Están los futbolistas, los maratonistas, los “tiburones” de la playa o los que devoran kilómetros en bicicleta. Pero hay muchos más, y el fondo y la forma pueden variar hasta niveles impensables.
Son los llamados “guerreros del fin de semana”, término que busca definir a aquellas personas que tras pasar una semana laboral inactiva físicamente, se vuelcan a hacer toda clase de ejercicios y deportes en sólo dos días.
El problema es que estas personas no son pequeños atletas en proyección, sino que suele ser gente con un estilo de vida cargado de compromisos de lunes a viernes, por lo que es en el fin de semana cuando pueden dedicar parte del tiempo libre a mover los músculos.
“Definitivamente no es ideal”, dijo a BBC Mundo el doctor Camilo Azar, médico traumatólogo deportivo de Clínica MEDS y miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Deporte (Sochmedep).
“Quienes lo hacen así se exponen a un mayor riesgo de lesiones en el aparato locomotor y en el sistema cardiovascular. Tampoco logran todos los beneficios que se esperan de una actividad física más permanente”.
Acciones temerarias
Lejos de cumplir con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de hacer unos 150 minutos de ejercicio a la semana, lo que motiva a los “guerreros del fin de semana” no es sólo mejorar el estado de forma, sino revivir en la memoria viejos tiempos de gloria.
El detalle es que nuestro cuerpo no está preparado para volver a hacer el crucial gol marcado en la infancia o para acelerar en los últimos metros con el objetivo de cruzar la meta en primer lugar, como en la carrera del colegio.
“Se agrega el factor adicional de que quienes así lo hacen muchas veces actúan en forma algo temeraria, intentando realizar en poco tiempo lo que no han logrado en la semana”, advirtió Azar, añadiendo que “el entusiasmo los lleva a sobrecargar y muchas veces sobrepasar los limites fisiológicos, y por lo tanto se exponen mucho más a la posibilidad de lesión”.
En México, por ejemplo, un informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resaltó que 8 de cada 10 personas limitan su actividad física a unas horas los sábados y domingos, costumbre que deja en evidencia la escasa preparación física que tienen.
De no tener cuidado es posible que se llegue a sobrecargar el sistema cardiovascular, que puede presentar cuadros clínicos severos.
Explosivos
El doctor del centro especializado en medicina deportiva Clínica MEDS describió que un organismo que pasa de una semana sedentaria a un fin de semana activo “se encuentra en forma brusca y sin preparación bajo un estrés sistémico”.
“Según cómo lo realice, la persona puede terminar por enfermar más que servir como un fomento para la salud”.
Uno de los factores que suele determinar la intensidad en el ejercicio es si se lleva a cabo de manera colectiva -exige más esfuerzo y se genera un ambiente más competitivo- o individual, que permite regular mejor el ritmo según la capacidad del organismo.
Sin embargo, no todo es negativo.
Pese al mayor riesgo de lesiones musculares o de articulaciones, hacer un trabajo físico de alta intensidad puede aportar beneficios a la salud similares a los que se logran con sesiones de más larga duración a una intensidad aeróbica moderada.
Este tipo de ejercicio, descrito en el sitio oficial del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), se conoce como el entrenamiento intervalo de alta intensidad o HIIT, que es en sí períodos cortos de mucho esfuerzo físico seguido de tiempos de recuperación.
No todas las personas están en capacidad de practicar este tipo de entrenamiento debido a su nivel de exigencia, y se recomienda que antes de intentar una sesión se haga una revisión médica para evitar lesiones y posibles problemas cardíacos.
Estar en movimiento
Que el ejercicio ofrece beneficios para la salud no es un secreto, como lo confirman innumerables estudios, por lo que estar físicamente activo, así sea un par de días a la semana, puede brindar ventajas al organismo en un largo plazo.
“Mi recomendación es que lo hagan con precaución, con evalución previa de sus condiciones físicas y con conciencia de la demanda a la que someten el organismo”, resaltó Azar.
En otras palabras, hay que evitar ser en la mente alguien diferente al que en realidad uno es en el cuerpo, sea en la cancha, en el campo, en la carretera o en la montaña.
“Sólo así se podrá disfrutar de algunos beneficios como despejar la mente, mejorar su sensación de bienestar y autoestima. De este modo también se obtendrán beneficios fisiológicos, aunque de menor cuantía”, concluyó.