Con sus canales derretidos que se extienden muy profundamente, los volcanes nos conectan con las entrañas mismas de la Tierra.
Activos o dormidos, resuenan con una energía y belleza que sobrepasa a las de las simples montañas.
Sus violentos orígenes también tienden a crear paisajes naturales impresionantes que atraen visitantes de todo el mundo.
Para encontrar los puntos calientes que merecen la pena una visita, recurrimos al sitio web de preguntas y respuestas Quora.com y preguntamos: “¿Cuáles son los volcanes más bellos en el mundo?”.
Santorini, Grecia
Más conocida por los edificios pintados de blanco que cuelgan de sus multicolores acantilados, esta isla griega es el remanente de una caldera volcánica formada alrededor de 1600 a.C.
En lo que fue una de las más grandes erupciones registradas en la historia, gran parte de la isla, incluyendo algunos de sus asentamientos originales, quedó destruida.
Hoy en día Santorini atrae visitantes de todo el mundo ansiosos de admirar sus restos.
“Para sentir su majestuosidad, tienes que navegar adentro de la caldera y pararte al atardecer en un balcón al borde de los acantilados”, dice Achilleas Vortselas.
Un atractivo especial para los visitantes es la isla deshabitada de Nea Kameni, localizada el centro de la caldera de Santorini.
“Nea Kameni en sí misma es algo fea, una masa negra y marrón en el centro de un caldera pintoresca, verdaderamente hermosa”, señala Smitha Prasadh.
“Sin embargo, al caminarla tiene su propio encanto de fisuras inclinadas desde donde salieron erupciones antiguas y recientes. Es muy distinta de los cráteres de volcanes más 'tradicionales'”.
Monte Mayón, Filipinas
Localizada unos 450 kilómetros al sureste de Manila en la isla de Luzón, el Monte Mayón es el volcán más activo de Filipinas.
En septiembre de 2014 entró en erupción, obligando a miles de personas a abandonar la zona.
Mayón es también un estratovolcán, un tipo de volcán cónico construido de muchas capas de flujo de lava y apreciado por su increíble simetría.
“La perfecta forma hiperbólica de Mayón en Filipinas subraya su posición amenazante”, dice Vortselas. “Los flujos de ceniza y lava son la guinda en la cumbre”
Quienes escalan el volcán son recompensados con vistas de los pueblos en la provincia de Albay en el Océano Pacífico.
Pero las personas que prefieren contemplarlo a lo lejos pueden hacerlo desde un lugar histórico privilegiado, las Ruinas de Cagsawa, restos de una iglesia franciscana del siglo XVIII que fue destruida por una erupción en 1814.
La torre de piedra aún está en pie, sirviendo como contraparte humana a la maravilla natural que se ve en la distancia.
El Monte Kilimanjaro y el Cráter Ngorongoro, Tanzania
Los buscadores de aventuras de todo el globo se dirigen a la frontera de Tanzania y Kenia para afrontar el Kilimanjaro, la montaña más alta de África.
Pocos saben que también se trata del volcán más alto del continente, siendo único por sus tres conos volcánicos. El Mawenzi y el Shira están extintos, pero el más alto, el Kibo,está aún activo y expulsa ocasionalmente vapor y gases.
Los interesados en escalar la cumbre de 5.895 metros del Kilimanjaro deben estar preparados para un dramático cambio de temperatura, apunta Julien Vaché. “A medida que asciendes, pasas de 35ºC en la selva a -15ºC en la cumbre del Uhuru, su pico más alto”.
A unos 200 kilómetros al oeste del Kilimanjaro, se encuentra el Cráter Ngorongoro, un antiguo volcán que, se cree, rivalizó alguna vez en altura con el Kilimanjaro.
Se calcula que se elevaba entre 4.500 y 4.800 metros hasta que colapsó sobre sí mismo.
Actualmente con sus 22,5 kilómetros de diámetro y 610 metros de profundidad, Ngorongoro es el mayor cráter sobre la Tierra, creando un ambiente único para la vida silvestre local.
“Las cascadas que bajan por la caldera irrigan los verdes pastos y llenan un lago al fondo, que está repleto de flamencos y de una inmensa variedad de fauna en sus playas: leones, hipopótamos, búfalos, cebras, ñus, rinocerontes”, destaca Vaché.
Monte Kelimutu, Indonesia
Los tres misteriosos lagos que se encuentran en el cráter del Kelimutu atraen a científicos y turistas a la isla de Flores en la provincia indonesia de Nusa Tenggara Oriental.
“Uno es verde esmeralda. Otro, rojo oscuro y el tercero, negro como el carbón”, apunta Vaché.
Los científicos dicen que los colores surgen de la reacción química que ocurre cuando los gases volcánicos se encuentran con los minerales del lago.
Los residentes cercanos a la zona tienen una explicación distinta. “Los locales creen que los lagos son el lugar de descanso de las almas que han partido y que abruptamente cambian de color según el flujo de esas almas”, apunta Sunni Mewati.
A pesar de las explicaciones científicas de los colores “el fantasmagórico ambiente que rodea a los lagos como depósito de almas es algo que persiste”.
Kilauea y Mauna Kea, Hawái
Los volcanes de Hawái son conocidos por sus erupciones y paisajes sobrenaturales.
Su volcán más joven, Kilauea, ha estado en erupción continuamente desde 1983, “tanto que la lava cae directamente al mar, creando fantásticas formas rocosas negras y demenciales nubes de humo”, indica Vaché.
Al otro lado del espectro, Mauna Kea tiene cerca de un millón de años. Permanece inactivo, pero luce imponente solamente por su tamaño, elevándose 4.205 metros sobre el nivel del mar.
“El Mauna Kea es increíblemente bello y aloja tesoros secretos, incluyendo un lago sagrado congelado cerca de la cumbre accesible solo por medio de una excursión de 10 kilómetros que toma 10 horas entre ida y vuelta”, apunta Lesly Simmonds.
“Puedes encontrar nieve en el invierno y casi nadie en el camino. Tropezamos solo con otra pareja escalando desde el pie a la cima cuando alcanzamos el lago Waiau”.
Monte Fuji, Japón
Quizás el más famoso de los estratovolcanes simétricos es el Monte Fuji en Japón, que ha servido como musa para muchas creaciones artísticas a través de los siglos.
“Es el símbolo nacional de Japón cubierto de nieve y amenazante en la distancia, con flores de cerezo al frente”, señala Vaché.
La montaña no es solo bella y misteriosa en sí misma, sino que el bosque Aokigahara, al pie de la ladera noroeste de la montaña, también inspira la imaginación, ya que en muchos cuentos del folklore local se describen unos demonios y duendes que recorren su interior.
Por lo menos la montaña permanece siendo un lugar seguro, ya que el volcán activo de bajo riesgo no ha tenido una erupción desde 1707.