Contaminación minera en Perú se inició durante la época colonial
En la Cordillera de Vilcanota se encuentra el glaciar tropical más grande del mundo: el Quelccaya. El hielo, que puede tener más de 200 metros de espesor, guarda un preciado registro ambiental de los últimos 1200 años, el cual ha sido revelado por investigadores norteamericanos a través de un estudio publicado el lunes pasado en PNAS.
Perú, país minero
El Tumi de Oro de Lambayeque es una de las piezas arqueológicas más hermosas y representativas de las culturas precolombinas. Está hecho de oro macizo con incrustaciones de esmeraldas que data del siglo VIII al XII de nuestra era.
No hay dudas que la orfebrería en el Perú tiene una rica historia. Y, también lo tiene, la minería. Esa actividad extractiva que proveía de la materia prima para el desarrollo de estas obras de arte, y que hoy se ha convertido un verdadero dolor de cabeza por el enorme impacto ambiental que genera. Es algo inevitable. Requiere de procesos químicos y mecánicos para separar el preciado metal de todo lo demás (tierra, arena, lodo, otros metales, etc.), generando desechos tóxicos que afectan la calidad del agua y del aire.
Como compensación, las mineras formales —y responsables— desarrollan planes de protección ambiental y de apoyo social, tratando de generar el menor impacto posible sobre los ecosistemas y las poblaciones afectadas.
Antiguamente, los metales preciosos como la plata eran extraídos directamente de las rocas —como la galena argentífera— a través de su fundición en crisoles de piedra o cerámica. La técnica fue mejorada por los Incas (1438 – 1532) a través de unos hornos llamados huayras. [Mayor información en "Historia de la Minería del Perú"].
La colonización española (1532) también trajo consigo una nueva forma de extraer la plata basada en la amalgamación con mercurio. Esta técnica consistía en triturar la mena de plata —que contiene plomo— hasta convertirla en polvo, que luego era mezclado con mercurio, dejándolo reposar durante algunas semanas. Posteriormente, esa amalgama se lavaba y se fundía para obtener plata más pura.
Historia congelada
La fundición de estos metales en hornos abiertos liberó diversas partículas a la atmósfera, las cuales viajaron grandes distancias ayudadas por el viento, para luego precipitar en distintos lugares, como en los glaciares andinos.
En el 2003, investigadores norteamericanos tomaron un núcleo de hielo (una muestra cilíndrica obtenida mediante la perforación de un sustrato de hielo) del glaciar del Quelccaya. Su objetivo era leer el pasado metalúrgico y el impacto ambiental generado en esta parte del continente.
Para ello dividieron el bloque de hielo de 105 metros de largo en secciones entre 2 y 8 centímetros, las cuales representan a un periodo de tiempo comprendido entre los años 793 y 1989. Cada una de las secciones fue analizada utilizando un espectrómetro de masas para identificar y calcular la cantidad de diferentes metales pesados como el plomo, cadmio, cobre, hierro, etc.
NOTA: La reducción del glaciar a causa del cambio climático no permitió extender el estudio hasta años recientes.
El análisis reveló que durante la época preincaica (antes de 1450), la concentración de metales pesados, especialmente, del plomo, se mantuvo en niveles estables y bajos, con ciertos picos debidos a erupciones volcánicas esporádicas.
A partir del año 1480 se observó un incremento en los niveles de bismuto. Este elemento era usado por los Incas para la producción de bronce. No se observó la presencia en niveles anormales de plomo y otros metales pesados, lo cual coincidía con los datos obtenidos previamente en Tierra del Fuego.
Pero, entre 1540 (240 años antes de la revolución industrial) y 1700 se observó un incremento constante de los niveles de cromo, molibdeno, antimonio y plomo en la atmósfera. Esto coincide con la época en que los españoles introdujeron la amalgamación con mercurio como método de extracción a gran escala de la plata. La explotación de este metal se concentró principalmente en Potosí (actualmente en Bolivia).
Cerca a 1830 se observó punto de quiebre. Los niveles de metales pesados empezó a caer rápidamente, lo que significa que la actividad minera en esta parte del continente se detuvo. Esto coincide con las guerras de independencia de los países sudamericanos.
Sin embargo, a partir de 1900 se observó una deposición de metales pesados sin precedentes. Los niveles de arsénico, plomo, cromo, y otros metales pesados, se duplicaron y hasta triplicaron en la atmósfera comparado con el la época incaica y colonial. Las causas fueron el uso de combustibles con plomo, que en Sudamérica se usó hasta casi 1990. Por otro lado, las minas pasaron de ser en socavones a tajo abierto. Esto liberó grandes cantidades de partículas en el ambiente que quedaron registrados en el hielo del Quelccaya.
La contaminación atmosférica en el siglo XX no tienen ningún precedente. Sin embargo, el registro atmosférico nos indica que esto se inició durante la colonia. Los investigadores quieren utilizar estos datos para definir cuándo se dio inicio a la nueva era del Antropoceno, caracterizada por el impacto de las actividades humanas sobre la Tierra.
Referencia:
Uglietti, C et al. Widespread pollution of the South American atmosphere predates the industrial revolution by 240 y PNAS doi: 10.1073/pnas.1421119112 (2015)