mundo abierto es también algo que no parece todo desarrollado, aunque no ayudados por la premisa que la mayoría del mundo es un páramo desolado. Si bien los pueblos varían lo suficiente para que cada uno tenga su personalidad, el resto del desierto parece resultar elaborado siguiendo la fórmula de “Far Cry”, con un puñado de actividades similares simples como abrir baúles y explorar cortas mazmorras regadas a lo largo del mapa que te proporcionan recursos y hasta armamento para tus diferentes vehículos.
Esta situación cambia un poco en Forest Land, un país repleto de frondosos bosques que sirve como locación de la segunda parte de las aventuras, pero donde también se repiten problemas como el que gran parte de las actividades son sosas.
Además de las distracciones del mundo abierto, el progreso del juego está dividido en misiones principales y secundarias. Las primeras sirven para continuar la historia del juego, avanzando la aventura de Beelzebub y compañía en su búsqueda del místico oasis, mientras que las segundas sirven como historias complementarias, aunque a veces sorprendentemente oscuras, que te ayudan a encontrar nuevos habitantes para tu base en el pueblo de Spino, dándole cara a las personas que los protagonistas buscan ayudar no solo con su misión de encontrar una nueva fuente de agua y su deseo de crear un reino más justo para todos. Es en este contenido donde se ve claramente - y justificadamente- dónde ha ido el mayor esfuerzo, el cuál se traduce en algunos encuentros y niveles memorables.
“Sand Land” es un título con claras fallas, pero el resultado es más que la suma de todas sus partes y disfruté bastante mi tiempo con el título, en gran parte gracias a sus entrañables personajes. El juego es sin duda un testamento del enorme poder de Akira Toriyama para hacer historias que resuenan mundialmente y que hablan directamente a nuestros corazones.
La ficha
Título: “Sand Land″
Desarrollador: ILCA
Género: Acción, juego de rol.
Idiomas: Japonés e inglés (audio y texto). Versión de Steam dice que tiene soporte para texto en español (latinoamericano y peninsular), francés, italiano, alemán, portugués, chino, coreano y polaco.
Plataformas: PlayStation 5 (reseñado), Xbox Series X/S y PC.
Lanzamiento: 25 de abril del 2024.
Duración aproximada: 25 horas para completar la historia.
Puntaje: 7.5/10.
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