Una vez más, la popular serie de Netflix “Los Bridgerton” logró cautivar a los millones de fanáticos que esperaban con ansias su segunda temporada. Y es que el hijo mayor de los Bridgerton, Lord Anthony, se coronó como “el objeto de todos nuestros deseos” tras quedar profunda y locamente enamorado de Kate Sharma. El furor de esta ardiente historia hizo desear a más de una vivir un amor al estilo de los dramas de época, pues en la actualidad, el amor es -casi- totalmente distinto a lo que era. El sociólogo Jorge Juárez nos explica cómo ha evolucionado a través del tiempo.
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¿Qué entendemos por amor?
Desde un punto de vista sociológico, “el amor es un constructo social”. Éste se expresa de diferentes formas en cada cultura y sociedad, pero la forma más sencilla de entenderlo es desde su concepción global: un sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia otra persona.
La industria audiovisual se ha encargado de construir una concepción idealizada del amor donde Anthony Bridgerton y Kate Sharma recién se dan su primer beso luego de 6 episodios de pura tensión y reemplazan el “te amo” por poéticas frases que podrían derretir al mismo Mario Benedetti.
En la actualidad -y en el mundo real- el amor ya no es lo que solía ser, pero trae interesantes matices que resultan importantes de analizar para poder comprender cómo ha ido evolucionando a través del tiempo: qué ideas se mantuvieron y qué costumbres ya se perdieron -para bien o para mal-.
De acuerdo al sociólogo Jorge Juárez, los rituales en las relaciones de pareja han cambiado drásticamente en la mayoría de los sectores sociales. Desde el cortejo hasta el matrimonio, cada etapa en las relaciones de pareja ha evolucionado a la par que las sociedades y las formas de pensamiento también lo hicieron. Aquí te mencionamos los cambios más notorios.
1. El adiós a la caballerosidad
En la antigüedad, el hombre era el que debía tomar las riendas y pretender a la mujer, no sin antes tener el permiso de sus padres. Lo vimos en reiteradas ocasiones en Bridgerton cuando Anthony era quien debía cortejar a Edwina Sharma -en público y con el claro consentimiento de sus padres- y no al revés.
Hoy, es totalmente distinto. Las relaciones de poder han cambiado. La llamada “caballerosidad” ha ido desapareciendo en algunos estratos pues sentaba sus bases en el machismo. Tal vez las generaciones más antiguas hayan crecido bajo éste estándar, pero las más jóvenes ya no. “Las relaciones se han equilibrado”, afirma el experto, pues ahora muchas mujeres no temen dar el primer paso ni coquetear abiertamente cuando tienen un interés amoroso.
2. Del amor romántico al amor líquido
Anteriormente, el vínculo se creaba con las personas del entorno cercano, y por ende, muchas parejas se formaban dentro del mismo sector social (como los Bridgerton, los Featherington y el resto de familias que pertenecían a la clase alta de la villa inglesa). Hoy, el rango se ha ampliado con el internet y las redes sociales. De acuerdo al especialista, este cambio se explora a detalle en el estudio “El amor en los tiempos de Tinder”, el cual explica en palabras sencillas cómo el amor romántico del siglo XIX (época en la que Bridgerton está ambientada) se ha transformado en “amor líquido”, una forma de amar o querer sin ataduras ni compromisos a largo plazo donde “la pasión dura segundos y el amor es efímero”.
3. El matrimonio ya no es la única opción
En la época antigua, el objetivo de iniciar una relación era con miras al matrimonio. Como en el caso de “Los Bridgerton”, cuyo protagonista buscaba una relación de pareja con el único objetivo de contraer matrimonio con una mujer que cumpliera con los requisitos fundamentales de una esposa perfecta. Según el especialista, esta idea ya perdió valor en la mayoría de los estratos sociales (a excepción de algunos casos en la clase alta). Cada vez hay más libertad para escoger con quién entablar una relación independientemente del círculo social del que provenga. Además, el siguiente paso para formalizar ya no siempre es el matrimonio. Las generaciones más jóvenes optan por la convivencia sin sentir la necesidad de probar su amor ante las instituciones (legales y religiosas) ni la sociedad.
4. El tabú del sexo es cosa del pasado
Si hay algo que cautivó a la audiencia de “Los Bridgerton”, es la marcada tensión sexual para la sociedad de la época en la que está ambientada. En la primera temporada fue explícita, en la segunda más sutil por las constantes miradas y roces entre Anthony y Kate que, curiosamente, enloquecieron a los fanáticos.
Hoy, para las nuevas generaciones, es mucho más sencillo hablar y expresar las necesidades sexuales. Tal vez se deba a la pérdida del romanticismo en esta cuestión, pero un “es enloquecedor cómo consumes mi propio ser” y el icónico “eres la ruina de mi existencia y el objeto de todos mis deseos” hoy han perdido su esencia poética y fueron reemplazadas por declaraciones directas y prácticas que demuestran que la honestidad ha superado al pudor.
Tal vez, la nostalgia por el romanticismo en su máxima expresión fue lo que convirtió a “Los Bridgerton” en la serie más vista en la historia de Netflix. Sin embargo, el concepto actual del amor sigue teniendo como base al afecto, el cual crea un panorama más alentador al incorporar la igualdad, la honestidad y otros factores que hacen que amar sea mucho más saludable que en cualquier tiempo pasado.